La síntesis y conclusiones del Sínodo de la Sinodalidad en España
encuentro de laicos, obispos y clero
Este sábado se han presentado en un gran acto en Madrid las conclusiones o "Síntesis" fruto de la infinidad de reuniones que 14.000 grupos sinodales han realizado por toda España respecto al "Sínodo de la Sinodalidad".
La Conferencia Episcopal considera que desde el 17 de octubre han participado casi 220.000 personas (haber ido a una reunión cuenta como participar).
Al acto de presentación de este sábado han acudido 58 obispos, el Nuncio, 80 sacerdotes, 360 laicos y más de 100 representantes de la vida consagrada en representación simbólica de los participantes. El secretario general del Sínodo de los Obispos, cardenal Mario Grech, se ha hecho presente con un vídeo mensaje, animando al "estilo de sinodalidad escuchando a todos, sin excluir a ninguno”.
Han dirigido unas palabras a los asistentes dos de los miembros del Equipo Sinodal de la CEE, su secretario, el sacerdote Luis Manuel Romero, y Olalla Rodríguez, laica perteneciente a la Renovación Carismática. Dirigió una oración al Espíritu Santo la Hna. María José Tuñón, también miembro del equipo Sinodal.
Además, durante toda la jornada está expuesto el Santísimo en la capilla de la Fundación Pablo VI, acompañado en todo momento por miembros de la Adoración Nocturna Española (ANE) y de la Adoración Nocturna Femenina Española (ANFE).
El documento de síntesis es debatido por la tarde por los asistentes al acto y una síntesis posterior se enviará a la Secretaría General del Sínodo "junto con todos los materiales y anexos recibidos".
El documento de Síntesis tiene 15 páginas de texto y se puede leer aquí (en PDF).
Seleccionamos 20 ideas del documento que nos parecen especialmente reveladoras e interesantes:
1. Extensión del Sínodo.
"Han participado en España 14.000 grupos sinodales que han implicado a más de 215.000 personas, en su mayor parte laicos, también consagrados, religiosos, sacerdotes y obispos. Se han involucrado las 70 diócesis, con 13.500 grupos parroquiales, numerosas congregaciones religiosas y 11 CONFER regionales, 215 monasterios de clausura, 20 Cáritas diocesanas, 37 movimientos y asociaciones laicales, 21 institutos seculares".
2. Un precedente: el Congreso de Laicos de 2020.
"Ha tenido como referente inmediato el Congreso de Laicos, celebrado en el mes de febrero de 2020. Aquella experiencia, que identificó en sus conclusiones cuatro itinerarios para avanzar hacia una Iglesia en salida –primer anuncio, acompañamiento, procesos formativos y presencia en la vida pública– y dos claves transversales –sinodalidad y discernimiento–, se ha visto ahora reforzada".
3. El Sínodo ha ido creciendo por los laicos, no por los sacerdotes.
"El proceso sinodal ha ido creciendo con el paso del tiempo. Con el transcurso de las semanas se han ido incorporando nuevos grupos gracias al entusiasmo mostrado por sus dinamizadores –sobre todo los laicos, más motivados inicialmente que los sacerdotes".
4. ¿Quién ha participado en los grupos?
"La participación ha sido principalmente de personas ya implicadas en la vida de la Iglesia, mayoritariamente mujeres. Ha resultado escasa la respuesta de los jóvenes y las familias y también entre los alejados y las personas no creyentes, aunque los que han participado expresaron su sorpresa por el interés de la Iglesia en saber su opinión".
5. Había mucha desconfianza hacia el Sínodo: ¿por qué?
"Hubo también dudas en torno a la utilidad de esta fase sinodal, por dos motivos: por un lado, porque, como consecuencia de experiencias negativas anteriores, se suscitó una cierta desconfianza sobre los frutos que podrían originarse en este trabajo sinodal; por otro lado, por la desconfianza en torno a que las aportaciones llegaran realmente a ser escuchadas, discernidas e incorporadas. Entre las sorpresas no ha sido menor comprobar cómo, al avanzar en el camino, todo iba encontrando sentido y se fortalecía la vocación, el compromiso y la experiencia sinodal: al andar se ha hecho camino".
6. En cada reunión se invocaba al Espíritu Santo.
"El trabajo se ha realizado en cada una de las sesiones tras la oración y la invocación al Espíritu. Esta oración comunitaria ha servido para tomar conciencia de que los cristianos iluminamos nuestra vida a través del discernimiento, en el que dejamos que el Espíritu de Jesús nos habite y nos conduzca".
7. La síntesis acumula ideas, no es un discernimiento.
"Nuestras síntesis son más bien un sumatorio de aportaciones, con el deseo de recoger todas las voces, que el fruto de un ejercicio de un discernimiento, tarea que, sin embargo, hemos de realizar una vez culminada la primera fase del proceso sinodal, pues así se nos pide desde la Secretaría General del Sínodo".
8. Conversión y encuentro con Cristo, o nos secularizaremos.
"Renovar el encuentro con Jesús, el Señor, es el punto de partida de cualquier proceso de cambio para dar respuesta a las urgencias que estamos detectando. No podemos ser creíbles en el exterior si no cuidamos el interior. Nos preocupa la secularización de los bautizados, la pérdida de la identidad cristiana de los creyentes y, por derivación, de las estructuras".
9. La liturgia en España es fría.
"La liturgia –a pesar de su importancia como instrumento privilegiado de santificación, de conversión y de evangelización, así como de edificación de la comunidad– se vive de una forma fría, pasiva, ritualista, monótona, distante. Ello es así en gran medida por las carencias formativas sobre sus contenidos, que lleva al desconocimiento de lo que es y significa, y por la falta de participación en su desarrollo, que conduce a la indiferencia".
10. ¿Cómo gestionar unidad y diversidad?
"Se valora mucho la parroquia como principal espacio para el ejercicio de la vida cristiana, como lugar de comunión, de cercanía, que ayuda a superar el individualismo [...] Hemos de recuperar el valor de la comunión eclesial sobre la vivencia de lo particular o grupal, que puede llegar a ser excluyente. Aunque apreciamos la riqueza de las distintas realidades eclesiales, tenemos la sensación de que no nos conocemos y andamos divididos".
11. Laicos: hay que formarlos, y pocos se quieren comprometer
En los laicos, "se puede detectar una clara paradoja en las aportaciones. Al tiempo que se ve imprescindible potenciar procesos formativos [para laicos] –integrales y de carácter permanente que conduzcan a un compromiso transformador de la realidad, con una fuerte presencia de la Doctrina Social de la Iglesia–, no asumen esos procesos como propios. No existe un compromiso firme con la formación en el caso de la inmensa mayoría de los fieles. Ello conduce a profesar una fe débil, llena de lagunas y carencias, e incapacita para dar testimonio público de ella, porque se percibe inseguridad, miedo, falta de preparación para el diálogo".
12. La gente pide a los pastores valentía y claridad
"Los laicos piden a sus pastores valentía y mayor claridad en temas complejos que generan gran debate social".
13. Clérigos posesivos y laicos acomodados o temerosos
"Hay clericalismo bilateral, es decir, un exceso de protagonismo de los sacerdotes y un defecto en la responsabilidad de los laicos. Vemos que tiene una doble causa: por un lado, los sacerdotes, por inercia, desempeñan funciones que no les son propias y no impulsan la corresponsabilidad laical; por otro lado, los laicos no asumen su papel en la edificación de la comunidad, por comodidad, por inseguridad, por miedo a equivocarse o por experiencias
negativas anteriores".
14. Las reuniones han de servir a la misión
"Encontrarnos, escucharnos, dialogar, reflexionar, discernir juntos son acciones con efectos positivos en sí mismas, pero no se entienden si no es con el fin de impulsarnos a salir de nosotros y de nuestras comunidades de referencia para la realización de la misión".
15. La Iglesia tiene mala imagen porque no sabe comunicar
La Iglesia, en la sociedad actual, "es vista como una institución reaccionaria y poco propositiva, alejada del mundo de hoy. En parte, consideramos que la responsabilidad es nuestra, porque no sabemos comunicar bien todo lo que somos y hacemos". "La sensación de que no llegamos a la sociedad y de que los prejuicios contra la Iglesia son insalvables nos conduce a un profundo desánimo que dificulta la presencia evangelizadora y transformadora de la realidad". Los participantes sinodales ven "urgencia de una mayor presencia en los medios de comunicación generalistas, tanto en los tradicionales como en los nuevos espacios virtuales, unida a un mejor aprovechamiento de los medios propios".
16. ¿Líderes cristianos en la vida pública? Faltan, hay que formarlos y acompañarlos
"Los laicos son conscientes de estar llamados a hacerse presentes en la vida pública. Cuesta atender esa tarea, en parte porque no sienten el apoyo y el acompañamiento de la comunidad. Se anhelan líderes cristianos en los diferentes ámbitos de la vida pública –política, economía, educación, cultura…– y se ve imprescindible impulsar procesos de formación de estos laicos cristianos que viven la caridad política, así como de acompañamiento en el desarrollo de sus tareas".
17. Insisten: acompañar a laicos en vida social y política
"Resulta imprescindible potenciar la presencia acompañada de los laicos en el entramado social: asociaciones de vecinos, sindicatos, partidos políticos, economía, ciencia, política, trabajo, medios de comunicación, entre otros. Conviene superar un estilo de vivir la fe “hacia dentro”, que se reduce a la práctica de los sacramentos y no sale al encuentro de las personas en la vida social y hasta las periferias".
18. Pero, ¿qué es eso del discernimiento?
"El discernimiento se ve como un complemento necesario de la sinodalidad y un instrumento eficaz para evitar el clericalismo. Más en concreto, algunos grupos destacan que los cauces para el discernimiento son, entre otros, los espacios sinodales ya existentes, tales como los consejos parroquiales y diocesanos y las comunidades de referencia donde se comparte la vida y la misión. Aunque no tenemos experiencia suficiente de qué es el discernimiento y cómo podemos llevarlo a cabo en nuestras comunidades". "El discernimiento es una clave verdadera para realizar la necesaria conversión en la Iglesia y para transformarnos en discípulos misioneros".
19. Cambios a nivel parroquial
"El mapa parroquial actual muestra una realidad que corresponde al pasado porque en muchos lugares la parroquia ya no es una realidad pastoral viva, sino un territorio de misión. En la España rural hay que organizar una nueva forma de presencia de la Iglesia con sinergias en la vida parroquial y un mayor compromiso de los fieles laicos. Poner en marcha, allí donde no existen, los consejos parroquiales y de asuntos económicos o, en su caso, renovarlos, haciendo de ellos verdaderos espacios sinodales. Conviene también considerar sobre qué temas los consejos parroquiales o de economía pueden ser deliberativos, con la participación de los laicos. Favorecer los pequeños grupos de fe que se alimentan a diario de la Palabra
y que juntos profundizan en su vivencia cristiana. Han de cuidarse y alimentarse".
20. Propuestas a nivel diocesano
"Dar mayor protagonismo a los movimientos eclesiales, las cofradías y hermandades, y a la vida consagrada y monástica en la elaboración de los planes diocesanos. Su aportación puede contribuir a la renovación de la Iglesia, sobre todo a través de los consejos diocesanos de pastoral. Desarrollar y aumentar el número de ministerios formalmente reconocidos para los laicos: ministros de liturgia, de la Palabra, de Caritas, de visitadores, de catequistas. Priorizar el trabajo en red de todas las realidades que existen en las diócesis".
Vídeo motivacional-musical del Sínodo en España.
Pablo J. Ginés, ReL
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