Su vida es una aventura de amor. Su día a día con una familia numerosa y su testimonio cristiano en las alegrías y las adversidades ha cautivado a miles de personas en las redes sociales. Les ha convertido en influencers
Irene e Israel se conocieron con 17 y 18 años respectivamente en una Jornada Mundial de la Juventud en Francia. Muy jóvenes experimentaron lo que se conoce como «amor a primera vista», o como dice Israel «nos hicimos tilín desde el principio».
No sabían entonces el camino apasionante que les esperaba juntos. Con muchas alegrías, pero con un amor forjado también a base de dificultades. Tanto que contando su historia y la de su familia han sumado 137 mil seguidores en Instagram.
Una gran familia
Ahora tienen una familia increíble. Diez hijos (la mayor ya en la Universidad y el pequeño, un bebé).
Cuentan la historia de Nazaret, la cuarta, quien murió al nacer. Irene estaba embarazada de 6 meses. Se encontraba mal. La bolsa estaba llena de sangre. Detectaron que Irene tenía cáncer en la placenta. Tuvieron que apoyarse en la oración.
Decidieron no abortar y seguir pese a que les anunciaban que la niña seguramente no naciera con vida. Provocaron el parto bajo recomendación médica. Y así fue.
«Dios nos puso una prueba, la peor situación del matrimonio» – cuenta Israel. Estaban viviendo un proceso de cierto alejamiento de la Iglesia, pero en estos momentos de dificultad vieron que su camino estaba en seguir la voluntad de Dios. «Entendimos que el Señor hace las cosas por algo».
El milagro de su tercer hijo
«Con el tercer hijo tuvimos un buen susto» – relata el matrimonio. Fernando nació prematuro «pero dentro de eso las cosas eran normales» – Hasta que le detectaron meningitis bacteriana.
«Nos dicen que iba a fallecer a lo largo del día» – cuenta Irene. «Me senté en el suelo a llorar. Llegó mi hermano a conocer al niño, y cuando se lo cuento no se extraña nada. Algo intuía».
El hermano le relata como su hija, la sobrina de Irene, de excursión ese día en el colegio, recibió una estampita de Teresa González de Quevedo, una monja en proceso de beatificación que había muerto con 19 años de meningitis a principios del siglo XX. Sintió que tenía que traerles esa estampita.
Esa misma tarde, dejaron a los padres entrar a una última visita a la UCI al bebé. Y fueron con esa estampita: «Quedamos en que cuando se produjera el fallecimiento les llamaban». Volvieron a casa e Irene se quedó dormida. Tuvo una especie de revelación, «un sueño muy vivo» en sus palabras que le dieron paz.
Al día siguiente fueron al hospital y escucharon de los médicos: «no sabemos lo que ha pasado, el niño está bien».
Influencers
Irene tenía como objetivo «normalizar vida de los católicos». «Yo cuento desde el milagro que Dio ha hecho con mis hijos hasta de dónde me compro las botas», cuenta para resumir el contenido de su cuenta. Pero lo que recibe a cambio… «Que gente a la que no conozco de nada me abra su corazón de esa manera… ¡buf!».
Mientras, Israel, en su cuenta todo pasa por el humor y el amor. Lo más gratificante es cuando le dicen cosas como «gracias a vosotros me estoy planteando volver a la fe». Sus cuentas en Instragram son @soyunamadrenormal y @soyunpadrenotannormal
Vídeos sobre la belleza del matrimonio
La historia de la familia de Irene e Israel se puede ver enque es el segundo capítulo del proyecto audiovisual “En las buenas y en las malas”, de la Fundación Gospa Arts. Con ellos pretenden mostrar al mundo la belleza del matrimonio y la familia.
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