En Aleteia sentimos que esta oración es esencial y tiene un significado profundo. Oremos juntos por la paz, encomendando Ucrania al buen Dios y a la Santa Madre
Hemos rezado ya un segundo rosario internacional en Aleteia. Gracias por unirse a tantos en esta oración común por la paz.
En nuestra primera cita del rosario, ¡éramos más de 33.000! La oración fluyó por todo el mundo: desde Polonia, Alemania, España, México, Francia, Eslovenia, Estados Unidos y muchos otros países.
Queremos seguir. Confiamos en que cuando recemos juntos el próximo «Avemaría», experimentemos también la paz.
Si quieres que te avisemos del próximo Rosario Internacional por la Paz, por favor haz clic en el botón de abajo y déjanos tu dirección de correo electrónico.
Perseveremos en la oración en este momento tan difícil para todos, recordando a quienes hoy más necesitan apoyo espiritual.
A las madres y los niños que huyen de la crueldad de la guerra; a los padres, hijos, hermanos que tienen que ver cómo sus seres queridos se alejan cada vez más; a las personas mayores para quienes la huida de Ucrania a menudo está más allá de sus fuerzas.
A los políticos ucranianos que necesitan fuerza y sabiduría como nunca antes.
Oremos también por aquellos del otro lado de la frontera que están listos para apoyar a los refugiados día y noche. Por personas de gran corazón, de diferentes países que traen ayuda, y por quienes abren las puertas de sus hogares a los refugiados.
El rosario internacional de Aleteia
Hoy, como nunca antes, sentimos que esta oración es esencial y tiene un significado profundo.
Y creemos que cuando rezamos juntos, pidiendo al buen Dios el fin de la guerra en Ucrania y encomendando este país a la Virgen María, pueden ocurrir milagros.
Esperamos que estés con nosotros todos los jueves a las 17:00. Los representantes internacionales de Aleteia y nuestros lectores de todo el mundo rezarán en el Rosario on line. ¡Únete y tú! Invita a tu familia y amigos a orar juntos.
Nos encontramos en el perfil de Facebook de Aleteia.
¡Y recuerda! ¡Hay un poder tremendo en la oración! No perdamos la esperanza.
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