La comida y la bebida pueden estar entre nuestros puntos de lucha para ofrecer sacrificios durante la Cuaresma. ¿Por dónde empezar?
La Cuaresma es una oportunidad para meditar sobre nuestro diario caminar. Es un tiempo de preparación para la Pascua, de reflexión que nos invita al arrepentimiento y a comprometernos a mejorar.
En este peregrinaje de preparación la Iglesia nos recomienda 3 prácticas cuaresmales: el ayuno, la oración (que es una condición indispensable para el encuentro con Dios) y la limosna.
Pero en esta oportunidad además les invito a plantearse al menos un propósito para cumplir en la Cuaresma. Para ello, es necesario dedicar unos minutos del día para analizar nuestra conducta. Pensar para conocer en qué estás fallando, si estás cuidando bien tu salud, tu cuerpo, si te estás alimentando adecuadamente… ¿Estás comiendo más de lo que necesitas?, ¿por qué lo haces?
Luego de reflexionar sobre ello podemos proponernos comenzar a hacer un cambio saludable en nuestros hábitos alimentarios y así cuidar más nuestro cuerpo y mente. Para comenzar debemos plantearnos una meta clara y sencilla día a día, por ejemplo “hoy no voy a comer un alimento ultraprocesado”, otro día “hoy cocinaré una comida con vegetales”, “hoy incluiré una fruta más durante el día” y así poco a poco alcanzar un propósito más grande, “evitar comer en exceso”.
Es un modo de cuidarnos, de cuidar nuestro cuerpo y mente. Es muy importante mirar hacia adentro de nosotros y encontrar las razones de por qué no nos preocupamos por nuestra salud, de lo que comemos y cuánto comemos.
Comer en exceso puede ser perjudicial para nuestra salud, por eso Dios nos invita a tomar consciencia de nuestros errores y a que cobremos ánimo para tomar la decisión de cambiar eso que nos está haciendo daño.
Dejar de comer en exceso no se logra de la noche a la mañana, es necesario crear un buen hábito todos los días con paciencia. Por eso para ayudarte a cumplir ese propósito saludable en esta Cuaresma te dejo algunos consejos.
Consejos para cumplir el propósito de la Cuaresma: evitar comer en exceso
- Evitar las distracciones a la hora de comer. Hay estudios que comprueban que comer distraído (televisión, celular, computadora, entre otros distractores) lleva a consumir más calorías en esa comida.
- Conocer tus debilidades. Pensar cuáles son esos alimentos que son difíciles evitar comer si los tienes en casa (por ejemplo, snacks, papitas, chocolates, galletitas) e intentar no comprarlos ni tenerlos guardados en casa. Puedes sustituir esta costumbre por tener a mano, en el refrigerador, fruta cortada en trozos, una mezcla de cereales y frutos secos, vegetales cortados en bastón con hummus… Es una opción saludable para ir disminuyendo las ganas de comer en exceso.
- Comer consciente. Enfatizar en el momento de comer, estar consciente de lo que estamos comiendo, de nuestras emociones, pensamientos y sentidos es fundamental para evitar comer de más. Esta conducta es efectiva para reducir los atracones, comer en exceso y comer emocionalmente. Para llevar a cabo esta práctica es necesario: tomar pequeños bocados, masticar bien los alimentos, estar consciente de los sentidos y de nuestra saciedad.
- Que no falte la proteína en la comida. La proteína ayuda a brindarnos saciedad, algo elemental si no queremos comer de más. Podemos utilizar proteínas de origen animal como las carnes rojas, pollo, pescado, huevo o también podemos incluir la de origen vegetal: soja, garbanzos, lentejas, quinoa, frutos secos, semillas….
- Planificar las comidas. Es una ayuda para no recurrir a lo primero que tenemos a mano, o a picotear antes de las comidas o a comprar algo ya de entrada poco saludable. En cambio, si disponemos de unos minutos al día para organizar las comidas semanales, además de comer más sano, será más económico.
- Romper viejos hábitos. Sabemos que no es una tarea fácil eliminar viejos hábitos alimentarios, pero con perseverancia y creatividad se puede modificar por uno nuevo y más saludable. Por ejemplo, si en la noche nos gusta sentarnos en el sillón a mirar algo y comer helado, primero tratemos de sustituir el helado por un snack saludable o una fruta cortada en trozos y luego por elegir solo algunos días en la semana para hacerlo.
- Mantener ciertos alimentos fuera de nuestro alcance. Hay alimentos que por su alto contenido en azúcares, grasas y sodio nos hacen comer más, porque nos generan una gran sensación de placer. Estos por lo general son alimentos ultraprocesados que debemos evitar comprar con frecuencia.
Algunos de estos ultraprocesados son productos como galletas, pizzas congeladas, productos de pastelería, papas chips, snacks, chocolates, golosinas, embutidos, postres lácteos, jugos, refrescos, salsas (tipo mayonesa, ketchup, mostaza), condimentos como crema de verduras y caldos vegetales, entre otros.
- Revisar cada noche si has podido cumplir el propósito del día. Es importante para mantener en la mente el propósito principal todas las noches revisar si has logrado algo. Además es una buena forma de motivarnos a seguir con este cambio si vemos que estamos logrando cumplir con nuestras metas diarias.
María Eugenia Brun, Aleteia
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