domingo, 17 de enero de 2021

Un policía adopta a una niña que atendió tras sufrir abusos


Brian ZACH

I

Cuando el teniente de Policía Brian Zach se fue a trabajar un día de marzo de 2018, no tenía ni idea iba a cambiar la vida de una niña para siempre.

Cuando el agente de policía estadounidense Brian Zach se fue a trabajar un día de marzo de 2018, no tenía ni idea de que estaba a punto de cambiar la vida de una niña para siempre.

Este teniente del Departamento de Policía de Kingman (Arizona), acudió a una casa donde se encontró con una niña de no más de dos años llamada Kaila. Había sido víctima de abusos. La niña sintió apego hacia Zach esa misma noche, ya que ambos pasaron un tiempo agradable pintando y comiendo juntos.

Kaila necesitó ser tratada por sus múltiples heridas y Zach se marchó a casa, donde compartió con su esposa sus deseos de cuidar de la pequeña.

Padres de acogida

El policía, padre de dos hijos explicó a Good Morning America (GMA) que mientras los cuidadores de Kaila estaban siendo procesados por sus abusos no había espacio para la niña en los servicios de protección al menor. De modo que Zach y su esposa aprovecharon la acoger  a Kaila a su hogar hasta que se llegara a una solución más permanente.

“Llegó con una cantimplora de bebé, una maleta con ropa que no le venía bien y punto”, comentó el bondadoso agente de policía. Sin embargo, después de unos pocos días se adaptó rápidamente a la vida familiar de los Zach, que rápidamente se convirtieron en “papá” y “mamá”.

Sin embargo, para la familia, la posición de Kaila no era certera.

“Vivíamos cada semana sin saber si iba a regresar con sus padres biológicos o cuánto tiempo íbamos a tenerla con nosotros. Nuestro objetivo era dar amor y cuidados a esta pequeña tanto tiempo como fuera necesario”.

La adopción

Felizmente, 30 meses después de que los Zach recibieran a Kaila en su hogar, la niña de 4 años se convirtió en un miembro oficial de la familia, según dictaminó el Tribunal Superior del Condado de Mohave en la Ciudad de Lake Havasu.

Rusty Cooper, jefe de policía de Kingman, explicó a GMA que “el compromiso del teniente Brian Zach por la seguridad pública se ve ejemplificado en su compromiso y amor por Kaila. Tanto Brian como su esposa son unos padres estupendos. Están comprometidos con el servicio a los demás y con una causa mayor que ellos mismos”.

Los Zach consideran que su misión es ayudar a otros niños necesitados de un hogar. La pareja intenta animar a otros a adoptar al indicar que todos los esfuerzos necesarios a lo largo del proceso de adopción “merecen la pena”.

Una historia llena de ternura en la mirada de un padre admirable 

Cerith Gardiner, Aleteia

Vea también    La Familia transmisora de la Fe


No hay comentarios:

Publicar un comentario