
La familia está alrededor de la Corona de Adviento. La luz debe ser tenue pero suficiente para leer cada oración. Hoy encenderemos la primera y la segunda vela.
Segundo domingo: Paz
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Guía: Querida familia, hagamos oración en silencio:
"Deseamos, Señor, con esta segunda luz que encendemos, que intensifiques el resplandor de tu rostro para los que viven en tinieblas y en sombras de muerte. Que la Luz de tu presencia, manifestada en nuestras vidas, nos haga percibir nuestras orgullosas vanidades y nuestros abismos de pecado.
Equilibra y allana nuestras vidas, Señor, y haznos caminos de acceso hacia Ti para los hombres en destierro, alejados de Ti y de los hermanos. Señor, para que seamos contigo luz atrayente y seductora, Te lo pedimos a ti, que eres nuestra luz, y que vives y reinas por los siglos de los siglos".
Todos: Amén.
(Alguno de los presentes hace la lectura)
Escuchemos el santo Evangelio según San Mateo
( Mateo 3, 1-12)
En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.
Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río.
Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su conversión y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego.
Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue” .
Palabra del Señor.
Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciente la lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene.
(Alguno de los presentes enciende la vela)
Oremos
"Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros como un símbolo, encendemos dos velas. El viejo tronco está rebrotando, florece el desierto…. La humanidad entera se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne. Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brote, para que florezca, para que nazca y mantenga en
nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto Señor!"Todos: Amén.
(Se puede entonar un canto).
Mónica Muñoz, Aleteia
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