Se celebra cada 12 de marzo desde 2021 para desmentir que la identidad trans es innata e inamovible
Manifestantes detrans, durante la celebración el 12 de marzo del Día de concienciación de la detransición o Detransition awareness day.
A los 10 años, la pequeña Nik trataba de superar el acoso y abuso sexual sufridos un año antes cuando el algoritmo de YouTube comenzó a bombardearla con vídeos sobre menores denominados transgénero. Entonces no achacaba su incipiente disforia a los abusos del pasado, así que pasó a identificarse como chico y a presentarse como Lucas.
“Los abusos estaban relacionados con mi cuerpo femenino, solo quería escapar de ser mujer lo máximo que pudiese, y lo logré intentando ser un chico”, contó a Post-trans. Pero aunque se identificaba como tal, admite que nunca quiso serlo: “Simplemente no quería ser yo misma”.
"Conocí el cristianismo y después la disforia comenzó a desaparecer"
Con 16 años, tras seis en la incertidumbre LGTB, conocer el cristianismo fue para ella como hallar una base sólida sobre la que afirmar su identidad.
“Por primera vez, sentí que Dios me hablaba. Me convertí a la Iglesia ortodoxa y descubrí mi rol como mujer. Dios me había creado con un don precioso, pero había rechazado mi esencia. A través de la oración, me acomodé al rol que Dios me había asignado. En torno a los 17 años, mi disforia comenzó a desaparecer tras sanar de mis traumas y aferrarme a mi feminidad”, cuenta la joven.
Hoy, Nik admite vivir con orgullo su feminidad, y el embarazo que antes odiaba o temía es ahora una de sus mayores ilusiones en la vida, sintiéndose afortunada de no haber dado el paso de la mutilación quirúrgica.
Día de la concienciación sobre la detransición
El de Nik es solo uno de los miles de testimonios de los llamados “detrans”, en referencia al proceso de “detransición” que llevan a cabo al abandonar los postulados y práctica de las doctrinas transgénero.
Se trata de historias que cobran especial relevancia cada 12 de marzo, cuando se celebra el Día de la concienciación sobre la detransición -Detrans awareness day-. Surgida en 2021, la jornada nace con el objetivo de visibilizar la realidad silenciada pero creciente de miles de personas que abandonan su proceso de transición, normalmente tras la manipulación en redes sociales o negligencias por parte de los especialistas de la salud mental.
Como parte de la jornada, la organización Contra el borrado de las mujeres ha publicado un artículo donde profundiza en el perfil de los llamados detransitioners, en los motivos que les llevan a comenzar y abandonar la transición o en la influencia que tienen en la misma las redes sociales.
Entre otros aspectos, se detalla que el deseo de detransicionar responde generalmente al incumplimiento de las expectativas que les prometieron a estos jóvenes.
También influyen otros factores: “No se han solucionado los problemas subyacentes que achacaban a haber “nacido en el cuerpo equivocado”, descubren que su aspecto físico nunca será el esperado y comprenden que dieron su consentimiento a tratamientos y cirugías irreversibles sin tener conciencia plena de lo que implicaba porque eran demasiado jóvenes”.
Detrans: de la inexistencia a la vulnerabilidad
Una de las principales denuncias de las organizaciones que acogen a los “detrans” es que generalmente no se abordan en profundidad los problemas de salud que afectaban a los que comenzaron el proceso.
Otra de las principales carencias por parte de la administración es la práctica inexistencia de los estudios que definan, valoren y cuantifiquen el fenómeno detrans, lo que probablemente podría de relieve el fracaso de los postulados transgénero.
Por una parte, se Contra el borrado de las mujeres advierte de una vulnerabilidad del colectivo “detrans” que en el plano médico se plasma en las secuelas del uso de los cada vez más cuestionados bloqueadores de pubertad y hormonas de sexo cruzado, pro especialmente de la mutilación quirúrgica:
“De enorme impacto son los efectos irreversibles de cirugías que modifican el cuerpo y/o su aspecto físico (mastectomías, histerectomías, orquiectomías) y que les privarán para siempre de la posibilidad de tener hijos o de la función sexual, y que implican además un gran peligro de complicaciones y efectos secundarios indeseados. Si bien a la transición se asocia obligatoriamente una medicalización de por vida… a la detransición se le añade la falta de estudios y protocolos sanitarios para tratar su condición específica”.
Sin protocolos para atender a los "detrans"
Por el momento, en buena parte del mundo se carece de un protocolo sanitario que acompañe a los “detrans”, salvo casos concretos como Reino Unido, remarcándose la dureza del proceso para quienes lo viven en soledad:
“Paradójicamente, las personas `detransicionadoras´ se enfrentan al rechazo y la exclusión por parte de los colectivos LGTBI que las animaron, acogieron y aplaudieron en su transición y que señalan su arrepentimiento como indicador de que no eran verdaderas trans. Lo cierto es que las detransiciones desmienten uno de los mitos fundacionales del transactivismo: el que afirma que la identidad trans es innata, inamovible y real”.
En último lugar, CBM denuncia en este Día de la concienciación sobre la detransición una “invisibilización de las personas detransicionadoras en los ámbitos legislativo, sanitario y de los medios de comunicación” que sólo puede explicarse “desde un punto de vista político e ideológico”:
“La existencia de personas detransicionadoras destroza los relatos de una identidad de género innata, de la idoneidad de las terapias de afirmación de género y de la reversibilidad de las consecuencias de tratamientos hormonales y quirúrgicos. Afortunadamente, empiezan a salir a la luz cada vez más casos a consecuencia de las denuncias que estas personas están presentando en diferentes países. Los testimonios de las mujeres que detransicionan hablan de rechazo, de estigma, de abandono por la comunidad médica, de la conciencia dolorosa de haber cometido un error que muchas veces es irreparable”, concluye el comunicado de Contra el borrado de las mujeres.
José María Carrera, ReL
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