martes, 4 de marzo de 2025

Fin del mundo, misa tradicional, críticas al Papa, el plan del demonio… Munilla habla en Aladetres

También abordó «el retorno de los brujos»,
la guerra espiritual o su opinión sobre la Iglesia ante el mundo


El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, acaba de ser entrevistado por Aladetres, uno de los podcasts de contenido cultural y religioso más relevantes de la actualidad. En sus cuatro años de recorrido, el canal dirigido por Lluís Gracia y Pablo Canela ha recibido más de 50 millones de visualizaciones y cada semana comparte entrevistas con sus casi 370.000 suscriptores, frecuentemente de aspectos polémicos o que suelen ser silenciados.

"Sí, estamos en guerra espiritual"

Ejemplo de ello fue el mismo planteamiento sobre la existencia o no de una “guerra espiritual”, que el obispo afirma vigente “desde la rebelión angélica” y, especialmente, “desde que esos ángeles que se rebelaron fueron derrotados por Jesucristo”.

Sí, estamos en guerra espiritual. Y ay de aquel que no sea consciente de ello y diga que no se mete en guerras, pues sin darse cuenta, ya está siendo subyugado”, comentó.

Frente a la indiferencia, el obispo rescató grandes referentes de la lectura espiritual como Tomás de Kempis para remarcar que “la vida es milicia, una gran batalla que tenemos que enfrentar. Con la confianza de que no estamos solos, tenemos que librar una batalla que ya está ganada en Cristo, pero esa victoria tiene que ser acogida libremente por cada uno”.

¿Son los fieles conscientes de esa guerra? Munilla respondió estableciendo una primera distinción entre quienes “aman la tradición, las Escrituras y quienes tienen conciencia de la riqueza espiritual y de los santos” frente al que profesa un “cristianismo sociológico” o que vive “desapegado” de la Escritura o la tradición.

Los primeros “posiblemente sean conscientes, porque la revelación y la tradición les abre los ojos. En los otros, su grado de mundanidad es suficiente como para no ser conscientes de que viven en el fragor de la batalla”.

Policía mediática del pensamiento único

Unas coordenadas que se sucedieron durante toda la entrevista, como también sucedió al ser preguntado por la postura de la Iglesia ante un supuesto “pensamiento único”.

En opinión del obispo, a la mencionada “influencia de la mundanidad” se une la implantación de una “ideología unitaria y pensamiento único” que ha llegado a ser “obligatorio”, de modo que “quien pretenda tener una objeción frente a esa cultura de la cancelación va a tener problemas”.

Aunque estableció una distinción, subrayó algunas analogías entre las masacres de cristianos en Nigeria y la “persecución de guante blanco” que se sucede en Occidente.

Para Munilla, los cristianos del primer mundo enfrentan actualmente una “imposición, miedo y presión” provocadas por una “policía mediática” dirigida por una “imposición sociopolítica del pensamiento”.

En este sentido, el obispo advirtió de la pérdida de “frescura evangélica” que se aprecia al emplear un lenguaje bajo los efectos de esa “presión del pensamiento que puede quitarnos la libertad de los hijos de Dios”.

La libertad de predicar, en riesgo

“Corremos el riesgo de que nos quiten la libertad de la predicación de la Palabra de Dios y de que nuestra manera de expresarnos sea con un lenguaje plano, que tiene miedo de ser juzgado en cada momento, en cada frase que se pronuncia”.

Por ello, el obispo aludió a un “reto clave para la evangelización” como es la de “no tener miedo”. Una máxima evangélica que debe ser escuchada frente a las intervenciones de esa “policía mediática. Debemos conseguir que los fieles escuchen la voz del pastor directamente, no tamizada por determinados medios de comunicación”.

Misa tradicional y críticos con Francisco

De entre las muchas polémicas que rodean al papado de Francisco, Lluís García no dudó en preguntarle por su posicionamiento respecto de una misa tradicional duramente cancelada por el pontífice.

El obispo respondió acudiendo a la normalización de Benedicto XVI del rito tradicional de la misa.

En opinión de Munilla, la decisión respondió al deseo de atraer a "grupos que se habían alejado" y de difundir la “comprensión de la riqueza de la liturgia”, si bien "su intención no era que la tradicional fuese la forma ordinaria de celebrar la liturgia”.

En este sentido, Munilla reiteró su postura de que la misa por rito tradicional no se celebre semanalmente, como sí ocurre en otras diócesis españolas.

“Creo que no sería prudente que todos los domingos se asista a este rito. Si [el fiel] no se integra en su comunidad parroquial, iría en detrimento de nuestra unidad y comunión”, expresó el obispo.

Respecto a los críticos con el pontificado vigente, Munilla llamó a “no confundir el magisterio con el carisma” antes de proponer una “lectura en clave de continuidad” entre Benedicto XVI y el Papa Francisco.

El obispo José Ignacio Munilla con Lluís Gracia y Pablo Canela.

El obispo José Ignacio Munilla, durante su participación en el podcast Aladetres, junto a Lluís Gracia y Pablo Canela.

¿El fin de los tiempos?

Ya sea por la citada profecía de Nostradamus, por la popularidad de herramientas como el llamado “reloj del Apocalipsis” o ante hipotéticos videntes de revelaciones privadas, la del fin de los tiempos es una cuestión presente ante la que el obispo llama a poner sentido común.

Y es que, para él, no tiene sentido siquiera plantearse la posibilidad del evento, pues no solo será un episodio sucederá “en la misma muerte de cada uno con el juicio particular”, sino que lleva a “descentrarnos de lo esencial”. El mismo obispo concedió que “existen signos apocalípticos”, pero “como los ha habido desde el principio de los tiempos, y a nosotros no nos toca concretarlos en fechas y horas”.

Consciente de que “hay muchas almas buenas que sufren por no discernir en Internet o al recibir la noticia de la vida eclesial”, el obispo llamó a recuperar la paz. “Sabemos todo lo que tenemos que saber, Dios nos lo ha revelado y en su revelación tenemos todo lo necesario para vivir con las lámparas encendidas esperando al esposo. Lo que nos toca es vivir con la lámpara encendida, con deseo de santidad, sin que todas las noticias que sobrevienen nos vuelvan locos”, alentó.

La estrategia del demonio

Entre otros temas, el obispo fue preguntado por la intervención extraordinaria del demonio en el día a día desde su experiencia asistiendo a exorcismos. Sin embargo, reiteró que la forma en que más comúnmente actúa es siguiendo una estrategia definida en la normalidad día a día.

“Siempre tiene un plan, no se conforma con un mal, siempre está detrás buscando el siguiente. Quiere que te alejes de Dios y no para. Cuando has caído, piensa en la siguiente”; mencionó. Munilla detalló que, para lograrlo, el demonio “sigue una estrategia” que pasa por un primer paso, el hacer al hombre depender de los “falsos dioses” del placer, la riqueza o el poder. “Detrás de ese falso endiosamiento viene la desesperanza. La clave para desarmar al maligno y cortar esa estrategia es la humildad de quien pide la misericordia”.

El regreso de los brujos: Nueva era y ocultismo

En último término, el obispo se refirió al auge de las prácticas ocultitas y de la Nueva Era como “un retorno de los brujos”, en el que “olvidando que Dios se ha revelado, se da un intento de conexión con el mundo espiritual como si Dios no hubiese indicado el camino para llegar a él”.

Munilla recordó el caso de una mujer que, atrapada en la nueva era, los miembros de su secta le permitieron rezar el Ave María suprimiendo parte de su final. Concretamente el “ruega por nosotros pecadores”.

Para el obispo, el ejemplo descrito o el ascenso del ocultismo, las sectas o la nueva era forman parte de ese “regreso de los brujos” que intenta sin éxito controlar la dimensión espiritual poniéndola al servicio del interesado.

Concluyó situando la oración que prohibieron mencionar a la víctima de la secta como el arma para enfrentar las estas corrientes en ascenso.

“La frase clave a la que se resiste la Nueva era es `convertíos y creer en el Evangelio, arrepentíos de vuestros pecados. Es nuestra resistencia interior a la gracia, a pedir perdón y misericordia, el momento clave en que un alma se abre a Dios”, agregó el obispo.

José María Carrera, ReL

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