domingo, 16 de marzo de 2025

Esaú espera el bautismo “con ansias”: la Iglesia es más que familia

 

catecúmenos que recibirán el bautismo en Pascua

"Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Miles de catecúmenos de todo el mundo se preparan para escuchar estas palabras la noche de Pascua, cuando reciban el bautismo. A lo largo de la Cuaresma, Aleteia te trae las historias de estos hombres y mujeres felices de convertirse en hijos de Dios. Esau prometió acercarse a la Iglesia durante la pandemia y esta Pascua por fin entrará en ella

La pandemia provocó situaciones límite en muchas personas. Essaú Neira fue una de ellas. Cuando el Covid llevó a su padre al borde de la muerte, este joven peruano, que hasta entonces solo había mirado a Dios desde lejos, entró en un templo, rezó sinceramente, y prometió acercarse más a la Iglesia.

“La desesperación la abocas en un altar cuando un familiar se quiere ir, y muestras ese respeto, con el corazón en la mano”, explica a Aleteia. 

“Gracias a Dios se salvó”, recuerda. Y poco a poco el joven fue retomando su rutina: trabajar, ganar dinero, disfrutar de su casa, a 10 kilómetros de la playa de Lima.

“No cumplí la promesa, pero tarde o temprano Dios me la ha hecho cumplir”, asegura el joven.

Una familia en Europa

En diciembre de 2023, decidió irse de vacaciones a un país europeo. Disfrutó del sol, hizo turismo, y visitando a varios familiares se le pasaron los días que la ley le permitía pasar en el país.

Esau quería regresar a Perú pero si lo hacía tendría que pagar una multa y no podría volver en 8 años.

En ese momento, una hermana le invitó a asistir a una iglesia. Allí se encontró con un sacerdote con el que conversó y que le invitó a un retiro de Emaús.

“¿Qué es eso?”, recuerda Esaú que le preguntó al cura. En su país nunca había oído hablar de ello. 

Conoció algunos datos de este retiro espiritual y se apuntó por curiosidad. “El retiro fue muy impresionante, me encantó”, recuerda Esau.

El joven descubrió “una Iglesia cercana, amigable, una comunidad de verdaderos hermanos, algo distinto a lo que vivimos en el mundo”.

“Empecé a engancharme, les contaba mis problemas como a un hermano, me daban consejo, me guiaban, me ayudaban”, continúa Esau.

“En la Iglesia se da un abrazo fraternal sin esperar nada a cambio, como algo familiar”, explica. 

“Creo que son 'más' que mi familia -añade-. En familia sientes unos roces, a veces no te comprendes, pero con ellos no, es un abrazo diferente”.

Esperando el bautismo “con ansias”

El sacerdote le presentó a su padrino y la comunidad le apoyó en su camino hacia el bautismo, que espera “con ansias”. En los últimos meses ha estado formándose en charlas semanales, reuniones, Misas e incluso un encuentro con el obispo. 

Así, el próximo mes de abril Esaú cumplirá su promesa a Dios y recibirá el sacramento de la iniciación cristiana junto con otros catecúmenos en una catedral europea.

“He nacido bendecido y sigo siendo bendecido hasta el día de hoy -reconoce-. Haciendo la voluntad de Dios siempre encontraré personas muy amables, Él siempre me ha sacado de muchos problemas y doy gracias”.

“Antes iba más a la pelea, pero ahora veo las cosas más tranquilo, con paciencia, no hay rencores, voy a Misa -explica-. El cambio ha sido muy grande, y creo que esto recién comienza”.

Patricia Navas, Aleteia

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