martes, 25 de julio de 2023

Vivir en el aquí y el ahora, ¿qué significa?

KOBIETA    

El estar aquí y ahora no puede significar deshacerse del pasado. Podemos ir apartándonos de lo que pasó y vivir solo lo que está sucediendo en el presente. Sin embargo, esta no es una buena estrategia.

Hoy estamos intentando dominar la habilidad de estar aquí y ahora.
Con la prisa constante y gran variedad de tareas cotidianas,
necesitamos un momento de paz y tranquilidad.
Desafortunadamente, hemos perdido la capacidad de
descansar y nos es difícil hacer pausas.

El cumplimiento continuo de las obligaciones en algún
momento podría convertirse en una norma, especialmente
cuando estamos concentrados en estas actividades, no solo
 en nuestro trabajo o durante las tareas domésticas, sino
también durante nuestro tiempo libre.

Hasta cierto punto, esta manera de funcionar puede ser
nuestra ventaja, a menudo vista como la capacidad de
trabajo bajo presión del tiempo, capacidad de realizar
múltiples tareas, orientación a objetivos, etc.

Por otro lado, no será beneficiosa si la voluntad de actuar
es reemplazada por la necesidad de ocuparse constantemente
de algo; en donde no puedes pasar ni un momento de tu vida
sin hacer nada. Además, el exceso de tareas puede llevarnos
no solo al agotamiento de nuestras fuerzas vitales, sino también
a separarnos de nosotros mismos, de lo que experimentamos
dentro de nosotros.

Siempre involucrados

Observando en ti mismo la necesidad de participar constantemente
en diversas tareas y la incapacidad de descansar, puedes intentar
aprender a ser más consciente de ti mismo: de lo que está sucediendo
dentro de ti.

Durante cada día, trata de no enfocarte en lo externo por al menos un momento y dirige tu atención a tus sentimientos y estados internos.
Puedes ver si eres capaz de silenciar tus pensamientos sobre lo que
sucedió o está por suceder.

De esta manera, puedes ayudarte a recuperar el contacto contigo
mismo, conocer tus necesidades y deseos, y así crearte una
«brújula» de la vida que puede ayudarte en el camino hacia la
verdadera realización.

Vive el presente

Mientras tanto, lo de estar aquí y ahora no debe asociarse con
el deseo de “deshacerse” del pasado. Debido a varias experiencias
difíciles, podemos ir apartándonos de lo que pasó y vivir solo lo
que está sucediendo en el presente.

Sin embargo, esta es una estrategia ineficaz porque realmente
no podemos olvidar nuestro pasado. Es posible que no puedas
recordar acontecimientos concretos de tu vida, pero su influencia
todavía está presente en las situaciones que vives actualmente.

Recuerda que cuanto más «olvidada» está una experiencia, más
puede afectar nuestra vida actual. Esto se debe a procesos
inconscientes en los que no tenemos influencia, así que vuelve
a algunos eventos importantes de tu vida para tratar de reconocer,
entender y aceptar su existencia. Solo de esta manera puedes
«liberarte» para poder estar aquí y ahora.

Además, el contacto con tu pasado puede permitirte mantener
el sentido de tu identidad y no perder la confianza en quién eres.

Sentido y valor

El deseo de desarrollar la capacidad de estar en el presente no
debe conducirte a negar el futuro. De esta manera, puedes
perder el propósito de tu vida, que podría darle un significado
y un valor más profundos.

Tu vida no es un mosaico de hilos individuales, no relacionados,
sino una cierta continuidad que comienza en el momento del
nacimiento, y termina en un punto inconsciente en el futuro.
Además, planificar varios asuntos en tu vida puede motivarte a
actuar y sobrevivir momentos más difíciles.

Sin embargo, necesitas pensar en cómo quieres que sea tu futuro.
Podemos establecer metas constructivas y creer en su éxito, o
atormentarnos con visiones catastróficas sobre lo que sucederá,
quitando la alegría del momento presente de nuestra vida.

En tal situación, podemos usar desafortunadamente la idea de
estar aquí y ahora como una forma de distanciarnos de nuestros pensamientos, tratamos entonces de no pensar en «nada» y
ciertamente fracasamos, porque esto no es posible, solo será
posible cuando construyas un puente sólido entre tu pasado y
tu futuro.

Una mayor atención a uno mismo no debe ser la razón para
abandonar por completo las actividades de la vida, y aún más,
llevarnos al aislamiento social y a encerrarnos en el mundo de
nuestros sentimientos. Debe tener el propósito opuesto, es decir,
abrir un espacio interno para estar en relación con los demás y
posibilitar una acción creativa.

Ilona Przeciszewska
, Aleteia

Vea también

Estos deberían ser tus cinco hábitos para vivir en presente

mujer feliz

Morataya, Aleteia

Mi pasado, oh Señor, a tu misericordia; Mi presente,
a tu amor; Mi futuro a Tu providencia. Es una de las recomendaciones más conocidas de Padre Pío, y en
realidad, está muy relacionada con una buena salud
mental

Hace poco leía el siguiente pensamiento del Dalai Lama : “Solamente hay dos días en el año en el que nada puede ser hecho. Uno se llama  ayer  y el otro se llama mañana, de manera que hoy es  el día correcto para amar, creer, hacer y sobre todo vivir. 

Reflexiono en estas palabras y comprendo que son verdad.  ¿Cuánta gente no conoces tú que vive entre el ayer y el mañana perdiendo así su presente? 

Recuerdo la cara de mi amiga Sharon, cuando en una conversación que tuvimos hace unas  semanas pude darme cuenta que ella vive así…… entonces de una manera gentil y llena de amor le dije : ¿te has dado cuenta que por todo lo que me cuentas estás viviendo en el ayer  que te deprime y en el futuro que te llena de ansiedad¿te das cuenta de que estás perdiendo el  aquí y ahora? Pues esto es lo que significa estar presente, vivir en presente.  La cara de Sharon se transformo y me dijo: “tienes razón, no lo había visto así”. 

Sharon es sólo un ejemplo de los muchos que veo en psicoterapia o coaching. Yo misma, he caído algunas veces en esta trampa de la mente:  suspirar por el ayer y  vivir en un estado de ansiedad constante por el futuro. 

Muchos pasajes en la Biblia nos llaman también a «vivir en presente». Quizás el más conocido es el pasaje que se reza a diario como salmo invitatorio de la oración de Laudes: «Si hoy escuchas Su voz…»

Quiero invitarte a implementar estos cinco  hábitos diarios que te van ayudar a vivir en presente y también a ser feliz. 

1COME SALUDABLEMENTE

 ¿Quieres bajar de peso? ¿quieres tener una mejor digestión? ¿estar más alerta? Y dices mañana lo haré. Entonces empiezas a comer con ansiedad  porque  piensas que mañana empezarás a privarte de lo que te gusta. Pues no, come aquí y ahora saludablemente y verás que feliz te sientes. 

2HAZ EJERCICIO

Dices, no hago ejercicio porque cierto acontecimiento me ha dejado deprimida. Cuando tenga tiempo para volver al gimnasio lo haré. Y mientras tanto el ejercicio de tu aquí y ahora no existe. 

¿Qué pasa cuando una persona no se ejercita?  Se vuelve lenta .  Se siente pesada. Retiene mucho líquido. Se siente cansada. Empiezan a doler sus articulaciones. El ejercicio se hace en presente y sólo en presente, tal y como te bañas todos los días. 

3APRENDE A MANEJAR EL ESTRÉS

Generalmente las personas nos estresamos porque vamos muy rápido y pensando en futuro.  Alto. Para. Observa tu mente. Vives en piloto automático, ¿hacia dónde te está llevando? Una forma muy sencilla de manejar el estrés es  rezar diez Padre Nuestro todos los días a la misma hora y en forma meditada. Treinta minutos que harán una enorme diferencia en tu vida. 

4VISITA LA NATURALEZA

No hay como una caminata muy temprano en la mañana o cuando está a punto de caer el sol. Las neuronas en el cerebro empiezan a bailar. ¡Cuánta felicidad sienten! La serotonina, dopamina y oxitocina aumentan y  la sonrisa te vuelve al rostro. La naturaleza, el mar, el campo, las flores son psicoterapeutas al alcance de la mano y no cuestan nada.

5APRENDE A DAR GRACIAS CADA NOCHE

A veces estamos tan cansados que se nos pasa por alto el agradecer a Dios por la vida que tenemos.  Es realmente importante dar gracias. Ucrania esta en guerra. Miles de niños han muerto. Familias desplazadas. Sufrimiento.  En los Estados Unidos, los ataques a escuelas no cesan.  Son 19 familias las que se quedaron sin su niño o sin su niña. Están heridos, desconsolados, no entienden….

Por ello, es importante  todas las noches hacer una pequeña reflexión de lo que ha sido el día. Agradecer la oportunidad, la prueba,  la familia, el trabajo, el país donde Dios lo ha puesto a uno. 
























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