viernes, 21 de julio de 2023

De cura de pueblo a cardenal en Colombia: monseñor Luis José Rueda

COLOMBIA


El arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia es uno de los 21 nuevos cardenales de la Iglesia católica que serán creados en el próximo sínodo convocado por el Papa Francisco.

El día que Colombia celebraba la fiesta de su patrona, la Virgen de Chiquinquirá, el país recibió la noticia de que el arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda, será cardenal. Así lo comunicó el Papa Francisco después del Angelus dominical, cuando leyó los nombres de los 21 obispos que pasarán a ser cardenales durante el noveno consistorio de su pontificado, que se celebrará el próximo 30 de septiembre.

El anuncio, recibido con gran gozo en el país, le llegó a monseñor Luis José al amanecer, mientras oraba, y fue “una sorpresa enorme que no me esperaba”, según dijo a los medios de comunicación. En su corazón había sentimientos encontrados porque el día anterior había muerto repentinamente monseñor Elkin Álvarez, un obispo cercano a él y muy querido, noticia que el clero y los fieles aún no habían terminado de asimilar.

Cuenta que continuó la agenda prevista: celebró la Misa que se transmite por un canal de televisión nacional y asistió a la posesión de un párroco en una de las zonas más extensas y necesitadas de la ciudad.

Monseñor Rueda nunca ha considerado los encargos de su ministerio como privilegios, por eso celebró esta designación a su estilo, como es él: con humildad, agradecimiento a Dios, sirviendo y callejeando la fe. Así ha sido su trabajo apostólico desde que fue ordenado presbítero, a los 27 años de edad.

«Yo pienso que el Señor es misericordioso y bueno, Él conoce la pequeña vasijita de barro que soy yo, pero en sus manos benditas. No me enorgullezco de nada de mí mismo sino de la Iglesia, de Jesucristo el Señor y del amor de la Santísima Virgen María acompañando mi vida, mi familia, la vocación», dijo en el mensaje enviado a través de las redes de la Arquidiócesis de Bogotá.

Quería casarse y ser geólogo

Luis José Rueda Aparicio nació en un pequeño municipio del Santander, en el oriente de Colombia, en una familia católica de 12 hijos. Hace un par de años, en conversación con Aleteia, contó que el ejemplo de sus padres fue clave para su vocación.

«Cursé bachillerato técnico y me gradué como soldador de metales. A los 18 años presté el servicio militar y después entré a trabajar con mi padre, en construcción. Luego, trabajé en una fábrica de cemento, tenía un buen noviazgo y había ganado una beca para estudiar Geología. ¡Pero el Señor me cambió la “G” por la “T”, de Teología!».

Monseñor Rueda

Su primer encargo fue como párroco de un pueblo en su región, allí empezó a caminar con el pueblo y a aprender de él. La labor pastoral continuó en municipios pequeños de su propia tierra, hasta cuando fue nombrado obispo en una población al norte de Colombia: «Fue una gran sorpresa, yo pensé que mi vida iba a transcurrir en la felicidad de ser párroco y le había pedido al obispo que me mandara a una zona rural».

Definitivamente Dios tenía otros planes, porque en 2018 pasó a ser arzobispo de Popayán, una capital más al sur, y en plena pandemia, año 2020, recibió el encargo de liderar la iglesia de Bogotá. Un año después fue escogido por los demás obispos como presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.

En ese momento, así reflexionaba monseñor Luis José: «Señor, yo soy de una de las diócesis más pequeñas de Colombia, soy el más pequeño de mi familia, soy el más pequeño de los obispos de Colombia… ¡Yo no sé por qué el Señor me pone esta tarea! Pero veo ahí la voluntad de Dios y lo entiendo como un servicio».

Siempre con los más vulnerables

Así ha sido su vida, un constante servir a la Iglesia y, especialmente, a los más vulnerables. Lo demostró cuando salió a recorrer las parroquias de Bogotá con la imagen del Cristo de Monserrate en plena pandemia, pidiendo salud para el pueblo colombiano. Así lo hace durante las noches frías y las madrugadas en las que lleva una taza de agua de panela a los habitantes de calle, o cuando salió a compartir el palio arzobispal con los más necesitados.

«El palio simboliza el pueblo y yo estoy dispuesto a tomar sus heridas. Lo hice porque en la ciudad encontramos miles de rostros heridos y sufrientes», nos dijo en esa ocasión, haciendo referencia a los habitantes de calle, los migrantes, los presos y las trabajadoras sexuales que viven en Bogotá.

COLOMBIA
Monseñor Luis José Rueda

Su labor al lado de los más necesitados no se ha detenido y seguramente seguirá con más fuerzas ahora que ha sido designado como el cardenal número 11 en la historia del país. Además, es el único con derecho a voto en una eventual elección papal, porque actualmente hay otros tres mayores de 80 años, y el reglamento del cónclave indica que hasta esa edad los cardenales pueden elegir y ser elegidos.

En sus declaraciones ha dicho que después de la ceremonia del 30 de septiembre permanecerá en Roma para participar en la Asamblea del Sínodo de los obispos, «Llevamos mucha esperanza porque allí se va a trabajar lo que el Papa Francisco ha puesto en el corazón de todos que somos Iglesia, pueblo de Dios, para acabar un poco con el clericalismo, donde todo está centrado en los ministros ordenados, y darles protagonismo a los laicos en la tarea evangelizadora».

Así es monseñor Rueda Aparicio, el nuevo cardenal colombiano, un verdadero pastor con piel de oveja, que lleva hasta las periferias su misión evangelizadora.

Lucía Chamat, Aleteia 

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