miércoles, 10 de mayo de 2023

Los «otros» alemanes: católicos que conservan la fe se organizan para resistir a obispos infieles


 

La iniciativa Neuer Anfang [Nuevo comienzo] reúne a católicos alemanes que desean permanecer fieles al magisterio de la Iglesia y oponerse a la deriva del Synodaler Weg [Camino sinodal].

Birgit Kelle, miembro de este movimiento y autora de varias obras críticas con el feminismo contemporáneo y la ideología de género, respondió a las preguntas de Jean Bernard en La Nef:

-¿Podría presentarnos la iniciativa Neuer Anfang?

La iniciativa Neuer Anfang la inició en la primavera de 2021 un pequeño grupo de teólogos y católicos profundamente preocupados por la situación de la Iglesia católica en Alemania. La misión original de la iniciativa era contribuir a la clarificación y corrección de los temas en discusión en el Camino sinodal, prestando una especial atención a la antropología y la ética.

»Pero otro objetivo se impuso claramente: actuar en favor de la Iglesia y la preservación de su unidad, amenazada hoy por las exigencias de reforma procedentes de los activistas del camino sinodal.

»Una última preocupación era la defensa del ministerio episcopal. Así pues, por iniciativa de dos teólogos, Bernhard Meuser y Martin Brüske, se reunió un grupo de personas muy diferentes, que aportaban una gran variedad de carismas y competencias.

»Nosotros pretendemos ser la voz de los fieles laicos en Alemania, porque no nos sentimos representados por las asociaciones de laicos organizadas en el llamado Comité Central de los Católicos Alemanes [ZdK, por sus siglas en alemán], que está compuesto principalmente por dirigentes de asociaciones cuyos sueldos se pagan con el impuesto eclesiástico y que pretenden hablar en nombre de los "laicos", al tiempo que ignoran a los laicos que son verdaderamente fieles.

»Mientras tanto, Neuer Anfang ha logrado situarse en el debate y recibimos muchas peticiones de medios católicos, especialmente del extranjero, pero también de organizaciones católicas y clérigos que agradecen y se sienten aliviados de que no solo haya católicos progresistas en Alemania.

-La quinta y última sesión del Camino sinodal se celebró en Frankfurt del 9 al 11 de marzo. ¿Qué balance hace de esta sesión?

-En general, las fuerzas progresistas del Camino Sinodal han tenido éxito en su programa. Esto era de esperar y, por tanto, no ha sido una sorpresa. De hecho, desde el principio, esta asamblea y su composición han sido concebidas para evitar el riesgo de que quienes se oponen a reformas de gran alcance pudieran tener la mayoría.

Una de las reuniones del camino sinodal alemán.

Una de las reuniones del camino sinodal alemán, encarnación del 'aparato' eclesial pero no representativo de todos los católicos alemanes.

»Sin embargo, los textos solo han podido aprobarse tras alcanzar un compromiso. Y muchas de las exigencias han tenido que atenuarse porque, de lo contrario, nunca habrían visto la luz. Además, un texto clave, que debía obligar a los obispos a introducir "consejos sinodales" [Synodaler Rat] en sus diócesis, no ha podido aprobarse y ha sido remitido para que el órgano permanente creado por el Camino sinodal, el Synodaler Ausschuss [Comité sinodal], lo revise.

»Después de que Roma dejara claro, primero en su declaración del 16 de enero de 2023 y, más tarde, a través del nuncio en la reunión plenaria de los obispos en Dresde, que nadie tenía autoridad para introducir tales concilios, un gran número de obispos renunció a cruzar la línea roja y a entrar en confrontación directa con el Vaticano. Ademas, Roma ha percibido claramente este comportamiento: hay que lanzar un mensaje claro a los obispos alemanes para que reaccionen.

-La institución de los concilios sinodales parece, pues, una cuestión fundamental para los próximos meses y años. ¿Puede explicárnoslo?

-Según el deseo de los partidarios del Camino sinodal, deberían constituirse consejos sinodales en todos los niveles de la vida eclesial: conferencia episcopal, diócesis y parroquias. Estos consejos no solo serían órganos consultivos, sino verdaderos órganos de decisión. Aunque se afirma que los consejos sinodales se pondrían en marcha respetando el derecho canónico, lo cierto es que, con ellos, los pastores -obispos y párrocos- aceptarán "voluntariamente" vincularse a las decisiones tomadas por los consejos y transferirles así sus tareas esenciales. Se trata de un ataque masivo a la constitución de la Iglesia. Esto no se le ha escapado a Roma, que ha bloqueado estos planes con la mencionada declaración del 16 de enero de 2023 y la intervención del nuncio en Dresde.

-A menudo se menciona el riesgo de cisma en la Iglesia alemana. ¿Es este riesgo una realidad? Y en última instancia, ¿debería desearse tal cisma para aclarar la situación?

-Hay que esperar a ver cómo reacciona Roma. En cualquier caso, las bombas de relojería no se han desactivado y amenazan con estallar. Porque es evidente que no se han seguido las prescripciones de Roma, ya se trate de la constitución de los "concilios sinodales" o de la cuestión de la bendición de las parejas del mismo sexo. En cuanto a la perspectiva de un cisma, nadie puede desearlo, ya que representaría una catástrofe, si bien es cierto que hay situaciones en las que, en aras de la claridad, es necesario afirmar que la unidad de la Iglesia se ha roto.

-Una particularidad de la Iglesia alemana es su gran riqueza económica, que le permite tener un número considerable de laicos empleados en funciones pastorales (enseñanza, catequistas, etc.). ¿Cree que esta proporción tan elevada de empleados laicos es una de las razones de la evolución actual de la Iglesia en Alemania?

-En primer lugar, es importante señalar que muchos laicos en puestos pastorales están muy descontentos con la evolución actual. Y que, por el contrario, un número significativo de sacerdotes está plenamente de acuerdo con el Camino sinodal.

»Pero su pregunta plantea un aspecto importante, a saber: que la estructura tan particular de la Iglesia alemana es un factor significativo en los acontecimientos actuales. La Iglesia alemana es muy fuerte económicamente y puede permitirse financiar un gran número de estructuras y emplear a muchas personas; es incluso el mayor empleador de Alemania.

»Esta circunstancia, que podría ser una gran oportunidad, se ha convertido en un problema porque muchas personas que están empleadas en estas estructuras están más interesadas en preservar el sistema que en conservar o renovar la fe.

-Ante la "huida hacia delante" de la Iglesia oficial alemana, se plantea la cuestión de qué deben hacer concretamente los católicos fieles al Magisterio. En la práctica, ¿puede un laico decidir conscientemente que ya no tiene que pagar el Kirchensteuer (el impuesto eclesiástico)? ¿Que debe abstenerse de asistir a lugares de culto que se han adherido a las ideas del Camino sinodal? ¿Que ya no tiene que enviar a sus hijos a la catequesis de una parroquia progresista? ¿O que un seminarista ya no debe entrar en un seminario dirigido por un obispo cercano a las ideas del Camino sinodal? ¿Ni debe asistir a ninguna facultad de teología con este mismo perfil?

-Aún es demasiado pronto para dar una respuesta definitiva a estas preguntas. De hecho, mucho dependerá de la gente. A este respecto, ya podemos ver que, en tal o cual diócesis, algunos consideran que la aplicación de las resoluciones del Camino sinodal no va lo bastante rápido y pretenden crear hechos consumados, lo que tendrá consecuencias.

»También hay que esperar la reacción romana a todos estos acontecimientos. Esto puede llevar de unas semanas a varios meses, y probablemente seguirá habiendo idas y venidas. Pero una cosa está clara: ningún obispo del mundo puede obligar a sus fieles, sean laicos o sacerdotes, a adoptar algo que viola la enseñanza y la ley de la Iglesia. Somos libres de acudir a donde encontremos la fe integral de la Iglesia.

Otra realidad de la Iglesia alemana: tonsura y toma de sotana en la Fraternidad de San Pedro en Lindau (Baviera).

»Ciertamente esto causará conflictos y heridas en muchas parroquias y diócesis. Ya estamos recibiendo muchas cartas y peticiones, algunas desesperadas y confusas, de católicos de a pie que no saben qué hacer cuando ven que su obispo se aleja de Roma. Pero, por ahora, la consigna es: ¡no hay que precipitarse! El tiempo irá revelando qué caminos tomar. Mientras tanto, hay que permanecer anclados en Dios a través de una intensa vida espiritual. Es esta vida espiritual la que inspirará nuestro comportamiento en el futuro.

ReL    Traducido por Helena Faccia Serrano.

Vea  también    La vocación y misión de los lacidos en la Iglesia y en el mundo - San Juan Pablo II (resumen)























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