Dave Willis, en el portal de temas religiosos Patheos, publicó unas reflexiones sobre el trato entre matrimonios -especialmente los jóvenes, pero no sólo ellos- y sus suegros.
Es un tema que en Navidad puede tener una relevancia especial, al abundar las visitas de unos a otros y las cenas y reuniones familiares. Las tensiones en la familia pueden llegar a ser bastante perjudiciales y vale la pena evitarlas y prevenirlas. Este consejero familiar da 6 consejos.
Relaciones saludables con los suegros
Una de las preguntas más comunes que me hacen en la página de matrimonios se refiere a relaciones saludables con los suegros. El estrés relacionado a las dinámicas familiares es una de las principales luchas que deben enfrentar los matrimonios, así que es importante hacer de estas relaciones lo más saludable posible.
Aquí hay algunas maneras sencillas para mejorar estas relaciones y fortalecer tu propio matrimonio en el proceso:
1) Demuestra respeto aun cuando éste no sea recíproco
Yo soy de la creencia de que debemos mostrar respeto incluso por las personas que no lo merecen; no como un reflejo de su carácter, sino del nuestro. Cuando se honra a suegros “difíciles”, se construyen puentes de paz que impactarán positivamente a las futuras generaciones. No es fácil, ¡pero el esfuerzo vale la pena!
Si la relación ya es saludable, sigue trabajando para que permanezca así. Si la relación no es saludable, pregúntate si estás contribuyendo al problema o a la solución. Sé un conciliador.
2) No muestres favoritismo
En la mayoría de los matrimonios, un par de padres (suegros) recibe más atención que el otro. Hay muchos factores que contribuyen a eso, pero tú debes hacer todo lo que esté en tu poder para darles la misma atención y tiempo a ambos pares de padres. El favoritismo lleva usualmente a resentimientos mientras que la consistencia o regularidad lleva a la confianza.
3) Mantente en contacto con tus suegros (no sólo con tus padres)
No caigas en la rutina de ser de los que hablas con tus padres pero luego le das inmediatamente el teléfono a tu pareja cada vez que sus padres llaman. Cuando tus suegros llamen, trata de contestar el teléfono y ten una conversación con ellos antes de darle el teléfono a tu pareja. Demuéstrales que los valoras dándoles tiempo y atención. Encuentra maneras sencillas de invertir en tu propia relación con ellos.
4) Ten límites claros
Un matrimonio saludable requiere que tu primera y más grande fidelidad sea para con tu pareja, así que no permitas que otras relaciones familiares se ubiquen entre ustedes.
En la práctica, esto significa que nunca has de llamar a tus padres cuando estás discutiendo con tu pareja. Eso crearía una dinámica que no es saludable entre tu pareja y tus padres.
Además, no permitas que nadie (pariente o no) hable de forma negativa acerca de tu pareja o haga algo que debilite la santidad de tu matrimonio.
5) Celebra las diferencias
Las tradiciones y costumbres de tu familia pueden probablemente ser diferentes a las de la familia de tu pareja, pero ambas familias son igualmente importantes, así que valora esas diferencias.
Celebra las singularidades de cada familia y encuentra una manera de traer ambas perspectivas a tus propias tradiciones familiares.
6) ¡Ámalos!
La Biblia dice “el amor hace perdonar una multitud de pecados” (1 Pedro 4,8). En cada relación, cuando permitimos que el amor decida el tono, éste tiene una manera de cubrir las diferencias y heridas pasadas y de unirnos en una hermosa manera. Deja que el amor guíe tu vida familiar y ¡todo lo demás se resolverá sólo!
ReL
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