En estos días previos a la Navidad, con nuestros hijos podemos preparar la llegada del Niño Dios en Belén. Con muy pocos elementos, mostraremos nuestro cariño al Señor
Nos seguimos preparando en familia para la Navidad. Quizás muchos el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, armaron el belén en familia, pero aún no llega el Niño Jesús, hasta Navidad.
Pues bien, es una tradición que todas las figuras del pesebre estén juntas mirando el pesebre vacío, esperando pacientemente el día de llenar ese espacio vacío en Navidad.
Asombrosamente ese espacio lo ocupará un bebé humano, llamado Jesús. No estará en cuna como sería lo lógico sino en un humilde pesebre dispuesto por lo general como comedero de animales el cual se llena de heno o de granos para alimentarse.
Es un buen momento para reflexionar con los niños y preguntarles, a los que alguna vez han visitado alguna granja, si recuerdan cómo era el comedero de los animales y el establo. Explicarles que así era el lugar donde Jesús nació y que descansó en un pesebre parecido a ese comedero de animales.
Y ¿qué nos habrá querido enseñar? Es un gran misterio, y a su vez un gran regalo para la Humanidad. Nos dice que la grandeza no está en lo material de que está hecho el pesebre sino en su contenido que es lo que le dará vida y valor. Es donde posará Nuestro Salvador.
Por eso les comparto una linda y humilde manualidad para hacer con nuestros hijos. Se trata de elaborar su propio pesebre a mano, sencillo y económico. Pero lo más importante es que se llenará de buenas acciones.
Un pesebre lleno de buenas acciones
La idea es armar como una cunita y agregar todos los días un poco de «paja» que en este caso será lana al pesebre del Niño Jesús cada vez que se haga una buena obra o sacrificio durante el Adviento.
De esta manera, cuantas más buenas acciones hagan durante el Adviento, más suave estará la camita del Niño Jesús para Navidad.
Pueden hacer uno por niño si él prefiere ir poniendo solo sus propias buenas obras o hacer uno solo para todos los hijos y compartir poniendo juntos en el pesebre sus buenas acciones.
Elaboración
Para hacer la cuna y al Niño Jesús se necesita:
- Un vaso de plástico o cortar el fondo de una botella de plástico.
- Tijera.
- Un palito de helado o cuchara de helado de madera.
- Lana de colores (azul o celeste, blanca, marrón y amarilla).
- Pegamento caliente (silicona).
- Marcador negro.
Paso a paso
Para comenzar a hacer el Niño Jesús se usa la cuchara de helado o el palito de helado más grueso cortado a la mitad. Se hace una bolita de lana celeste y blanca o se usa solo un color, eso es como se prefiera.
Se coloca una gotita de pegamento en el extremo del palito y se comienza a envolver dejando afuera lo que será la cabeza del Niño Jesús.
Dibujar la carita con el marcador negro y listo.
Para la cuna, cortar el fondo de una botella de refresco o la copa de un vaso de plástico un poco menos de la mitad.
Cortar tiras longitudinales, dejando un número impar de solapas.
Empezar a enrollar la lana alrededor de la copa, uno delante, otro detrás y continuar así delante y detrás.
Una vez envuelto lo suficiente pegar el extremo del hilo con punto de pegamento caliente.
Ahora falta hacer el «heno«, para ello es necesario envolver lana amarilla alrededor de la mano y cortar con la tijera ambos lados para crear las ristras de «heno» para las buenas acciones.
Poner el «heno» (la paja) en el pesebre para saber si se necesita cortar más cantidad y luego reservar en otro lugar (puede ser un sobrecito o cajita para ir poniendo en el pesebre de a uno la lanita por cada buena acción realizada durante el Adviento.
Una idea más para hacer en familia, disfrutar del Adviento y esperar al niño Jesús con mucho cariño.
María Eugenia Brun, Aleteia
Vea también Preparando la Navidad (abundante material)
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