Mar Torres, la joven influencer de 22 años conocida en la prensa rosa por su vida personal y familiar, aparece ahora en los medios por un motivo muy diferente, una inesperada peregrinación a Medjugorje y una todavía más sorprendente confesión a sus miles de seguidores. A través de Instagram ha hablado feliz y también nerviosa sobre su reciente y “brutal” conversión de la mano de unas monjas, las Hermanas del Amor Misericordioso, conocidas como las HAM, así como los hermanos y laicos de este grupo de reciente creación.
Esta joven es conocida por ser la nieta del empresario de la industria alimenticia Tomás Fuertes Fernández, fundador de embutidos El Pozo y una de las personas más ricas de España. Pero también por haber sido la novia de Felipe Juan Froilán, hijo de la infanta Elena de Borbón y nieto de los reyes Juan Carlos I y Sofía.
Su peregrinación a Medjugorje provocó una enorme sorpresa en los medios de comunicación, pues muchos de ellos estaban convencidos de que iba a dar la sorpresa e iba a volar hasta Honduras para participar en Supervivientes, el reality show de Telecinco en el que personajes famosos conviven en una isla ‘desierta”.
Sin embargo, la joven apareció en Medjugorje y publicó fotos junto a la Virgen y la gran cruz mientras hablaba de la paz y felicidad que estaba experimentando en aquel momento. “Difícil de explicar y fácil de encontrar. ¡Cuánta sed de ti!”, escribía, acompañando estas palabras con el signo de una cruz.
Y a su vuelta de la peregrinación Mar Torres ha confesado todo lo que está pasando en su vida y como Dios ha entrado con fuerza en su vida. En una emisión en directo en Instagram con sus decenas de miles de seguidores confesaba estar “muy nerviosa” por hablar sobre su “conversión”.
La influencer quería mostrar lo que se “puede sentir en este momento” con un proceso de de conversión que asegura que empezó muy recientemente, hace apenas un mes, pero que “ha sido muy heavy” y que más adelante cuando la fe esté más asentada en su vida contará.
Mar quería centrarse en la peregrinación y lo que ha supuesto para ella este cambio. “Todo empezó con un grupo de jóvenes y con las HAM, las Hijas de Amor Misericordioso y los Hermanos del Amor Misericordioso”, relataba.
“La experiencia de Medjugorje, no sé explicarla, fue brutal”, insistía Mar Torres, que explicaba que desde el inicio de su conversión “fui de la mano de los HAMamigos”, con los que realizó la peregrinación.
La joven confesaba que ya había estado en Medjugorje en 2014, "pero no tiene nada que ver cuando tienes a Dios y tienes la fe y sobre todo cuando tienes una familia tan grande como los HAMamigos”.
En este tiempo se siente acompañada y tener a este grupo con ella es una ayuda, pero sobre todo ver “a Dios que va de tu mano”, esto es “brutal”, afirmaba nuevamente.
Ante unos seguidores que la felicitaban y otros no tanto, Mar describió Medjugorje como “un trocito de cielo en la tierra, precioso, con una paz brutal”.
"Estoy feliz y que os quiero, voy a seguir de vuestra mano”, decía a la comunidad HAM, antes de recomendar ir a todo el que pueda a Medjugore.
Acabó con un mensaje a los que critican la sinceridad de su conversión: “me da igual lo que me digáis. Estoy feliz y tengo a Dios en mi corazón”. Ya en los comentarios recomendó a sus seguidores el libro Medjugorje (Libros Libres) de Jesús García, que acaba de publicar una edición actualizada y ampliada de su libro en el 40 aniversario del inicio de las apariciones.
“Se me ha olvidado deciros que para los curiosos e interesados hay un libro muy interesante de Medjugorje de Jesús Garcia en el que podéis encontrar como es una peregrinación y también tenéis testimonios”, decía Mar Torres a sus seguidores.
Quiénes son las HAM
Las Hijas del Amor Misericordioso son una comunidad de reciente creación, constituidas oficialmente en el año 2007 en Madrid como Asociación Pública de Fieles.
En aquel momento eran apenas 15 mujeres las que habitaban una vivienda en el barrio de Quintana de Madrid, pero quién les iba a decir a ellas que, en medio de un tiempo de crisis vocacional, en apenas seis años iban ver duplicado su número. “Nosotras vivíamos en la casa de Quintana muy bien, apretaditas pero bien, y un día colgamos un cuadro de Juan Pablo II en el salón de la casa. Desde entonces empezaron a llamar chicas a la puerta y en solo 6 años vinieron más de 20, por lo que nos vimos obligadas a buscar una residencia en condiciones que respondiera a las necesidades. Básicamente, en la que cupiésemos”, contaba la madre Marimí, superiora de las Hijas del Amor Misericordioso, a ReL.
Durante todos estos años esta pequeña y floreciente comunidad ha ido atrayendo vocaciones jóvenes, tanto de España como de países como Polonia, EEUU o México. A día de hoy son más de 60 y la mitad de ellas apenas superan los 30 años.
El carisma propio de las HAM es vivir y trasmitir una fe y una confianza filial en Dios, abandonadas a su Divina Providencia en todos los aspectos de la vida, así como la cercanía y ternura del amor misericordioso de Dios por los hombres. Y la evangelización por internet y las redes sociales es parte importante de esta comunidad.
La comunidad vive de la Providencia y dedica dos horas al día a la oración personal, más las horas propias de oración comunitaria repartidas en la Eucaristía diaria, el rezo del rosario, de la Coronilla de la Misericordia, y la recitación de laudes y vísperas.
Además, todas las hermanas estudian las carreras de Filosofía y Teología. La formación, unida a la oración se encamina finalmente a impartir tandas de ejercicios espirituales para todo tipo de personas, siendo estas tandas de ejercicios su principal labor apostólica.
También colaboran con numerosas parroquias de su entorno ayudando en catequesis para niños y mayores, organización de los coros, campamentos de verano para niños y convivencias y, en definitiva, en todo lo que haga falta y en aquello que la Iglesia les pide. Por ejemplo, dan formación a otros grupos o realidades de la Iglesia en cuanto a matrimonio y familia para que estas, a su vez, formen a sus miembros.
Con el paso de los años, en torno a las HAM surgió una rama laica que, en la actualidad, aglutina a más de 300 personas, muchas de ellas familias enteras que han encontrado en este nuevo carisma su lugar en la Iglesia. Una de ellas es la del propio Jesús García, autor del libro sobre Medjugorje recomendado por Mar Torres.
Javier Lozano / ReL
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