Antes de empezar con tus registros de cada ciclo, ten en cuenta estos puntos para tener un mejor control y no olvidar ningún detalle importante
Incorporar conocimiento nuevo sobre cómo funciona el ciclo menstrual, utilizar un método distinto y adoptar un nuevo estilo de vida nos puede llevar a cometer errores en el camino, sobre todo al principio.
Aquí te presentamos los errores más comunes que cometemos cuando aprendemos a usar un método de registro por primera vez.
1
LLEVAR SOLA TU REGISTRO
Uno podría pensar que la fertilidad es algo privado, pero aprender a monitorearla no lo es. Si estás comprometida o casada, considerar incluir a esposo en el proceso de aprendizaje, es muy positivo. La experiencia revela que mientras más aprende tu esposo contigo, el proceso será más fácil.
No solo te sentirás apoyada, sino que los hombres, al ser prácticos, han demostrado que les resulta fácil seguir un código de registro, por lo que pueden ayudarte a recordar hacerlo y también prestar atención de manera objetiva al estrés en la mujer que puede producir alteraciones en sus ciclos.
Además, al asistir a las sesiones de seguimiento con el especialista, los dos pueden aprender un método donde la responsabilidad es compartida. Lo hacen juntos y esto aporta otros beneficios extra, como la unión de la pareja.
2
DEJAMOS EL REGISTRO PARA EL DÍA SIGUIENTE O ALGUNOS MÁS
Es un error frecuente pensar que el no registrar por la noche antes de dormir y hacerlo en nuestra mente, o dejar una nota en un papel o en el móvil, será lo mismo. Una vez que el día se ha terminado, lo que suceda luego puede generar confusión y será más difícil recordar lo que vimos cuando en nuestra agenda diaria hay muchos asuntos más que debemos atender.
Posponer el registro nos pone en situación de riesgo ante la posibilidad de error y el método pierde su efectividad. La clave es ser precisas en la rutina de registro: guardar la gráfica en un sitio que esté a mano, como la mesita de noche o al lado de la cama, o configurar una alarma para recordarlo. Pase lo que pase, «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy».
3
NO COMENZAMOS EL REGISTRO HASTA QUE PLANEAMOS UNA FAMILIA
Cuanto antes accedas al conocimiento, ¡mucho mejor! Es un error creer que el momento para aprender sobre la fertilidad es cuando estás casada. Todo lo contrario.
Al estar soltera y registrar tus ciclos, aprenderás con más tranquilidad y podrás ganar tiempo valioso haciéndote experta para cuando tengas que compartirlo con tu pareja y utilizar ese conocimiento para planificar su familia.
Además, evitar y lograr un embarazo no son los únicos beneficios para aprender un método de registro de tus ciclos. Saber reconocer los marcadores biológicos te permitirá estar al tanto de tu salud ginecológica y reproductiva.
4
NOS RELAJAMOS O NOS DA PEREZA AL HACER LAS OBSERVACIONES
Es habitual que, después de registrar algunos ciclos, la mujer se relaje sabiendo lo que puede llegar a esperar que suceda cada mes. De pronto el foco de atención solo se dirige a los días donde aparece un flujo característico y la atención en las observaciones decrece.
Es un error pensar que todos nuestros ciclos serán iguales. Es con la observación diaria como seremos capaces de percibir cambios, incluso lo más sutiles, y dar cuenta real de lo que sucede en nuestro cuerpo. Mantener una rutina de observación es clave y es preciso recordar que hay una buena razón: esos minutos extra en el cuarto de baño dan un importante plus para monitorear nuestra salud ginecológica.
Cecilia Zinicola, Aleteia
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