En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la nutricionista María Eugenia Brun aborda los inmensos beneficios de la leche materna tanto para la mamá como para el bebé. Uno de ellos es altamente positivo y es prácticamente desconocido
Para la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el lema de este año 2022 es “Impulsemos la lactancia materna apoyando y educando”. Efectivamente, es crucial que entre todos apoyemos a las madres que quieren y pueden amamantar a sus hijos, porque es un gran acto de amor.
Por eso es necesario educar y brindarles la información suficiente para promover la lactancia de manera que conozcan los múltiples beneficios que tiene dar de mamar tanto para ellas como para sus hijos.
Incluso el Papa Francisco apoya la lactancia materna ya que en varias ocasiones ha incentivado a las madres cuando van a la misa a que den el pecho a sus hijos sin miedo, con normalidad diciéndoles:
«Si ellos comienzan a hacer el concierto (llorar) porque no están cómodos, tienen calor, o tienen hambre, dadles de amamantar, sin miedo, porque también esto es un lenguaje de amor»,
Papa Francisco, Homilía del 7 de enero de 2018
En otra oportunidad volvió a dirigirse a la madres: «Y después, como la ceremonia es un poco larga, alguno llora por hambre. Si es así, vosotras madres amamantadles también, sin miedo, con toda normalidad. Como la Virgen amamantaba a Jesús…”
Papa Francisco, Homilía del 8 de enero de 2018
El pecho no solo calma el hambre sino que también alivia el dolor y le da seguridad al niño, porque está en el regazo de su madre que lo abraza con cariño.
Qué aspectos positivos tiene
La lactancia materna tiene entre sus múltiples beneficios conocidos:
–para el bebé: el vínculo afectivo, protege frente a enfermedades (diarreicas, respiratorias), disminuye problemas inmunológicos, disminuye el riesgo de muerte súbita, el sobrepeso, la celiaquía, aumenta la inteligencia cognitiva y emocional y el desarrollo cerebral.
–para la madre: una mejor recuperación postparto, disminuye el riesgo de cáncer de mama, ovario y osteoporosis, reduce el riesgo cardiovascular, disminuye la necesidad de insulina en mujeres diabéticas.
Beneficio demostrado pero casi desconocido: la tetanalgesia
Pero hay un beneficio poco conocido que está demostrado: la lactancia materna alivia el dolor del bebé cuando se le somete a procedimientos médicos dolorosos como puede ser la vacunación. A esta condición se la conoce como tetanalgesia.
La lactancia materna alivia el dolor del bebé
Los niños sufren dolor cuando se someten a procedimientos invasivos como pueden ser las punciones intravenosas, la prueba del talón o cribado de metabolopatías, las vacunas, las extracciones de sangre o la retirada de apósitos, entre otros. Cuando el niño padece dolor al aplicarle alguno de estos procedimientos, esto puede influir luego en su patrón de sueño. La ciencia ha comprobado que a mayor grado de dolor, el periodo de sueño es más corto y el pequeño puede presentar períodos de estrés y vigilia más largos.
Por ello es importante utilizar un método que ayude a calmar el dolor del niño en estos momentos y uno de ellos, también comprobado por la ciencia, es la tetanalgesia.
Qué dicen los estudios científicos
Hay estudios -entre ellos uno del Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla (España)- que han demostrado el efecto analgésico de la lactancia materna. Así, la tetanalgesia es actualmente recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una técnica que se enmarca en las prácticas correctas de la vacunación. «Es conveniente dar el pecho a los lactantes durante la vacunación o inmediatamente después, siempre que no resulte contrario a las costumbres locales», apunta la OMS en los consejos a los profesionales.
Dar pecho tiene un efecto analgésico y por eso debería convertirse en una prioridad. Es muy conveniente que se establezca como una rutina más en las unidades neonatales y vacunatorios como modo de cuidar a los más pequeños.
El origen de la eficacia de la lactancia materna puede ser multifactorial, porque -según apunta otra investigación, en este caso de septiembre de 2020, cuya autora principal es la Dra. María del Mar Murillo de las Heras– dar el pecho conlleva contención, contacto piel con piel, succión, gusto dulce e inducción hormonal. Todo esto genera un efecto analgésico que disminuye significativamente el tiempo de llanto.
El estudio dirigido por la Dra. Murillo apunta en sus conclusiones:
«La lactancia materna parece ser uno de los más útiles y eficientes al aplicarse a la misma vez que se está efectuando el procedimiento o técnica dolorosa. Con la lactancia, el recién nacido no sólo se beneficia de la leche materna en sí, sino que se combinan varios métodos de alivio del dolor, ya que la posición del bebé suele ser con contención, se realiza piel con piel con su madre y además, se produce la succión del pezón, por lo que el beneficio para el bebé es aún mayor. Se hace necesario, pues, protocolizar la lactancia materna como método de alivio del dolor (…) siempre que el recién nacido sea sometido a algún tipo de procedimiento invasivo y doloroso.»
¿Cómo se realiza la tetanalgesia?
Es muy sencillo: se pone al bebé en el pecho poco antes de realizar el pinchazo o las pruebas médicas. El bebé debe estar bien prendido y mamando eficazmente.
los expertos apuntan que es importante que el lactante tome el pecho al menos 5 minutos antes de realizar cualquier procedimiento doloroso, para obtener mayor efectividad analgésica.
Beneficios de la técnica:
Para el bebé: le brinda consuelo y alivio inmediato del dolor.
Para la madre: da la tranquilidad de que a su hijo no le duele mucho el procedimiento; le brinda seguridad en su habilidad en el cuidado de su pequeño y mayor confianza en la lactancia natural y en su forma de amamantar.
Para el personal sanitario: facilita la realización de la prueba médica en el bebé.
Las madres que amamantan a sus hijos disponen de una herramienta económica, que no produce efectos secundarios nocivos. Está siempre a mano y lista para calmar el dolor, el hambre y dar consuelo en momentos de angustia y dolor al recién nacido y lactante. De ahí que sea tan importante que se apoye e incentive la lactancia materna.
María Eugenia Brun, Aleteia
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