domingo, 7 de agosto de 2022

Visité a Jesús en el Sagrario y me pasó esto… (un fuerte testimonio)


 

“A mí me gusta visitarle y platicarle mis cosas” (Una lectora de Aleteia). Claudio de Castro, autor de libros de espiritualidad, reflexiona sobre la importancia del diálogo íntimo con Jesús

Hoy será un día especial, no de esos comunes cuando todo parece que transcurre sin dejar motivos de alegrías. Llega la noche y otra vez el día. Haremos algo especial para ti.  

Tus oraciones, comentarios, no pasan desapercibidos. Leemos todo lo que nos envías. Y nos llenamos de gratitud. Sin tus oraciones no sería posible continuar. Nos sentimos acompañados, hermanados, unidos.

Hemos recibido tantos y tan hermosos testimonios de nuestros lectores en Aleteia que consideramos edificante compartir algunos. Personas que de pronto van al Sagrario de sus parroquias en busca de consuelo, ternura, amor. Una palabra de Jesús y salen consolados, sabiéndose amados, llenos de una fortaleza sobrenatural que los motiva a continuar y salir adelante.

¡Qué bueno eres Jesús!

He visto maravillado cómo Jesús, consuelo de las almas, escondido en el sagrario, llena las almas con su gracia y su amor.

¿Sabes lo que es el sagrario? En estos artículos te lo explico, para que lo conozcas y te animes a ir hoy mismo y que visites a Jesús, que ilusionado te espera.

“Muero de amor por Jesús vivo, dentro de ese lugar sagrado llamado Sagrario. ¿Cómo es que Jesús tuvo ese detalle de amor de quedarse allí guardadito, aun cuando sabía que muchas veces estaría solo ? Fue su amor, el mismo amor que le llevo a la cruz”.

(Una lectora de Aleteia)

Cada día más lectores descubren el amor inmenso que tiene Jesús y que derrama sobre sus almas afligidas, desde el sagrario.

Jesús sigue insistiendo: “Ven a verme. ¿Por qué me dejan solo?”

Me da tanto dolor un sagrario abandonado. Cada vez que voy a una parroquia y encuentro a Jesús solo en el sagrario, sin nadie que le haga compañía, recuerdo las fuertes palabras del Obispo de los sagrarios abandonados, San Manuel González García.

“¡Nada! Yo no les pido ahora dinero para los niños pobres. Ni auxilio para los enfermos. Ni trabajo para los cesantes. Tampoco consuelo para los afligidos. Yo les pido una limosna de cariño para Jesucristo Sacramentado; un poco de calor para esos Sagrarios tan Abandonados.

Yo les pido, por el amor de María Inmaculada, Madre de ese Hijo tan despreciado, y por el amor de ese Corazón tan mal correspondido, que hagan compañía a esos Sagrarios Abandonados… Invoqué hoy vuestra atención y vuestra cooperación en favor del más abandonado de todos los pobres: ¡El Santísimo Sacramento!”.

El más pobre, pues, el más abandonado es Jesucristo en el sagrario. No lo dejen solo, no lo abandonen, búsquenlo, visítenlo, platiquen con Él que siempre los está esperando. Tenemos que volver al sagrario, visitar a Jesús y aprender a vivir en su presencia.”

Un alma enamorada

Gracias al buen Dios cada día hay más almas enamoradas de Jesús en el Sagrario, lo consienten, lo visitan, oran con Él, le dicen que le quieren. No conozco a nadie que visite a Jesús en el Sagrario y salga igual que como fue.

Jesús sabe tocar nuestros corazones y llenarnos de Esperanza.

La semana pasada, al abrir mi correo descubrí mensaje tan bonito que merecía ser compartido, por lo edificante que es para nosotros..

“Hace unos 25 años estaba pasando por situaciones difíciles en mi vida. Tenía muchos años de no visitar a Jesús Sacramentado, y por un impulso me encaminé a una capilla donde el sacerdote con mucha devoción y muy amoroso exponía al Santísimo. 

Al momento que estuvo frente a mí sentí un abrazo lleno de todo Su amor (al describirlo vuelvo a sentirlo y mis ojos vuelven a llorar) que me conforta inmediatamente y vi mis problemas de otra manera, y lo más importante, me sentí tan amada como nadie me ha hecho sentir, con un amor único e incondicional. 

Ahora, cada vez que lo visito tengo esa sensación, que me escucha, me abraza y me consuela y soy de las personas que cuando oran mi corazón se estremece tanto… que siempre lloro. Siento mi pequeñez y Su divinidad. ¡Vayan a visitarlo, es un amigo estupendo!”

Amable lector de Aleteia, ¿serías tan amable de visitar a Jesús en el Sagrario? Y cuando vayas, por favor, dile: “Señor, Claudio te manda saludos”.

¡Dios te bendiga!

¿Te gustaría compartir tus experiencias con Jesús?

¿Te gustaría compartir tus experiencias con Jesús? Aquí te paso mi email personal:  cv2decastro@hotmail.com

Claudio de Castro, Aleteia

Vea también     Para salvarte: Eucaristía - P. Jorge Lorin sj (abundante material)


























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