¿Alguna vez te has preguntado en qué piensa tu hijo adolescente
Hoy te traemos algunas claves para intentar comprenderlo. Tu hijo adolescente 👦🏻 está experimentando cambios fisiológicos. Sus hormonas son responsables de muchos de los cambios que está viviendo.En su cerebro 🧠 se están dando cambios estructurales y tarda en desarrollarse completamente. (Atención: en el caso de los varones puede retrasarse hasta bien entrados los 20 años). ¿Qué consecuencias tienen estos cambios? 1️⃣ Mayor impulsividad y dificultad para la regulación y control de las emociones. Son imprevisibles.2️⃣ Su cerebro es "adicto" a la dopamina y a la oxiticina, dos de las hormonas responsables de la felicidad, por lo que necesita gratificación inmediata, es más propenso a experimentar emociones/vivencias nuevas (mayor probabilidad de tener conductas de riesgo y adictivas. ¡Ojo! a los videojuegos, series, móviles… y el contenido que ven en ello; consumo de sustancias, etc.)3️⃣ Pensamientos recurrentes, impulsivos… algunos lo llaman "estar rayado".4️⃣ Comportamientos compulsivos (escuchar trece veces la misma canción o usar "en plan" varias veces en la misma frase).5️⃣ Buscan experiencias que les estimulan (recordemos la adicción de su cerebro a las emociones fuertes) y, por tanto, se sienten profundamente decepcionados o dolidos ante los fracasos y decepciones (integrarse en el grupo, desencuentros amorosos...) La buena noticia: tu hijo está bien hecho. Usa su cerebro según la capacidad que tiene en este momento 🆘 ¿Cómo puedes ayudarlo?Aquí te dejamos algunos consejos 💡... - Paciencia. Mucha. Apóyate en tu cónyuge, en un familiar cercano, en otras familias.- Límites, normas claras y expectativas realistas.- Aceptación por parte de los suyos. Aunque parece que se alejan, siguen necesitando a sus padres a los que observan desde la distancia.- Actividades de ocio sanas. Deportes, clubes, hobbies… cualquier actividad que le ayude a liberar esas hormonas de la "felicidad".- Espacios compartidos con la familia (donde vosotros podáis ser modelos) en los que él pueda participar de algunas las decisiones.- Premiar y reforzar sus esfuerzos (poner la mesa, ayudar a un hermano, llegar puntual). Y no olvidemos también las alabanzas concretas a su atractivo, que lo tienen (esa preciosa sonrisa, su encanto para contar chistes, etc.). En definitiva, reforzar su autoestima. En resumen, educar en la libertad y la responsabilidad, desde el amor incondicional, acompañando (no empujando, ni tirando) y contando con la ayuda de los demás. ¡Ánimo! Lo vas a hacer muy bien. Pincha AQUÍ si quieres conocer nuestras formaciones sobre educación para el amor.
Equipo Instituto Desarrollo y PersonaUniversidad Francisco de Vitoria
NOTA 📝: Recuerda, tu hijo está bien hecho, solo que, como adolescente, está experimentando cambios fisiológicos y hormonales. Para ayudarte en esta aventura, tienes a mano nuestras formaciones. |
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