¿Te has ilusionado alguna vez? Todavía recuerdo cuando en la adolescencia podía llegar a ilusionarme con solo un «hola» de algún chico simpático y armaba una historia en mi cabeza de cómo sería si estuviéramos juntos. Estoy segura que a más de uno le resulta familiar.
Pero, ¿qué es la ilusión? Todo enamoramiento empieza con una ilusión. Nos atrae el físico o la personalidad de una persona según nuestros gustos. Esto que percibimos genera una carga emocional en nosotros que nos hace producir hormonas como la dopamina y la serotonina, creando en conjunto una ilusión.
Es parte de nuestra naturaleza humana, por lo tanto no es algo positivo o negativo, simplemente es parte de nosotros. Pero hay que tener en cuenta que, como todas las hormonas, no las segregamos siempre, se van desvaneciendo y así acaban con la ilusión.
Lo cual no quiere decir que la etapa del enamoramiento culmine, sino que es donde empieza el real conocimiento entre dos personas. Pasamos de tener una percepción que cubre nuestras expectativas, a mirar la realidad de la otra persona tal cual es.

¿Por qué ya no siento lo mismo?

En el enamoramiento hay un compromiso por conocer a la otra persona con sus virtudes y defectos, para iniciar un camino que nos lleva al amor. El problema está cuando no damos un salto de la ilusión a este camino y nos estancamos en cuestionamientos como: ¿Por qué ya no siento lo mismo? ¿Será que ya no lo quiero?
En el libro de José Pedro Manglano «Construir el amor» menciona: «La cultura actual parece educarnos en la búsqueda continua de nuevas emociones fuertes e impactantes. Quizás esta mentalidad impide desarrollar la capacidad de descubrir lo maravilloso de lo «original» que pueda albergar lo que se repite, lo ya conocido». La ilusión se siente parecido al amor, pero no son lo mismo.

Diferencias entre el amor y la ilusión

— La ilusión es momentánea, mientras que el amor perdura.
— La ilusión está llena de emociones intensas que te llevan a hacer algunas locuras, mientras que el amor es consciente, usa la razón, te brinda paz y tranquilidad.
— La ilusión usa la imaginación, mientras que el amor está basado en la realidad y verdad de las cosas.
— La ilusión aparece rápidamente, mientras que el amor implica un proceso de conocimiento y transformación.
— La ilusión gira entorno a ti, todo lo que te haga sentir bien va a ser bonito. Mientras que el amor gira entorno a la otra persona, todo lo que la haga feliz va a hacerte feliz a ti.
— La ilusión finalmente terminará en desilusión si no la dejas atrás, porque cumple expectativas tuyas. Mientras que el amor te seguirá dando satisfacciones y alegrías porque conoce y acepta lo real.

¿Si siento ilusión debo iniciar otra relación?

Ahora, la pregunta es ¿Debemos iniciar una relación con todas las personas que nos causen ilusión? Ilusionarte con una persona, estar con ella y luego terminarle para iniciar una nueva relación basada en una ilusión «distinta», no te da estabilidad. Es como un círculo vicioso, que busca una y otra vez sentir ese conjunto de emociones fuertes, pero al ser pasajero te va a generar frustración, tristeza y hasta dolor.
Los altibajos de emociones van a ser muy comunes debido a que todo se trata del sentir. Así mismo, por la naturaleza egoísta de la ilusión, las peleas se volverán recurrentes, distrayéndote del proyecto que Dios tiene para ti.
Entonces, el camino más seguro cuando percibimos que alguien nos ocasiona estas cosquillitas en la barriga o cuando nos hace suspirar es empezar entablando una amistad. Una donde podamos conocer un poco más a la persona, conversar de diferentes temas, compartir diferentes experiencias juntos, conocer las cosas que tienen en común, entender su personalidad y forma de ver la vida.

¿Es indispensable tener mi check list?

Realmente yo no la tenía escrita en un papel, pero mentalmente sabía algunas cualidades que buscaba en un chico. No era muy detallada, pero había algunas que eran negociables y otras que no. Por ejemplo, que esté de acuerdo en vivir la castidad no era negociable, mientras que en la profesión o circulo de amigos era flexible.
Creo que es importante tener claro qué cosas son indispensables porque forman parte de tu esencia y cuáles no. Lo que no quiere decir que voy a ver a todos los que cumplan con lo «indispensable» como mis posibles futuros enamorados. «Cuida tu corazón, porque de él brota la vida» (Proverbios 4, 23).
No dejes entrar a cualquiera a tu corazón. Primero conoce a la persona que vas a dejar entrar al lugar desde donde Dios sopla vida. No te olvides de pedirle que te otorgue discernimiento para saber elegir porque «sus planes son más altos que los nuestros» (Isaías 55, 9).
Durante el enamoramiento acude a la fuente inagotable de amor. Jesús es la persona indicada para darles la mano al momento de saltar de la ilusión hacia el amor. Nadie mejor que Él para enseñarles a conocerse y amarse desde la verdad.
 Maryel Medina, catholic-link