Puede parecer una contradicción pero es real. Cuando no tenemos todo bajo control, calendarizado y medido, esto nos lleva a crecer en madurez y felicidad.
No saber qué va a ocurrir en la pareja o con los hijos, por ejemplo, hace sentir miedo. Miedo al fracaso. Miedo a que el otro conozca de verdad cómo somos. Miedo a perder a alguien.
La preocupación por planificar es algo positivo para ser prudentes, pero la naturaleza humana no está programada para la planificación absoluta. No podemos saber cuándo vamos a envejecer, cómo irá nuestra economía, cuán felices serán nuestros hijos… Y esa incertidumbre puede llevarnos a no aceptar el compromiso.
Pánico al futuro incierto
Muchos millenials temen casarse y formar una familia porque el pánico al futuro incierto les paraliza.
También a los adultos con más recorrido nos ocurre. Por ejemplo, nos cuesta ser sinceros con nuevos amigos porque nos preocupa lo que pensarán de nuestros defectos si nos llegan a conocer a fondo. O no reconocemos nuestros errores ante la pareja por miedo a que se disguste y se aleje.
En la falta de salud, todos necesitamos la ayuda de los demás. Y en una situación económica difícil. Y cuando notamos nuestras miserias… Necesitamos ayuda pero nos da miedo pedir auxilio. ¿Cómo salir entonces del miedo que atenaza?
La solución al miedo: la valentía
Para eso hace falta coraje.
La palabra coraje viene del latín cor, que significa corazón. Coraje es mostrar quién eres de todo corazón. Y si tienes el coraje de mostrar cómo eres realmente, eres valiente.
Ese coraje te ayudará a decir “te amo” cuando no hay garantías.
Esa valentía te hará descubrir cómo son los que están junto a ti.
Ese coraje te hará madurar en el amor de la pareja, tanto en el noviazgo como en el matrimonio.
Te hará encontrar amigos de verdad.
Creará lazos más fuertes de amistad verdadera.
Descubrir el verdadero amor
Te hará ver que lo que te hacía vulnerable e imperfecto se ha convertido en el modo de descubrir el amor en los que te rodean (el tuyo y el de ellos).
Pruébalo en los ámbitos que despliegues: muestra tus heridas sin miedo, di “te amo” y ama a quien no sabes si te corresponderá.
Prueba de madurez
La recompensa del coraje es muy grande porque hace que nuestro corazón madure. No siempre la respuesta por parte de los demás será positiva, pero en cualquier caso nos habrá preparado para subir el siguiente escalón en el amor.
Dolors Massot, Aleteia
No hay comentarios:
Publicar un comentario