Fátima, el último misterio: Para ver como un documental

Un documental disfrazado de película de ficción interesante sobre las apariciones de Fátima y sobre sus predicciones en el Portugal de principios del siglo XIX

Puede que Fátima. El último misterio no sea una gran película de ficción – no, no lo es. Otra cosa es que sea un buen documental. El film, dirigido por Andrés Garrigó, anda estos días estrenándose por buena parte de Sudamérica. Su repercusión ha sido, de momento, limitada, aunque sus aspiraciones son, casi diría yo, revolucionarias.

El film arranca como una historia de ficción cualquiera. En este caso, Mónica (Eva Higueras), es una montadora de cine y televisión que necesita un proyecto en el que trabajar, y a regañadientes acepta la edición de un documental sobre las apariciones de Fátima. Por dos o tres apuntes, sabemos que Mónica es oficialmente una persona agnóstica, sobre todo porque está lastrada por la muerte de un ser querido. Pero conforme vaya adentrándose en los misterios y en las predicciones de las apariciones de Fátima, Mónica irá cambiando.

Dicho así es cierto que a la historia no se le puede poner un solo pero. Es una buena idea y está bien pensada, al menos sobre el papel. Porque hay una cosa evidente, se mire por donde se mire, los segmentos dedicados a la ficción de Fátima, El último misterio son, con diferencia, lo más flojo del conjunto. No hay matices, ni complejidad y hasta su aparato técnico es cuestionable.

No es de extrañar, por otro lado que su director andara un poco despistado con un largometraje de ficción. Al fin y al cabo, Andrés Garrigó se ha forjado un sobrado prestigio como realizador de documentales de corte católico como ¿Quién es el Papa Francisco? (2013) o El efecto Francisco. El Papa del cambio, por lo que resulta natural que el aspecto más conseguido de Fátima. El último misterio sea su apartado documental.

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Es aquí donde la película de Garrigó pone toda la carne en el asador y de hecho, es donde resulta más interesante. Fátima. El último misterio escarba
en todos y cada uno de los recovecos de las apariciones marianas que tuvieron lugar en el Portugal de principios del siglo XIX. No solo en las circunstancias y en cómo se desarrollaron aquellos acontecimientos sino también en sus profecías. Relatos apocalípticos a veces (predijo el estallido de la II Guerra Mundial) y esperanzadores otros, lo que la película de Garrigó nos quiere decir es que las apariciones de Fátima fueron algo más que una visiones divinas.

Fátima. El último misterio no solo es una propuesta muy bien documentada sino también un documental convencido de los poderes y de las convicciones de Fátima. Un largometraje que nadie que sea devoto de la Virgen, debería dejar de ver.

Ramón Monedero, Aleteia