Desde hace varios meses, Olivia Maurel, franco-estadounidense treintañera, casada y madre de tres hijos, se expresa en las redes sociales para contar su conmovedora historia. Nacida por gestación subrogada en Estados Unidos, tuvo que esperar hasta los 30 años para descubrir la verdad sobre sus orígenes, aunque asegura que siempre ha sentido mucho dolor y dudas desde su nacimiento.
Más tarde, cuando tenía unos 16-17 años, investigó sobre Kentucky, y más concretamente sobre el condado de Louisville, y descubrió que allí había centros de gestación subrogada. "Y entonces todo cobró sentido en mi cabeza. Fue como algo obvio", dice la joven.
Para su 30 cumpleaños, su suegra decidió ofrecerle una prueba de ADN. "Me di cuenta de que no tenía ni un 1 % de origen francés en la sangre y de que mi futura madre era francesa", resume Olivia.
"Me quité un peso de encima. Por fin tenía una prueba física de toda mi existencia, de treinta años de dudas y mentiras, y eso me hizo mucho bien. Me sentí feliz. No puedes construirte a ti mismo sin saber de dónde vienes".
Desde entonces, no ha dudado en contar su dolorosa historia, con la esperanza de movilizar a la comunidad internacional para abolir de una vez por todas la maternidad subrogada. "Como niña, siempre es complicado darse cuenta de que en algún momento fuiste objeto de un contrato, que fuiste una cosa, que te vendieron", dice emocionada. "Me compraron y me vendieron". Olivia continúa: "Cuando además sabes que el 50 % de ti está en algún lugar del mundo y no sabes qué es ese 50%… Es muy difícil. Lo más traumático del PAM es la separación de la madre, que lleva al niño durante nueve meses y luego tiene que renunciar a él".
Visita al Papa Francisco
En marzo de 2023, un centenar de expertos e investigadores de todo el mundo se reunieron en Marruecos para firmar una declaración internacional por la abolición universal de la Maternidad subrogada, en la que se pedía a los gobiernos que se comprometieran en la lucha contra la gestación subrogada, en particular proponiendo un proyecto de convención internacional sobre el tema.
Olivia Maurel es ahora la portavoz de la Declaración de Casablanca y volverá a reunir a todos los firmantes los días 5 y 6 de abril, esta vez en Roma, con motivo de la Conferencia Internacional de la Declaración de Casablanca para la Abolición de la Gestación Subrogada. El objetivo de este nuevo encuentro es informar a los responsables públicos de los efectos nocivos de la maternidad subrogada y proporcionar una caja de herramientas jurídicas a los Estados que deseen defender a su población contra este mercado, con el fin último de adoptar un tratado internacional.
En este contexto, el Papa Francisco la recibió el jueves 4 de abril con una delegación de la Declaración de Casablanca, entre los que se encontraban su marido, Bernard García Larraín, Sofía Maruri, abogada y profesora de la Universidad de Montevideo, y Adriano Borgnignon, del Foro delle Famiglie: "Fue un encuentro extraordinario. Nos recordó varias veces que la maternidad subrogada era un mercado y que nos apoyaba en nuestra campaña por su abolición universal. Se notaba que el tema le tocaba de cerca", declaró a I.Media tras su encuentro con Francisco.
"También señaló algo que me sorprendió, viniendo de un jefe de Estado como él: cuando una mujer se queda embarazada de un niño, éste da células a la madre, que conserva rastros del niño en su cuerpo durante mucho tiempo, casi 30 años de hecho. Quería recordarnos este vínculo científico entre la mujer y el niño".
Como recordatorio, en enero de 2024, el propio Papa pidió la prohibición universal de la "despreciable" e "inhumana" práctica de la maternidad subrogada, que "representa una grave violación de la dignidad de las mujeres y los niños", instando a la comunidad internacional a prohibirla universalmente.
En Italia se está aprobando actualmente una ley que penaliza la maternidad subrogada, incluso fuera del territorio italiano, y que podría desempeñar un papel en la escena internacional con vistas a un convenio internacional para la prohibición mundial de la maternidad subrogada. Por otra parte, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe prepara la publicación, el 8 de abril, de Dignitas Inifinitas, una nueva declaración sobre la dignidad humana.
La Declaración de Casablanca
Este grupo apolítico y aconfesional pide que se niegue todo valor jurídico a los contratos de gestación subrogada, que se impongan sanciones a las personas físicas o jurídicas que se ofrezcan como intermediarias entre las madres de alquiler y los padrinos, que se castigue a los padrinos, ya sea dentro o fuera del territorio nacional, y que se cree un instrumento jurídico internacional para imponer la abolición. Por último, con estos objetivos en mente, pide la puesta en marcha de un convenio internacional en la materia.
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