Nueva Evangelización (I)Evangelizar quiere decir mostrar ese camino, enseñar el arte de vivir. Jesús dice al inicio de su vida pública: he venido para evangelizar a los pobres (Cf. Lc 4,18). Esto significa: yo tengo la respuesta a vuestra pregunta fundamental; yo os muestro el camino de la vida, el camino que lleva a la felicidad; más aún: yo soy ese camino. (Joseph Ratzinger. Roma 10/12/2000. Conferencia pronunciada en el congreso de Catequistas y profesores de religión)
Empecemos por la evangelización. ¿Qué es evangelizar? Evangelizar en llevar la Buena Noticia a todo el que la necesita. ¿A qué Buena Noticia nos referimos? Nos referimos al Mensaje Cristiano que fue revelado por Cristo y que está claramente señalado en los Evangelios. La Buena Noticia es Cristo mismo ¿En qué sentido? En cuanto a que es sentido de todos y todo lo que existe. San Juan le llama el Logos (λόγος). Logos es palabra que da sentido y razón. Es más que "palabra": λέξη (lexi) como conjunto de letras que tienen un significado.
Benedicto XVI abrió las sesiones del Sínodo sobre la nueva evangelización (9/10/2012) con la siguiente definición: “Evangelizar es tener el fuego de Dios dentro y encenderlo con valor en el mundo (...) Se es evangelizador si se tiene en el corazón la conciencia que es Dios quien actúa en la Iglesia y si se tiene una pasión ardiente de comunicar Cristo al mundo”.
Evangelizar necesita evangelizadores. Evangelizador es quien lleva dentro la Buena Noticia y la comunica a los demás. El Papa Francisco describe esta realidad en el nº 1 de la Evangelii gaudium: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años“. También nos dice que "Es fundamental que avivemos nuestro encuentro personal con Jesucristo para poder ser discípulos misioneros ". (Papa Francisco. EG 3).
Ahora centrémonos en la Nueva Evangelización. Juan Pablo II, propone la necesidad de una nueva evangelización desde el convencimiento de la necesidad de llevar a Cristo en nuestro ser, con “un nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones” (Juan Pablo II, 19ª Asamblea del CELAM). Es importante dejar claro que al hablar de "Nueva Evangelización" no se habla de algo que aparece de repente y que nunca haya existido. Se trata de revitalizar el evangelización, teniendo en cuenta que el momento que vivimos. Vivimos en momentos en que la fe ha dejado de ser relevante en todos los sentidos, lo que conlleva un serio desafío a la hora de ofrecerla a los demás.
Partamos de algo fundamental: Cristo es el «Evangelio eterno» (Ap 14,6), y Él es «el mismo ayer y hoy y para siempre» (Hb 13,8). La Belleza, Bondad y Verdad presentes en el Evangelio son inagotables. San Juan de la Cruz nos muestra esta realidad al decir: "Esta espesura de sabiduría y ciencia de Dios es tan profunda e inmensa, que, aunque más el alma sepa de ella, siempre puede entrar más adentro" (Cántico espiritual, 36, 10). La frescura original del Evangelio es de tal dimensión, que siempre aparecen caminos, métodos, símbolos elocuentes, capaces de comunicar a Cristo en cada momento de la historia. También hoy en día. Toda verdadera acción evangelizadora es siempre nueva porque Dios se muestra al mundo por medio de cada evangelizador. En la homilía en la solemnidad de los Santos apóstoles Pedro y Pablo, el 28 de junio 2010, Benedicto XVI indica que la evangelización es siempre “«nueva» no en los contenidos, sino en el impulso interior, abierto a la gracia del Espíritu Santo, que constituye la fuerza de la ley nueva del Evangelio y que renueva siempre a la Iglesia; «nueva» en la búsqueda de modalidades que correspondan a la fuerza del Espíritu Santo y sean adecuadas a los tiempos y a las situaciones; «nueva» porque es necesaria incluso en países que ya han recibido el anuncio del Evangelio”.
La Evangelización tiene como objetivo plenificar al ser humano. Dios se hace presente cuando le permitimos utilizarnos como herramienta de su Voluntad. Por una parte, el evangelizador necesita llenarse de Cristo para evangelizar. Si no llevamos en nosotros la "semilla", no la podemos lanzar por donde pasemos. Por otra parte, Dios desea que la semilla lanzada enraice en quien la recibe y poco a poco le transforme. La parábola de la semilla es bien clara. No toda semilla lanzada llega a germinar, pero si no hay quien lance la semilla donde hay tierra fértil, no germinará nunca. Benedicto XVI, dice con claridad que: “quién ama la propia fe, se preocupará de transmitirla y llevarla a otros, ya que la Fe se fortalece transmitiendola. (...) La Nueva Evangelización consiste en el coraje de atravesar y transitar por nuevos senderos para anunciar a Cristo".
El Papa Benedicto XVI lo dice con gran claridad, no es necesario inventar nada. La nueva Evangelización consiste en llevar el evangelio, a aquellos que lo conocen poco o se han alejado de la Iglesia. Todos los bautizados deberíamos llevar el evangelio a los demás. Si no somos capaces, quizás necesitamos ser previamente evangelizados. Por desgracia, el cristianismo actual se suele quedar en un barniz socio cultural, que teme manifestarse en una sociedad que desprecia a Cristo. Si tenemos una fe clara y no conseguimos empezar a evangelizar, es muy probable que nos falte saber cómo utilizar nuestros carismas personales para evangelizar. ¿Qué hacer? Lo primero: necesitamos oración, humildad y docilidad a la Voluntad de Dios. Lo segundo, necesitamos encontrar una comunidad física donde vivir la fe, ayudar y ser ayudados. Por desgracia, cada día es más complicado encontrar una comunidad acogedora. Debemos rogar a Dios que nos enseñe dónde encontrarla, porque la comunidad es muy importante para alimentarnos espiritualmente y desarrollar nuestro carismas. Una comunidad que respete, valore y canalice los carismas que Dios nos ha dado a cada uno de nosotros. Una comunidad activa y llena de esperanza, en la que la pertenencia pasiva sea algo incomprensible.
“La nueva evangelización no consiste en anunciar un mensaje nuevo, distinto al de siempre, ni tampoco en utilizar simplemente nuevas estrategias o métodos novedosos y llamativos para atraer a la gente. En realidad se trata de volver al “amor primero” del que nos habla el libro del Apocalipsis, cuando reprocha a la Iglesia de Éfeso: «Pero tengo contra ti que has perdido tu amor de antes» (Ap 2 ,4).
La nueva evangelización debe estar encaminada a hacer posible que el hombre y la mujer de esta sociedad secularizada vuelvan a sentir la alegría de la presencia y de la cercanía del amor de Dios en sus vidas. Se trata de volver a la frescura misma del Evangelio, para dejarse sorprender y maravillar por la palabra de Jesús, como sucedió cuando él inició su vida pública, que la gente que lo escuchaba se preguntaba: «Qué es esto? Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!» y se maravillaban de los gestos que hacía Jesús (cf. Mc 1,27). ”
Mons Octavio Ruiz Arenas, Arzobispo Secretario del Pontificio Consejo para la promoción de la nueva evangelización. Artículo original del L’Osservatore Romano. Tomado de: (https://www.religionenlibertad.com/blog/24048/la-nueva-evangelizacion-es-volver-al-amor-primero-.html) ¿Qué es?
La divina proporción, ReL
Vea también ¿Cómo evangelizar? ¿Cómo dar testimonio?
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