Esta es una historia dura marcada por la tragedia. Pero precisamente por ello la gracia ha sobreabundado en este matrimonio que dio un testimonio impresionante ante millones de personas en Australia al perdonar públicamente al conductor que borracho y drogado se llevó por delante con su coche la vida de tres de sus seis hijos.
Danny y Leila Abdallah, un matrimonio católico de origen libanés, no olvidarán aquel caluroso día de verano del pasado año 2020 en Sidney cuando les avisaron de la tragedia que cambiaría sus vidas. Un rato antes habían dado permiso a sus hijos para que fueran a comprar un helado mientras celebraban un cumpleaños. Sus hijos fallecidos tenían nueve, doce y trece años, además de una sobrina de once.
En una entrevista con EWTN que recoge CNA, este matrimonio recuerda que todo en su vida, incluso en el momento de conocerse, giraba en torno a la fe. Desde el principio, se sintieron atraídos por la fe del otro. "La primera pregunta que me hizo Danny fue: '¿Oras?' Y esa fue mi señal de Dios", cuenta Leila.
Asimismo, Danny asegura que para él fue muy importante la fe de Leila. “Siempre digo que la decisión más importante que tomas en tu vida es con quién te casas, y sé que una mujer que ama y teme a Dios estará contigo en tu hora más oscura”, dijo.
Así fue como se casaron y trajeron al mundo a sus seis hijos: Antony, Angelina, Liana, Sienna, Alex y Michael. “Amamos cada minuto, cada segundo, incluso cuando estábamos cansados y exhaustos, todavía los amábamos más”, explica Danny.
Pese a que no ha pasado ni un año del suceso, este matrimonio ha relatado aquel momento y cómo lo vivieron. La familia estaba celebrando un cumpleaños cuando los padres dejaron que sus hijos fueran a comprar un helado.
“Escuché a mi hermana decirle a Danny: '¿Estás seguro de que está bien que vayan?'”, cuenta Leila. "Él dijo: 'Sí, solo están caminando por la acera, ¿qué va a pasar?"
Unos minutos después Danny y Leila recibieron una llamada telefónica acerca de un accidente por lo que fueron corriendo. “Lo que vimos fue más allá de nuestra comprensión”, recordó Danny cuando llegó a la escena. "Cuando los vi, me di cuenta de que tenía que rendirme a Dios".
Leila pensaba que era una “zona de guerra” y asegura que comenzó a rezar “mientras todos a mí alrededor estaban gritando. Mi primera respuesta fue: ‘¿por qué Dios nos haría esto? No, no puede llevarse a nuestros hijos. Él no nos haría esto’”.
Más tarde descubrieron más detalles sobre aquella gran tragedia. Fue entonces cuando supieron que un joven de 30 años bajo los efectos del alcohol, la cocaína y otras drogas perdió el control de su automóvil, se subió a la acera a gran velocidad y arrolló a los niños que iban a comprar un helado.
Al llegar al hospital, cuatro sacerdotes se reunieron con Danny y Leila y les dieron la noticia: Antony de 13 años, Angelina (12), Sienna (9) y su sobrina, Veronique (11), no sobrevivieron. “Yo gritaba, decía que no, no, no habían muerto”, explica Leila.
Antony (13), Angelina (12), Sienna (9) fueron los hermanos que murieron arrollados el pasado verano.
Sin embargo, a pesar de su tremendo sufrimiento, los Abdallah no odiaron al conductor, que fue recientemente condenado a 21 años de prisión. "Lo siento por él", afirma Danny y “rezo por él. El diablo lo usó como un títere".
Es más, en una decisión que conmocionó a los medios de comunicación de Australia, Leila lo perdonó públicamente. “El perdón es algo que practicas, es algo que practicas toda tu vida. Entonces, eventualmente, puedes perdonar a una escala mayor”, explica. “Y no perdonas porque los demás merezcan ser perdonados. Es porque mereces estar en paz".
Su fe fue la que le permitió hacer esto. "Si Jesús puede perdonarme, entonces, por supuesto, puedo perdonar al conductor. Si murió en la cruz por mí, entonces, por supuesto, puedo orar por ese conductor. Nuestro cristianismo, nuestra fe hizo que lo perdonara", aseguran los padres.
Y para acabar desde su experiencia intentan ayudar a otras personas que están sufriendo: “recuerda que si Jesús cargó con su cruz, nosotros debemos cargar la nuestra y seguirlo. Y en esta tierra mientras vivimos disfruta cada momento, abraza fuerte a tu familia, besa a tus hijos, no des nada por sentado, porque cualquier cosa puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos”.
J.L.- ReL
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