lunes, 7 de junio de 2021

8 consejos de una experta para resistir la ofensiva de género: «Necesitamos católicos valientes»

 


Desde su juramento del cargo como presidente de EEUU, el impulso de las leyes de género ha encontrado en Joe Biden un fiel aliado. La Ley de Igualdad es el caso más representativo. Discrimina a las personas por su  fe, redefine el matrimonio, permite que niñas y niños trans compartan vestuarios y promociona la identidad de género en la escuela. La última medida, aprobada el 23 de mayo, permitirá ondear en las embajadas la bandera LGTB durante el Orgullo.

Cada vez son más los expertos católicos que se oponen a la presión LGBT. Es el caso de Mary Rice Hasson, directora del Catholic Womens Forum e investigadora del Ethic`s and Public Policy Center, asociaciones con sede en Washington dedicadas a la promoción de la cultura católica. Entrevistada en The Arlington Catholic Herald, ha ofrecido 8 consejos a los católicos para enfrentar desde la fe el avance de género.

Una nueva generación de apóstoles

“Nunca ha sido tan urgente como hoy para los católicos respaldar la visión de la educación católica”, asevera Hasson. “Las escuelas están inundadas de ideología de género. Enseñan una visión de la persona humana incompatible con la antropología cristiana”.

Por ello, la especialista urge la aparición de “una nueva generación de apóstoles y evangelistas”, y llama a profundizar “nuestra dependencia de Dios, abriendo nuestro corazón al poder del Espíritu Santo y diciendo que sí a todo lo que nos pida”.

Propone ocho consejos para llevarlo a cabo:

1º Buscar el bien del otro

La auténtica compasión busca el bien del otro, y lo acompaña en su camino hacia la sanación y la felicidad a la luz del plan de Dios”.

“No es bueno que una persona afirme una identidad en desacuerdo con el cuerpo. Y si la autopercepción de una persona entra en conflicto con la realidad, entonces lo bueno es ayudar a la persona a obtener una autopercepción más clara, que se alinee con la verdad”.

2º Ayudar a las personas con dificultades

Hasson cita un estudio australiano de 2021 que descubrió que el 88% de los niños y adolescentes que buscan tratamiento clínico para la disforia de género sufrían otras afecciones de salud mental, como ansiedad y depresión.

“Ayudar a estas personas a obtener una autopercepción más precisa puede significar ayudarles a ampliar su comprensión de lo que significa ser mujer u hombre o a explorar por qué ven con miedo abrazar su propia identidad”, explica esta experta.

3º Respetar a todos

“Nuestra fe nos llama a tratar a todos con respeto, reconociendo la dignidad de la persona que tenemos delante nuestro, amada por Dios, y ser compasivos con el que sufre, sufrir con ella y acompañarle”.

4º Y exigir respeto a la verdad

“No es razonable que una empresa obligue a otros empleados a usar pronombres que entren en conflicto con la realidad, como usar `ella´ para referirse a un hombre. Tampoco tienen derecho a obligar a nadie a hacer o decir algo que viole su conciencia o convicciones religiosas”.

Nadie tiene derecho a obligar a otro a decir una mentira”. Por ello, “es importante tener y trazar los límites, incluida la insistencia en el respeto a nuestra conciencia y los derechos a la libertad religiosa y de expresión”.

5º Los católicos deben resistir

Esta activista católica asegura: “Necesitamos tener confianza y estar convencidos de la verdad de quiénes somos como seres humanos, y no tener miedo a expresar nuestras creencias”.

“A veces, todo lo que se necesita es una persona lo suficientemente valiente para decir la verdad”. Por eso, “los católicos deben resistir esas leyes y negarse a cumplirlas”, en referencia a la batería de medidas LGTBQ recientemente aprobada.

6º Saber combinar fe y razón

“Aunque mantenemos nuestras creencias como una cuestión de fe, no lo hacemos solo como cuestión de fe”, matiza.

“La ciencia afirma que solo hay dos sexos, hombre y mujer, y el sexo no puede cambiar. Por eso hay una amplia coalición de personas, desde feministas hasta biólogos ateos o personas de fe que trabajan juntas frente a la ideología de género”.

7º No dejarlo todo a la escuela

Los padres deben abordar la falacia de la ideología de género directamente con sus hijos y reforzar la verdad de que el sexo no puede cambiar”.

En alguno casos, “padres con hijos atrapados en `el culto transgénero´ tuvieron éxito ayudando a sus hijos sacándolos de la escuela pública”, si bien recuerda que “los hijos en escuelas católicas tampoco son inmunes”.

8º Ni a la universidad

“Los padres de jóvenes en edad universitaria deben de tener cuidado. Las presiones sociales en la universidad pueden crear dudas, y los estudiantes sin amigos encontrarán una popularidad casi instantánea en entornos LGBTQ al afirmar su identidad transgénero”. Sin embargo, “nadie encuentra la felicidad librando una guerra medica interminable en su propio cuerpo”.

Necesitamos católicos valientes

Hasson alerta sobre como “la separación del sexo y la reproducción lo ha cambiado todo. El sexo de la reproducción, la reproducción del sexo, la identidad sexual del cuerpo y el cuerpo de la identidad sexual. Estos cambios están sacudiendo los cimientos de nuestras familias, y golpean la raíz del significado de la persona, en relación con Dios y los demás”.

Por ello, concluye, “necesitamos, más que nunca católicos valientes que comprendan la verdad de la persona humana y estén dispuestos a defenderla, en la política, en los negocios, en el derecho, la educación… Y a educar la próxima generación de católicos comprometidos con la fe”.

J. M. Carrera / ReL


Vea también     El Colegio Americano de Pediatras desacredita la ideología de género: hace daño a los niños

























No hay comentarios:

Publicar un comentario