Rece las Letanías de la Humildad del Cardenal Merry del Val (¡se llevará una sorpresa mayúscula!) que terminan con la siguiente oración:
Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio. Concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo. Amén.
Vea también Los Grados de Humildad de San Benito
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