Pero había un problema: tenía una deuda de 8000 dólares. La enfermera me dijo que yo estaba asegurada pero mi mujer no. Por eso no podíamos recurrir al seguro. Me propuso que me casara. Estaba yo de acuerdo pero no creía que se podía con solamente pensar en tantas cosas que requiere un matrimonio.
Trabajé esa mañana y, sin cambiarme, fui al hospital a mediodía, a la hora que me habían indicado. Y allí me estaban esperando en cuidados intensivos y nos casamos.
Y en la partida aparece la nota: casado 'in articulo mortis'. Gracias a Dios, mi mujer se puso bien."
Los dos pueden confesarse y recibir la santa comunión porque están unidos en santo matrimonio. Los caminos del Señor son insondables.
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