lunes, 20 de octubre de 2025

Economista busca cómo tener más de 1,6 hijos por mujer y halla solución en los primeros cristianos

 «Hemos olvidado lo poderoso que puede llegar a ser el testimonio», dice Catherine Pakaluk

"Aquello que precisamente creíamos que era un problema insalvable [para un nuevo hijo] terminaba siendo aquello que necesitábamos para solucionarlo”

La de cómo solventar el temido e imparable invierno demográfico es una pregunta en boca de todos. Hay quienes recurren a los programas de ayudas estatales, otros a la inmigración… Pero la economista Catherine Pakaluk parece haber dado con una respuesta mucho más trascendente en la que pocos habían reparado hasta ahora.

Su hallazgo se dio a raíz de la publicación de Hannah's Children, un libro en el que Pakaluk entrevistaba a 55 madres de familia numerosa tratando de desvelar los motivos que las llevan a “desafiar al invierno demográfico”. En un principio, la escritora y economista quedó sorprendida al comprobar que los programas estatales de ayudas a la maternidad no estaban motivando a las familias a incrementar el número de hijos. La sorpresa no terminó ahí, pues entre las conclusiones de sus entrevistas, obtuvo la respuesta a una verdad difícil de digerir para un país como Estados Unidos, donde se producen cerca de un millón de abortos quirúrgicos al año: ¿Y si los niños que se abortan fuesen la solución a las causas que llevan a abortarlos?

Fueron solo dos de los muchos temas que abordó en su reciente entrevista concedida a Sami Parker, de la organización provida Live Action.

Interrogada por la mentalidad antinatalista del presente, la escritora corroboró que, en muchos casos, si las familias no quieren tener más hijos es porque no han oído hablar ni de la posibilidad ni de sus consecuencias.

La gente realmente no sabe por qué, no sabe cómo se podría llegar a contemplar cómo tener más de 1,6 seis hijos puede ser una excelente manera de vivir tu vida. Y en muchos casos, es porque nunca han oído hablar de ello”, explica.

El poder del testimonio

La escritora, de las pocas que han investigado el tema en profundidad desde una perspectiva cristiana, confirmó que antes de los programas estatales las mujeres necesitan escuchar.

“De lo que estoy hablando, en el sentido cristiano, es del testimonio a la antigua usanza. La Iglesia primitiva se extendió por el testimonio. La gente se levantaba, contaba cómo se convirtieron a Cristo y contaban historias increíblemente cautivadoras”, explica. Se daba incluso la paradoja de que “personas que ni siquiera eran cristianos bautizados estaban tan inspirados [por el ejemplo de los mártires] que decían que también eran cristianos y saltaban al coliseo”.

Pakaluk cree que se ha olvidado lo poderoso que puede llegar a ser el testimonio. Trasladado al debate provida y demográfico, la economista observa que “lo más importante que podemos hacer para persuadir a quienes no lo están considerando a tener hijos es simplemente compartir. Compartir nuestras experiencias con nuestros hijos. Contar las buenas historias... Que tener un bebé no te va a arruinar la vida".

¿Por qué tener más hijos?

En su caso, el libro Hannah's Children se ha configurado como una oportunidad para ella de compartir historias bonitas y atractivas, que se convierte en una poderosa herramienta si la gente se interesa por ellos.

Por ello, la economista advierte de que el testimonio debe separarse por completo de la idea de avergonzar, juzgar o ridiculizar a quienes no dan cabida a más hijos.

“Tal vez no están preparados. Tal vez Dios no los está llamando a eso, y creo que debemos tener espacio para ello”, comenta.

Durante la entrevista, Pakaluk se detuvo para recordar la respuesta de las madres de familia numerosa a la pregunta de por qué tener más hijos, incluso cuando las condiciones no fuesen propicias.

Un nuevo hijo: ¿Problema... o solución?

“La conclusión fue que, muchas veces, la decisión de ir más allá de lo normal fue porque la pareja había tenido una experiencia en la que uno de los niños había traído la solución, que resolvía un problema”, relata.

La respuesta volvió a ser tan teológica y emocional como la del testimonio de los primeros cristianos: “La providencia divina es tan amplia y multifacética que aquello que precisamente creíamos que era un problema insalvable [para un nuevo hijo] terminaba siendo aquello que necesitábamos para solucionarlo”.

Pakaluk acompañó su reflexión con el ejemplo de una familia de la ciudad de Provo, en Utah.

“Poco después de mudarse, ella concibió un bebé y no era lo que esperaban”, relata. La familia se encontraba en ese momento enfrentando los graves achaques de salud mental y ansiedad extrema de su hijo de 11 años.

“Lo habían llevado a terapia, medicamentos, todo tipo de cosas para ayudarle… Recuerda ponerse de rodillas y preguntarle a Dios por qué les enviaba otro bebé mientras trataban de ayudar al que tenían”, cuenta Pakaluk.

La respuesta llegó con el nacimiento del nuevo hijo.

“El bebé se fue a los brazos de su hermano mayor [enfermo]. Y sencillamente, se calmó”, confesó la madre. Al principio pensaron que podía ser un hecho aislado, “pero a medida que pasaba el tiempo, fue como si una paz lo invadiera'... Era como si simplemente necesitara sostener a ese bebé, mientras que antes del nacimiento no había funcionado nada”.

Aquel caso no fue aislado: según Pakaluk, la mayoría de las personas que entrevistó en su libro con varios hijos descubrieron, tarde o temprano, que tener un bebé no les iba a arruinar la vida, sino que el niño era realmente la solución a los problemas que temían.

José María Carrera Hurtado, ReL

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«A fuego lento», la novela sobre los peligros de la doble vida en redes durante la adolescencia

 Noemí Saiz invita a los padres a reflexionar sobre su papel en la educación

"Pensamos que con mirarles el móvil basta, pero los chavales borran, usan incógnito…", advierte Noemí. 

La autora Noemí Saiz Saiz nos habla sobre su novela A fuego lento, una historia que refleja la importancia de la comunicación y la responsabilidad en el uso de las redes sociales, y que invita a los padres a reflexionar sobre su papel en la educación de sus hijos en la era digital. 

- La novela presenta un caso muy actual que se da en cualquier tipo de familia y en nuestra sociedad más actual. ¿Piensas que los lectores se van a encontrar reflejados en esta historia de Marta como protagonista?

-Sí, porque Marta no es un personaje lejano. A veces me preguntan a mí, y también a mi hija mayor, si la historia que cuento es la suya. No lo es. Marta nació como mi manera de mostrarle a mi hija lo que podía pasar si seguía tomando decisiones equivocadas y adelantando procesos. Es un personaje inventado, pero tan realista que muchos piensan que todo ocurrió.

- ¿Qué mensaje esperas que los lectores, especialmente los padres, extraigan de esta novela?

-Nadie está libre de que esto pase en casa. Da igual que tu hijo sea "muy bueno" o saque buenas notas: Marta también lo era. Los padres necesitamos tiempo y acompañamiento, y no dar por hecho que "a nosotros no nos tocará". El otro gran mensaje es el perdón: del otro, de uno mismo y, sobre todo, de Dios. Ese perdón abre la posibilidad de empezar de nuevo y con él llega la esperanza.

'A fuego lento', la novela de Noemí Sainz sobre el peligro de las redes.archivo

'A fuego lento', la novela de Noemí Sainz sobre el peligro de las redes.archivo

- La novela aborda temas muy actuales como las redes sociales y su impacto en la vida de los adolescentes. ¿Cómo crees que los padres pueden proteger a sus hijos de los peligros de las redes sociales sin caer en la sobreprotección o la falta de confianza?

-Pensamos que con mirarles el móvil basta, pero los chavales aprenden rápido: borran, usan incógnito… y no te enteras de la mitad. La protección está en marcar límites y estar presentes, no en vigilar como policías ni en dejarles a la deriva. Con 13 años aún no tienen capacidad de discernir bien. Darles tiempo es el mayor límite.

-Marta, la protagonista, se ve envuelta en una doble vida en las redes sociales que la lleva a relaciones tóxicas y mentiras. ¿Qué reflexión te gustaría que los lectores hagan sobre la importancia de la autenticidad y la transparencia en las relaciones?

-La Marta virtual acaba engullendo a la Marta real, y esa doble vida la rompe por dentro. Cuando todo sale a la luz siente dolor, pero también alivio, porque solo la verdad libera. No se trata de "ser uno mismo" a cualquier precio, sino de vivir en verdad. Las apariencias pesan demasiado y tarde o temprano se caen; la verdad, aunque duela, sostiene.

- ¿Crees que el enfoque a las soluciones del problema desde una perspectiva cristiana católica, es atractivo en una novela, especialmente dirigida a gente joven?

-Sí. Hoy a los jóvenes les entran ideologías en cada serie o libro juvenil. Las ven porque enganchan, aunque no compartan el trasfondo. Entonces, ¿por qué no iba a hacer yo lo mismo desde la fe? En A fuego lento la fe acompaña la historia con naturalidad: la familia católica, la Iglesia como hogar, la adoración, el perdón sacramental —eje central de la novela, de ahí "70 veces 7"—. No estorba ni se impone, simplemente acompaña.

-¿Cómo crees que la fe y la espiritualidad pueden influir en la forma en que los adolescentes y los padres abordan los desafíos de la vida, incluyendo el uso de las redes sociales?

-La fe da criterio y horizonte. Cuando un adolescente entiende que su vida tiene valor y que su cuerpo no es un juguete, ya mira distinto. Y cuando sabe que siempre hay perdón y posibilidad de volver a empezar, tiene esperanza. En mi casa, por ejemplo, mis hijos no pueden usar redes sociales hasta terminar 2º de bachillerato. No es castigo, es darles tiempo para madurar y una meta hacia la que caminar.

- ¿Qué consejo le darías a los padres que están luchando para conectar con sus hijos adolescentes y entender su mundo?

-Que no se rindan. Los adolescentes a veces ponen un muro, pero necesitan saber que estamos ahí. El tío Agustín y la tía Agustina de una aldea de la Alcarria no tenían charlas profundas, pero comían juntos, rezaban y estaban. Hoy nos toca lo mismo: no discursos, sino presencia. Y no olvidar que no somos colegas, somos padres: ellos necesitan cariño y límites.

- Por último: la novela parece que está dirigida tanto a los padres de hijos adolescentes como a los propios hijos adolescentes, entonces, ¿en qué sentido debería de ser la lectura, primero los padres y luego los adolescentes, o al revés?

-Lo mejor es que primero la lean los padres. Conocer los temas les ayudará después a acompañar la lectura de sus hijos y a hablar de ellos mientras la van leyendo. No se trata de dejarles solos con un libro, sino de convertirlo en una ocasión para el diálogo. Ahora bien, los adolescentes también pueden leerla solos, claro. Pero como dicen ahora, “la experiencia” no es tan completa: el libro cobra más fuerza cuando se comparte en familia.

ReL

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La codependencia emocional y impacto en una relación amorosa

 

codependencia emocional

¿Constantemente buscas la aprobación de tu pareja? Podrías estar experimentando una codependencia emocional y aquí te contamos el impacto en ti y en tu relación

La codependencia emocional es cuando una persona centra su identidad y su bienestar emocional en la otra persona. De tal manera que son susceptibles a cualquier emoción, impactando de tal manera en ellos que buscan la aprobación del otro para poder estar bien y sentirse valiosos. 

Lo que da pie a una relación inestable donde la persona sea incapaz de tomar decisiones propias y a su vez marcar límites, pues más bien centra su atención en el otro, dejando a un lado sus propias metas y muchas veces sus valores.

En muchos casos, esto puede llegar a ser utilizado como una ventaja por el otro, aprovechándose de la persona, sin darle su lugar. Lo que termina por herir a la otra persona.

¿Qué desencadena la codependencia emocional?

codependencia emocional

El origen de la codependencia emocional está ligada principalmente a nuestra infancia, ya que de acuerdo al trato que recibimos por nuestros padres quienes son nuestros principales cuidadores, forja nuestra identidad. 

Cuando el niño carece de afecto, cuidado, seguridad y atención, provoca que el niño desarrolle una codependencia emocional, de modo que este se convierta en una persona muy introvertida o por otro lado, parecer fuerte, pero por dentro tienen miedo. De tal manera que buscan la atención de los padres, para así seguir sintiéndose de alguna manera queridos por ellos.

Señales de una codependencia emocional

  • Necesidad constante de aprobación 
  • Sacrificarse en exceso por el otro 
  • Miedo intenso al abandono 
  • Pérdida de sentido de la identidad

Ejemplos comunes: 

1"Si tú estás mal, yo no puedo estar bien"

La persona es incapaz de sentir felicidad cuando el otro no se siente bien, la persona hace todo lo que está a su alcance para levantar el ánimo al otro sin importar sentirse cansado. 

2"Lo perdoné otra vez porque no puedo imaginar mi vida sin él"

Usualmente, este hecho ocurre por miedo extremo al abandono, justificación de conductas dañinas, dependencia afectiva. 

3“Todo lo que soy, es gracias a mi pareja”

Cuando existe este sentido de codependencia, pensamos que nuestra estabilidad consta de la otra persona y que las metas y objetivos que hemos logrado es gracias a ellos. Lo que genera una pérdida de identidad, fusión total con la pareja, idealización.

¿Qué podemos hacer?

La buena noticia es que sí, se puede superar la codependencia emocional. Aunque suele tener raíces profundas muchas veces ligadas a la infancia o a experiencias pasadas, con trabajo personal y acompañamiento adecuado, es posible transformar una relación codependiente en un vínculo más sano y equilibrado.

Aquí te compartimos algunos pasos clave en este proceso:

1Identifica tus emociones

Disculpas

Aunque sabemos lo difícil que es reconocer algún aspecto que nos provoca comportarnos o sentirnos de cierta manera, podemos comenzar haciéndonos esta pregunta: ¿Estoy amando desde mi libertad o desde el miedo? Este puede ser el punto de partida. 

2Buscar ayuda profesional

La terapia psicológica, ya sea individual o de pareja, es una herramienta fundamental para trabajar la codependencia. Un terapeuta puede ayudarte a:

  • Identificar los orígenes de la dependencia
  • Reforzar tu autoestima
  • Aprender a poner límites sin culpa
  • Sanar heridas emocionales del pasado

No estás solo en esto, pedir ayuda es un acto de valentía, no de debilidad.

3Fortalecer la autoestima

La codependencia muchas veces se sostiene en una baja autoestima. Por eso, es crucial reconectar contigo mismo/a, con tus logros, tus gustos, tus valores y tus propias metas.

Superar la codependencia emocional no es fácil, pero sí es posible. Es un camino de regreso a ti mismo, hacia un amor más sano, consciente y equilibrado primero contigo y luego con los demás. No se trata de dejar de amar, sino de aprender a amar sin dejarte de lado.

Karen Hutch, Aleteia

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