¿Jefa seria o líder empática? Rompe el mito de que la fortaleza es sinónimo de frialdad
La ciencia del liderazgo empático
Las cifras hablan por sí solas: un estudio de la consultora Catalyst reveló que el 61% de los empleados que trabajan bajo líderes empáticos reportan sentirse más innovadores, frente al 13% que trabaja con jefaturas frías y distantes. Además, según el Harvard Business Review, los líderes con alta inteligencia emocional superan en un 20% el desempeño de aquellos con habilidades técnicas sobresalientes pero carentes de empatía.
En la práctica, esto se traduce en mejores indicadores de retención y compromiso. Gallup, en su encuesta anual sobre el estado global del trabajo, señala que las empresas con líderes emocionalmente inteligentes experimentan un 59% menos de rotación de personal y un 41% más de satisfacción laboral.
Caso real: Indra Nooyi y el liderazgo con humanidad
Indra Nooyi, ex CEO de PepsiCo, es un ejemplo paradigmático de que la empatía y la determinación pueden coexistir. Durante su gestión, no solo aumentó el valor de la compañía en un 80%, sino que también implementó una cultura corporativa basada en el bienestar de sus empleados. Su enfoque incluía desde licencias parentales extendidas hasta programas de mentoría, lo que resultó en un aumento significativo en la productividad y lealtad del talento. Su estrategia fue clara: un líder que se preocupa por su gente construye una organización sólida y resiliente.
La falacia de la "jefa dura"
El mito de la "jefa inquebrantable" está alimentado por una narrativa obsoleta. Estudios de McKinsey indican que las mujeres en posiciones de liderazgo enfrentan mayores presiones para demostrar autoridad que sus pares masculinos, lo que las lleva a adoptar estilos de dirección más rígidos. Sin embargo, la evidencia apunta a que las líderes que integran la empatía en su gestión logran mejores resultados en innovación y cultura organizacional.
Conclusión: un nuevo paradigma de liderazgo
La fortaleza no es sinónimo de frialdad. Las líderes más efectivas del siglo XXI no son aquellas que imponen, sino las que inspiran. Romper el mito de la "jefa distante" es más que un cambio de percepción: es una estrategia probada para construir equipos más eficientes y empresas más rentables.
La verdadera pregunta ya no es si una líder puede ser empática y fuerte al mismo tiempo. La pregunta es: ¿puede permitirse no serlo?
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