Invitamos a los matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.
Espera
116. Panta elpízei: no desespera del futuro.
Conectado con la palabra anterior, indica la espera de quien sabe que el otro
puede cambiar. (El Papa sigue comentando 1 Co 13,4-7). Siempre espera que sea posible una
maduración, un sorpresivo brote de belleza, que las potencialidades más ocultas
de su ser germinen algún día. No significa que todo vaya a cambiar en esta
vida. Implica aceptar que algunas cosas no sucedan como uno desea, sino que
quizás Dios escriba derecho con las líneas torcidas de una persona y saque
algún bien de los males que ella no logre superar en esta tierra.
117. Aquí se hace presente la esperanza en todo su sentido,
porque incluye la certeza de una vida más allá de la muerte. Esa persona, con
todas sus debilidades, está llamada a la plenitud del cielo. Allí,
completamente transformada por la resurrección de Cristo, ya no existirán sus
fragilidades, sus oscuridades ni sus patologías. Allí el verdadero ser de esa
persona brillará con toda su potencia de bien y de hermosura. Eso también nos
permite, en medio de las molestias de esta tierra, contemplar a esa persona con
una mirada sobrenatural, a la luz de la esperanza, y esperar esa plenitud que
un día recibirá en el Reino celestial, aunque ahora no sea visible.
De la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Capítulo IV: Vocación de
la Familia)
Vea también Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan
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