Seis claves para fortalecer definitivamente el lazo familiar

Monseñor Thomas J. Olmsted nos comparte estos consejos que no podemos perdernos si necesitamos reforzar la unión en nuestro hogar. Una familia unida, siempre tendrá a Cristo como guía

Seguro has leído artículos en donde te sugieren que hagas ciertas actividades para mejorar la unión familiar, el problema es que muchos de ellos tienden a dejar fuera el lado cristiano, cuando en realidad es en el matrimonio donde se une la pareja para educar una familia que sea fiel a Cristo. 

Por lo que tomamos las recomendaciones que Thomas J. Olmsted -obispo emérito de Phoenix, Arizona- menciona en el libro Complete my Joy. En este texto se menciona que la familia debería de tomar en cuenta estas 6 claves para fortalecer sus lazos familiares.

1
NO NEGOCIABLE: ASISTIR A LA MISA DOMINICAL

Es fundamental que, como familia, respeten los días sagrados que instituyó Jesucristo. La Misa de cada domingo es una celebración que da muchos frutos a los que asisten, y más cuando todos los integrantes de la familia asisten juntos. 

«Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».

Mateo 18, 20

Algunos consejos que propone Monseñor Thomas: asistir a la Misa con la vestimenta adecuada para la celebración eucarística, llegar temprano para disponernos a Cristo, mostrar la reverencia a Jesús, que está en el tabernáculo, y participar activamente en Misa con los cantos y rezos. No te olvides de invitar a tus hijos a imitar estas acciones.

2
MÍNIMO, CONFESARSE UNA VEZ AL MES

La Iglesia católica estipula que una persona debe confesarse al menos una vez al año, sin embargo, si queremos participar devotamente en la vida de fe, Monseñor recomienda que nos confesemos mínimo cada mes. 

Esto puede llegar a ser beneficioso para la familia porque es común que dentro del entorno existan conflictos. Una confesión continua puede ayudar a reflexionar sobre los actos que cometemos y cómo nos dirigimos hacia los demás. Esto sin duda ayudará a traer alegría al hogar.

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3
TENER DIARIAMENTE UNA COMIDA FAMILIAR

Es usual que pongamos como prioridad otras actividades que nos impiden pasar el tiempo en familia, ya sean deberes del trabajo o de la escuela, no obstante, pasar tiempo de calidad fortalece de gran manera las relaciones. 

Saber cómo ha sido el día del otro, sus preocupaciones, corajes o alegrías, puede ayudarnos a entender al otro y saber en qué podemos ayudarlos. Así que busca el mejor momento en que pueda ocurrir esta reunión, ya sea el desayuno, comida o cena. 

4
PRIORICEN EL TIEMPO COMO ESPOSOS

Es fundamental que como pareja pasen tiempo juntos, solamente los esposos, porque si la relación de matrimonio va conforme la ley de Dios, se darán frutos en la educación de los hijos. 

Busquen tener esos espacios de citas románticas, de aprendizaje y, sobre todo, ratos de oración. Es una gran idea continuamente visitar al Santísimo para adorarlo y darle las bendiciones para la familia. E incluso apuntarse a los retiros matrimoniales. 

5
ESTABLECER LÍMITES CON LOS APARATOS DIGITALES 

A pesar de que la tecnología ha sido una gran herramienta para acceder información que nos puede ser útil, no solo en el ámbito escolar, sino también en la vida de fe, debemos ser conscientes de que se puede acceder a sitios que no son nada saludables para los hijos porque son distractores para vivir una vida devota.

Monseñor Thomas recomienda tener horarios para usar los dispositivos electrónicos; además, las televisiones y computadoras deben estar en lugares en donde todos puedan acceder (no en las habitaciones), e incluso, menciona que conoce familias que prefieren que los hijos tengan acceso a los aparatos electrónicos hasta que tengan la edad suficiente para usarlos con consciencia. 

6
CONSAGRARSE A LA VIRGEN 

¿Qué mejor ejemplo para nuestra vida familiar que nuestra Madre? De ella se pueden aprender todas las cualidades para ser mejores padres e imitar el ejemplo de la familia sagrada. No podemos perdernos esta oportunidad de estar bajo su protección para bendecir a cada integrante.

Así que, recen el rosario continuamente en familia. Además, agrega imágenes de ella en el hogar y objetos marianos que te recuerden la gran devoción que María siempre tuvo hacia Dios para aprender de ella.

Yohana Rodríguez, Aleteia