martes, 30 de enero de 2024

42 mil jóvenes a los pies de Cristo Rey este 2024 en Guanajuato

Cristo Rey del cubilete silao


Un impactante suceso dio origen a las peregrinaciones juveniles anuales y, desde entonces, jóvenes de todo el país se reúnen para subir el cerro del Cubilete en un recorrido de 13 kilómetros. Este año, participaron más de 42 mil personas y algunas de ellas compartieron su experiencia con Aleteia

Más de 42 mil jóvenes participaron en la peregrinación anual juvenil al cerro del Cubilete, según Monseñor Víctor Aguilar Ledesma, obispo de Celaya. En este encuentro, los jóvenes suben a pie la montaña en la que se encuentra el monumento a Cristo Rey, en Silao, Guanajuato, México. 

En la peregrinación participan adolescentes y jóvenes de todo el país para pedir por una intención personal. Hay personas que incluso recorren descalzos, o de rodillas, los 13 kilómetros que conforman el recorrido. 

cubilete-pilgrim-seminariamss-in-guanajuato-mexico

¿Cómo nació esta costumbre?

Monseñor Víctor platicó que esta peregrinación se realiza en memoria del asesinato de dos jóvenes católicos tapatíos en 1975, llamados César Fernando y Juan Bosco:

«Los asesinaron en la explanada. Hicieron un momento de oración y se juntaron (con) más jóvenes del mismo estado. Empezaron testimonios fuertes de ahí, porque muchos de ellos fueron perseguidos por dar un gran testimonio del cristianismo que tenía que ver con la guerra cristera; había grupos que se sentían ofendidos con ello y por esa razón cometieron ese homicidio». 

Ellos son considerados los mártires del cubilete. Este suceso, como comentó el obispo de Celaya, ha traído una peregrinación llena de esperanza donde cada año los jóvenes gritan, cantan y rezan con alegría. «Ellos quieren ser libres para Dios y su Iglesia».

Aleteia habló con peregrinos de diferentes partes del país para conocer porqué decidieron unirse a la peregrinación.

Gerardo Santibañez, cruzado de Cristo Rey en Puebla

cubilete-pilgrim-seminariam-in-guanajuato-mexico

En su tercer peregrinación anual, habló sobre el sentido espiritual:

«El hecho de venir, desde abajo, hacia la cima, donde está Cristo Rey, me da el sentido de la derrota de mí mismo, la victoria de Cristo sobre mí mismo porque, como bien sabemos, toda vida espiritual es un ascenso. Entonces, radica en dejar nuestras inseguridades, en sacrificarnos a nosotros mismos y pedir a Dios la gracia de que Él se haga realidad en nosotros; como decía ese pasaje de la escritura de san Juan Bautista: ‘Es necesario que Él crezca y yo disminuya’» (Jn 3,30).

Alex Figueroa, miembro de Eluzaí Victorias en Jalisco

cubilete-pilgrim-in-guanajuato-mexico

«Es el cuarto ‘cubilete’ que vivo», mencionó con una gran sonrisa y compartió que ofreció esta caminata por su mamá y su abuela:

«Al finalizar la Misa, en la capilla del monumento, el coro cantó la canción de Cristo Rey. Pensé en mi mamá, mi abuelita y mi familia, algo se movió en mi corazón. Sentí que debía confiar en Dios; que tenía que soltar la preocupación, a pesar de que es difícil la situación que viven, y dejarlo en manos de Cristo. Tener esa confianza de un Dios que me escucha».

Hugo Alejandro López, Adrián Rodríguez y Ángel Mora de Coahuila

cubilete-pilgrims-in-guanajuato-mexico

Hugo, de la parroquia san José Obrero, es un adolescente que vivió este fin de semana su primer «cubilete»:

«Lo tomé como un acto penitencial. Lo ofrecí por mis pecados, por los defectos que tengo, por mi familia, mi comunidad, mi grupo juvenil. Ya cuando llegas aquí es una alegría muy bonita, ver la gran estatua de Dios que hace que te veas pequeño; para mí, refleja que su amor es inmenso».

Adrián, miembro de Jornadas de la Sagrada Familia, mencionó que este fue su cuarto año participando, pero a diferencia de los anteriores, pudo disfrutarlo más porque ha crecido su entendimiento y amor a Dios. «Lo hago por mi familia, por mí, por todos los planes que tengo a futuro. Aquí entiendes el verdadero sacrificio que es venir a Cristo Rey». 

Ángel Mora, de la parroquia de La Salle, mencionó que, para ser su primera experiencia, lo vivió de una forma fervorosa. Los últimos dos kilómetros decidió subirlos descalzo. 

Un encuentro de oportunidad

Para Monseñor Víctor, esta peregrinación realizada en uno de los estados más violentos de México, es un testimonio de amor en el cual deciden expresar su fe, a pesar del miedo. 

A veces pensamos que los jóvenes no quieren, que son reacios a la fe, que son impermeables ante las cuestiones de la sociedad; pero, en realidad, son muy activos. Hay que saber encauzar las energías que generan”. 

Yohana Rodríguez, Aleteia 



No hay comentarios:

Publicar un comentario