El acceso a la vida privada de los demás se ha vuelto tan común que con unos cuantos clics puedes ver los lugares que visitan tus amigos o familiares, y las actividades que realizan...
La tecnología de las redes sociales nos permite estar más cerca de aquellos que están lejos e incluso sumergirnos en la vida de los famosos o de las personas que admiramos y seguimos en todas las plataformas posibles.
Es aquí donde la esfera de lo privado se rompe para dar pie a la esfera pública. Lo que quiere decir que se rompe esa delgada línea y nuestra vida privada, al igual que la de nuestros amigos, comienza a ser un espectáculo para los demás.
Ana Serrano asegura, en una de sus investigaciones sobre el uso de redes sociales que las plataformas que predominan -por lo menos en los jóvenes- son TikTok e Instagram. Sobre el comportamiento de los usuarios de estas redes de «arquitectura fundamentalmente visual» señala que:
Exponen al público, con cada vez mayor crudeza, aspectos de su vida que, en otros momentos históricos eran considerados de la esfera privada».
Compartimos más de lo que debemos compartir, haciendo que los demás conozcan nuestras rutinas diarias, hogar, familia y todo lo que se pueda mostrar en una foto, video o en un live. Más allá de ello, este comportamiento, cuando se normaliza, convierte nuestra vida en algo casi inexistente si no estamos en redes sociales.
Lo que compartes en redes ya no te pertenece
Una vez que compartes algo en alguna plataforma pierdes tus derechos sobre ese material, pues ese mismo contenido puede estar circulando en muchas partes del mundo y no sabes a quién le pueda llegar ese contenido y cómo puede repercutirte.
Puedes eliminar el contenido de tu perfil, pero si alguien más guardó la foto o el video que subiste, ya no podrás desaparecerlo por completo; por ello, es de vital importancia que, antes de publicar algo, estemos convencidos de que no nos daña a nosotros mismos o a un tercero.
Evita compartir tu ubicación
Una investigación realizada por la empresa de seguridad informática Kaspersky Lab reveló que «más del 87% de los usuarios de las redes sociales comparten vídeos y fotografías de sus vacaciones, restaurantes o lugares de descanso favoritos. Esto hace que seamuy sencillo rastrearlos si se busca cometer actos ilícitos».
Un dato impactante: es posible comprobar estos datos con el ejemplo de Josemonkey, un usuario de redes sociales que se ha hecho popular porque investiga en qué parte del mundo se encuentran sus seguidores a partir de un video o una foto que le envían para pedirle que adivine su ubicación.
Todo este trabajo lo hace en cuestión de minutos, a veces horas, a partir de un análisis de cada detalle que aparece en la foto o el video. Así como él, hay quiénes se dedican a esta tarea de rastear y dar con la ubicación exacta de una persona gracias a su presencia en redes; y no todos lo hacen con el simple objetivo de entretener.
Otras recomendaciones
Tanto Josemonkey como otros usuarios o fundaciones han recomendado no compartir contenido sobre:
- Lugares que visitas con regularidad y en compañía de quién lo haces.
- Fotografías y nombres de tus hijos, ya que con esto los expones más fácilmente.
- Información personal como documentos legales, dirección, lugar de trabajo, horarios, etc.
Recuerda que tu familia y las actividades que haces con ellos te pertenecen a ti y a los demás, por ello, asegúrate de contar con su consentimiento antes de compartir sus fotografías.
También puedes revisar tu configuración de privacidad y solo aceptar como amigos o seguidores a quienes conoces en la vida real.
Además, recuerda que no es necesario que compartas las cosas en el momento exacto en que sucedes, además de permitirte disfrutar más del momento, evitarás que los demás (no siempre con buenas intenciones) sepan dónde te encuentras.
Karen Hutch, Aleteia
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