Es cierto que muchos alimentos requieren refrigeración para que se conserven mejor y por más tiempo, pero debemos saber que hay algunos que pueden estropearse y perder sus propiedades organolépticas por someterlos a bajas temperaturas
María Eugenia Brun, aleteia
Muchas veces pensamos que guardar la mayoría de los alimentos en el refrigerador es lo mejor para evitar que no aparezcan microorganismos que dañen el alimento y no se puedan consumir, pero no siempre es así.
Muchas veces pensamos que guardar la mayoría de los alimentos en el refrigerador es lo mejor para evitar que no aparezcan microorganismos que dañen el alimento y no se puedan consumir, pero no siempre es así.
Lo que sucede es que el frío puede acelerar el proceso de descomposición de alguno de ellos y provocar que pierdan su sabor original.
Los principales factores que afectan el tiempo de conservación son la sal y el azúcar que contiene cada alimento, así como la cantidad de agua en su interior, la acidez, el empaquetado y los tratamientos especiales realizados, como puede ser por ejemplo un proceso de ahumado.
Alimentos que no es conveniente refrigerar
1. Papa y boniato o batata
Lo que le sucede a la papa y al boniato es que el frío del frigorífico convierte el almidón en azúcar por lo que se modifica su sabor y textura quedando estos productos harinosos y más dulces. A su vez, puede producir el aumento de un químico llamado acrilamida que no es bueno si la papa se fríe u hornea a altas temperaturas. Por lo tanto, lo ideal es conservarlos en bolsas de papel o rejilla en un lugar seco y oscuro como puede ser la despensa. Es importante también guardarlos separados de las cebollas.
2. Tomate
El aire frío disminuye su sabor y consistencia porque hace que se frene el proceso de maduración del tomate que es lo que les da el sabor. A su vez, el frío hace que se rompan las membranas en el interior de las paredes dándole una textura harinosa. Entonces, lo recomendable es conservarlos en un bol o cesta o carrito y si llegan a estar maduros cocinarlos o hacer una salsa de tomate.
3. Frutas
Principalmente las frutas subtropicales, como la banana o el plátano, el mango, la piña y la papaya, son muy susceptibles al frío. Las bajas temperaturas debilitan sus tejidos y además anulan las enzimas que le permiten madurar ocasionándoles daños en su superficie, oscurecimiento, aparición de agua y pérdida de sabor. Lo mejor para evitarlo es conservarlas en un lugar templado de la cocina.
4. Aguacate o palta
Al conservarlo en el refrigerador se retrasa su maduración. Si necesitas que maduren lo recomendable es mantenerlo a temperatura ambiente. Una vez esté maduro, y si todavía no se desea comer, conviene guardarlo en la nevera.
5. Aceite de oliva
Conviene mantener el aceite en un lugar fresco y sin luz para evitar principalmente que se altere el sabor, ya que el frío lo condensa y endurece tomando una consistencia de mantequilla.
6. Aderezos
Aunque el frío no daña los aderezos, éstos pueden almacenarse fuera del refrigerador cuando son a base de vinagre y aceite como, el vinagre, la mostaza, salsas picantes y kétchup.
7. Miel
Es muy importante que este alimento se conserve bien tapado y a una temperatura ambiente, ya que en la nevera se cristaliza y espesa más fácilmente.
8. Ajo y cebolla
Ambos, al natural, son alimentos secos por lo que si los guarda en el refrigerador propicia la generación de humedad acelerando su proceso de oxidación. Solamente en el caso de que estén ya cortados se pueden guardar en un recipiente hermético en la frigorífico.
9. Albahaca y hierbas aromáticas
Si se compran frescas lo ideal para su mejor conservación es colocarlas en un vaso de vidrio con agua sobre la mesada de la cocina. Refrigeradas se marchitan rápidamente y adquieren el olor de otros alimentos. Si son secas conviene guardarlas en la despensa.
10. Pan
Es muy común guardar el pan en el refrigerador para su mejor conservación pero provoca todo lo contrario. Las bajas temperaturas aceleran el proceso de deshidratación del pan, ya que las moléculas que lo componen como la fécula y el gluten se modifican, el agua se separa de la fécula haciendo que vuelva a su forma original y se endurezca. Así que lo mejor es guardarlo tapado a temperatura ambiente.
Es muy importante aprender a conservar bien nuestros alimentos ya que es una manera de hacer un uso responsable y de evitar su derroche. Ahora solo queda poner orden en el refrigerador y en la depensa para disfrutar en familia con el sabor, aroma, textura y nutrientes característicos de cada producto.
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