Un emprendimiento a favor del mejor aprovechamiento de los recursos naturales
Grandes mallas nylon cubren los cerros de la ciudad de Lima para recoger la niebla (“atrapanieblas”) y convertirla en agua reutilizada en los campos, así como en diversos usos domésticos.
No solo los “atrapanieblas” reutilizan agua en las zonas húmedas de Lima. El cielo gris de la capital del Perú es motivo de esperanza para muchos citadinos en este lugar. Marcela Hernández, estudiante de la universidad de Arizona en Estados Unidos, implementa un proyecto que busca conseguir agua de la humedad limeña.
Llegó al país cuando el líquido elemento escaseaba, tras las inundaciones que produjo el fenómeno de “El Niño Costero”. “Cuando nos enteramos de la escasez del agua en el hermano país de Perú, decidimos estudiar la posibilidad de hacer realidad el proyecto de extraerla de la humedad e implementar bebederos de agua potable en diferentes distritos limeños”, comentó la joven estudiante a la prensa peruana.
Bebederos autosostenibles
La iniciativa ecológica consiste en captar la humedad del ambiente, a través de un condensador que congela y derrite el agua. Luego por medio de filtros elimina sus impurezas e incorpora minerales para su distribución masiva. Especialistas estadounidenses de esta casa de estudios llegaron hasta la ciudad para verificar su factibilidad.
El proyecto piloto emprendido por Marcela instalado en la costa verde, en la ribera de las playas, suministra agua a los deportistas, transeúntes y sus mascotas. El emprendimiento de sostenibilidad busca aprovechar los recursos naturales para entregar agua a los peruanos.
Los estudiantes de Arizona logran captar durante el día 100 litros de agua diario equivalente a 200 botellas. En los próximos meses se buscará implementar el sistema en las zonas donde aún escasea el líquido elemento.
Viviendo con el frío
Pese a estar ubicada a pocos metros sobre el nivel del mar Lima, la capital del Perú, mantiene siempre una temperatura baja, con altos porcentajes de humedad (98%). Considerada para los especialistas como una “anomalía climática”, el ingenio de los limeños hace posible conseguir el líquido elemento, reutilizando aquello que la naturaleza ofrece.
“Subí al cerro de Villa María del Triunfo (localidad ubicada al sur de Lima), durante semanas”, comenta Andrés Quispe Avalos, estudiante de Ingeniería Civil, interesado en investigar el funcionamiento de los “atrapanieblas”. El joven de 17 años llegaba a la cúspide del cerro, incluso por las noches, calculaba cómo soplaba el viento y la capacidad de agua que se acumulaba en los tanques por hora. Con una muestra del líquido en el laboratorio comprobó que gracias a un sistema de depuración natural el agua que condensan los “atrapanieblas” podría incluso ser bebida.
El proyecto de Marcela se suma al del ingeniero peruano presidente de la “Asociación peruanos sin agua”, Abel Cruz Gutiérrez, creador desde hace 14 años de los “atrapanieblas” en las zonas más húmedas de Lima. El sistema beneficia a más de 500 familias que habitan en los cerros. Marcela trajo a la ciudad de Lima el mismo sistema, pero con un adicional, el condensador que en época de calor suministra agua gracias a la energía que se aprovecha de las instalaciones de alta tensión en la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario