Queremos llevar el amor del Hijo de Dios a todos los hombres. Ha permitido que le abran el Corazón con una lanza para que esté abierto para todos. Que el Corazón de Jesús nos ayude a ser sus testigos. Para ello invocamos la ayuda de la Madre de Dios, Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús.
El Papa Francisco, visiblemente alegre, se reunió con 50 mil monaguillos en San Pedro. "Si, como monaguillo, llevas en tu corazón y en tu carne, como María, el misterio de Dios que está contigo, entonces te haces capaz de estar con los demás de un modo nuevo", enseñó.
Con temperaturas abrasadoras, 50 mil jóvenes monaguillos se reunieron en la plaza de San Pedro el 30 de julio de 2024 para celebrar con el Papa Francisco el punto culminante de su peregrinación a Roma del 29 de julio al 3 de agosto. En la forma, el jefe de la Iglesia católica animó a los jóvenes a permanecer "con Dios" para poder amar a los demás.
Al final de la tarde, el Papa Francisco se permitió una aparición pública durante su descanso estival para unirse a los miles de monaguillos llegados a Roma para participar en la 13ª peregrinación organizada por la Asociación Internacional de Monaguillos. Aunque las banderas de una quincena de países ondearon en el torpor romano, la gran mayoría de los jóvenes católicos procedían de Alemania (35 mil peregrinos), país que cuenta con 360 mil monaguillos, según la Conferencia Episcopal.
El caluroso clima de la capital italiana no disuadió al Pontífice, de 87 años, de salir a la calle en su papamóvil. Durante unos veinte minutos, recorrió los pasillos de una abarrotada plaza de San Pedro, que fue rociada con agua por los bomberos romanos para refrescar a la multitud.
El Papa también tomó la Via della Conciliazione, la amplia avenida que une la basílica de San Pedro con el Castel Sant'Angelo, para saludar desde el famoso descapotable blanco a los miles de jóvenes que no habían podido llegar a la plaza principal.
"Llorando con los que lloran"
"La Plaza de San Pedro es siempre hermosa, pero con vosotros lo es aún más", dijo el Papa Francisco, que apareció en buena forma y sonriente. En su discurso, el pontífice, que dentro de un mes partirá para un viaje de 12 días a Asia y Oceanía, subrayó la fuerza del tema de la actual peregrinación: "Contigo".
"Si, como monaguillo, llevas en tu corazón y en tu carne, como María, el misterio de Dios que está contigo, entonces te haces capaz de estar con los demás de un modo nuevo"
Aseguró a los jóvenes que con Dios podrán "llorar con los que lloran, alegrarse con los que se alegran, sin juicios y sin prejuicios, sin cerrazones, sin exclusiones". Y añadió: "Incluso contigo que no me gustas; contigo que eres diferente a mí; contigo que eres un extraño […]; contigo que nunca vienes a la iglesia; contigo que dices que no crees en Dios".
Tras un momento de oración que puso fin a la celebración, el Papa, en silla de ruedas, se tomó su tiempo para saludar a decenas de personas en la plaza frente a San Pedro, visiblemente feliz de estar de nuevo en comunión con la multitud. También dio las gracias a los obispos que habían venido a acompañar a los jóvenes, en particular al cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la Asociación Internacional de Monaguillos (Coetus Internationalis Ministrantium).
En julio, el jefe de la Iglesia católica interrumpió sus audiencias generales de los miércoles por la mañana para abrazar un ritmo estival más ligero, asomándose a la ventana del Palacio Apostólico Vaticano solo para rezar con los fieles la oración dominical del Ángelus.
El 5 de agosto, el Papa acudirá a Santa Maria Maggiore para una celebración. Reanudará sus audiencias matinales de los miércoles el 7 de agosto.
Se cumplen 500 años de la conversión de San Ignacio
El 31 de julio la Iglesia conmemora a San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas en el siglo XVI, congregación que llegó a ser la mayor congregación religiosa masculina.
Jesús Zaglul Criado, jesuita de República Dominicana, asistente para América Latina Septentrional y consejero general del Padre General de la Compañía de Jesús nos presenta la figura del santo fundador, Ignacio de Loyola en su relación con los jóvenes de hoy.
El padre Zaglul Criado considera que Ignacio de Loyola sigue siendo una figura impactante para los jóvenes de hoy. Para explicar esto, identifica cuatro rasgos de su modo de vivir:
1. Ignacio fue un gran soñador
El jesuita dominicano identifica un rasgo clave de la vida de Ignacio: “fue un gran soñador, tanto en los sueños con ser caballero y, después de su conversión, los sueños de seguir a Jesús haciendo cosas más allá de los santos, los sueños de juntar un grupo de compañeros para poder hacer ese seguimiento más transformador y enfrentar todos los desafíos que tuvo que enfrentar: viajes, cárcel.
2. La capacidad de enfrentar los retos
Un segundo rasgo, señala Zaglul, es la capacidad de enfrentar los retos. Ignacio pone toda su pasión y los medios prácticos para llevar a cabo sus pensamientos y deseos. Se trata de un proceso largo que lo lleva de Loyola a Manresa, a Roma, Jerusalén. San Ignacio no fue siempre comprendido por la gente de su época. Al principio vivió muchas dificultades por la novedad de sus propuestas.
En su autobiografía, Ignacio se define en este momento como “el peregrino”, como alguien “que estaba en camino siempre y que quiere realizar sus sueños (…) por ejemplo, cuando va a Jerusalén, porque quiere seguir los pasos de Jesús, arriesga su vida porque el barco en que viajaba naufraga. Aquí se parece mucho a San Pablo pues vive un cambio radical en su vida” y es capaz de dejarlo todo.
El santo de Loyola poco a poco fue cayendo en la cuenta de las posibilidades reales y decide con sus compañeros “ponerse al servicio del Papa e ir a donde él los quiera mandar”.
3. Construir la comunidad
San Ignacio descubre que la misión a la que se siente llamado la tiene que hacer con un grupo y, ese grupo se llama “amigos en el Señor”, afirma el padre Zaglul y añade: “se trata de un grupo de amigos que actúan con mucha libertad, mucho cariño, y aunque viven separados, hay muchos proyectos que los unen (…) y a los siete primeros compañeros lo que los une es la experiencia del amor de Dios”. La vivencia de los Ejercicios Espirituales les permitirá tener una actitud constante de discernimiento, de ver por dónde va el llamado de Dios para sus vidas, como individuos y como grupo.
4. Profundidad interior, profundidad espiritual
Zaglul afirma que al hablar de profundidad interior no se trata solamente de la capacidad de reflexionar y de mirar la propia vida, sino “de la capacidad de mirarla al modo de Jesús, de mirar el amor de Dios en nosotros y descubrir que Dios se nos comunica, que Dios nos habla”.
“Yo creo que Ignacio fue el descubridor de la inteligencia emocional, porque él se da cuenta de que Dios nos habla a través de las emociones”, afirma el jesuita, quien añade, Ignacio descubre “cómo los sentimientos de Dios, las mociones, porque nos mueven a cosas grandes, a cosas buenas, siempre están ligadas a una alegría que permanece, mientras que los engaños a veces se nos esconden bajo la apariencia de una alegría falsa, superficial”.
La alegría es el elemento que va a marcar por dónde va el camino de Dios, la alegría marca siempre una plenitud y esa plenitud está unida a una entrega generosa. Él descubre cómo Jesús es el fondo de la alegría. En este sentido, los Ejercicios Espirituales van a ser ese camino de encuentro personal con Dios, insiste el religioso jesuita.
La experiencia interior lleva siempre al seguimiento de Jesús. No se trata de imitarlo y de hacer lo que él hizo, sino de seguirlo y de descubrir que nos dio su espíritu que nos mueve a responder a su llamada en este tiempo. Como amigos, como grupo, como comunidad y desde una profundidad del encuentro consigo mismo y del encuentro con la persona de Jesús envía a transformar este mundo.
“Lo que me ha impresionado siempre y hasta el día de hoy es la fuerza del encuentro personal con Jesús en la vida de Ignacio. Lo que es la persona, la figura, la vida, la historia de Jesús es lo que marca el cambio radical en el peregrino de Loyola”, afirma el padre Zaglul.
El jesuita recuerda un episodio presente en la autobiografía de Ignacio, se trata de un encuentro, un encuentro con una persona a quien denomina “la señora de muchos días”. Ignacio cuenta el relato de una señora de muchos días que le dio un consejo cuando él estaba perdido, tenía muchas desolaciones, momentos de tristeza, de confusión interna, de escrúpulos y le dijo: ‘ruegue a Dios para que se le manifieste nuestro señor Jesucristo, para que se os muestre, se os aparezca’. Dice Ignacio: - ¿aparecérseme a mí nuestro señor Jesucristo? Ignacio dice al final del capítulo tercero de la autografía que nadie le ayudó tanto en cosas espirituales como esta señora”. Yo creo que allí está como el secreto no solamente de la vida de Ignacio sino también de los Ejercicios Espirituales. Porque si nos fijamos, en los Ejercicios Espirituales somos testigos, vemos como Jesús vivió su vida, no solamente su muerte y su resurrección por nosotros".
De este modo, Ignacio insiste en los Ejercicios en el hecho de que Jesús “por mí que se encarnó y se hizo hombre. Para que conociéndolo más lo ame y más lo siga”. Creo que ahí está el centro, el corazón de Ignacio y de lo que va a ser la Compañía de Jesús que él funda. El seguimiento de Jesús, no solamente la imitación, es un seguimiento que se apoya en saber que Jesús vivió su vida, cada momento de su vida por mí y que yo en la oración puedo vivir también con él ese momento y así se va haciendo una relación de amistad.
Otro momento crucial, indica el padre Jesús Zaglul lo constituyen las contemplaciones y los coloquios a los que Ignacio invita en los Ejercicios Espirituales.
Creo que las mismas contemplaciones de la Encarnación primero y después del nacimiento en las que pone a Dios mirando a toda la humanidad, esa mirada de Dios que decide encarnarse, asumir nuestra humanidad radicalmente.
Este hecho, para él, va a ser un elemento central, incluso de la relación con el mundo porque para él, como va a decir muchos años más tarde Teilhard de Chardin: “para quien tiene ojos para ver no hay nada en este mundo que sea profano. Todo está marcado por la presencia de Dios”.
Francisco pide oración para que los políticos trabajen “al servicio de su pueblo” y den “prioridad a los más pobres”
En El Video del Papa de agosto, Francisco invita a rezar por los líderes políticos para que “trabajen por el bien común”.
En el videomensaje que acompaña su intención de oración, el Papa asegura que si bien la “política no tiene buena fama, es mucho más noble de lo que aparenta”.
El Papa invita también a agradecer a “los muchos políticos que desempeñan su tarea con voluntad de servicio, no de poder”.
(Ciudad del Vaticano, 30 de julio 2024) – La intención de oración de Francisco para agosto es por los líderes políticos. En ese sentido, El Video del Papa de este mes acompaña el pedido de Francisco en el que invita a los políticos a que “estén al servicio de su pueblo”.
En su videomensaje, que difunde la Red Mundial de Oración del Papa, Francisco admite que si bien “hoy la política no tiene buena fama, es mucho más noble de lo que aparenta”. Y agrega que solo será posible “avanzar hacia la fraternidad universal” de la mano de “una buena política”.
¿Un mundo sin política?
“Hoy la política no tiene buena fama: corrupción, escándalos, alejada del día a día de las personas”. Las primeras palabras del Papa, en el mensaje que introduce su intención de oración para este mes, parecen decir lo que muchos de nosotros pensamos: que la política es un negocio sucio en manos de quienes sólo piensan en enriquecerse o alcanzar el poder. Quienes se dedican a la política, a los ojos de la gente corriente, deben ser vistos con recelo: seguramente tendrán algún interés personal que ocultar.
Sin embargo, a medida que pasan los segundos, queda claro que Francisco está diciendo algo diferente. Nos está recordando a todos que siempre es posible otro tipo de política: una “POLÍTICA con mayúsculas”, como él la llama, al servicio de la gente y, en particular, de los más pobres. Todos necesitamos “buena política”, subraya Francisco, si queremos “avanzar hacia la fraternidad universal”: la tentación de prescindir de ella, evocada a menudo por populismos de todo tipo, es un gran engaño.
Las imágenes que acompañan sus palabras intentan contar precisamente esto, alternando situaciones de vida en dos contextos diferentes: uno en el que las personas van por su cuenta (una mujer refugiada, un adulto desempleado, niños sin agua, una persona en situación de calle), y otro en el que, en cambio, han encontrado una respuesta -a veces de emergencia, a veces duradera- a sus problemas. El mundo sin buena política y el mundo con buena política, en efecto.
Un servicio de caridad para el pueblo
La política puede ser un desafío para el carácter moral de quienes participan de ella. Sin embargo, también puede ser una vocación digna de santidad y virtud. En esa línea, al inicio del video, el Papa retoma las palabras de Pablo VI, quien definió a la política como “una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común”.
Se trata de un sentido social que supera los individualismos en favor de un todo mayor: el pueblo. Es por eso que los cristianos, especialmente los laicos, están llamados a participar de la vida política, para poder construir una sociedad más justa y solidaria. “Un individuo puede ayudar a una persona necesitada, pero cuando se une a otros para generar procesos sociales de fraternidad y de justicia para todos, entra en el campo de la más amplia caridad, la caridad política”, reflexiona Francisco sobre este tema en la encíclica Fratelli Tutti (2020).
Al servicio de los pobres
En su mensaje, Francisco asevera que la buena política no “está encerrada en grandes edificios con largos pasillos”, sino que “escucha la realidad, está al servicio de los pobres y se preocupa por los desempleados”.
Cuando un político no deja espacio para el diálogo, la cooperación y el compromiso con la dignidad de las personas -claves que el Papa destaca en Fratelli Tutti-, no se logra el desarrollo integral de la sociedad. Problemas como el hambre y la pobreza, las guerras o las crisis ambientales, por solo citar algunos, se ven exacerbados por un liderazgo político egoísta y ávido de poder.
Los desafíos de la política
El Padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, reflexiona: “¿Rezar por los responsables políticos? Los responsables políticos son lo que nosotros hacemos de ellos. En lugar de alimentar a menudo su descrédito con nuestras palabras y pensamientos, ayudémosles a ser los hombres y mujeres que deseamos. Recemos por ellos, como nos invita el Papa Francisco. ¡Qué coraje se necesita para estar donde están y para intentar vivir de manera íntegra! Se entregan totalmente: su tiempo, su vida familiar, sus capacidades, su fuerza física, su reputación. Tan fácilmente pensamos: “es la codicia, el poder, el dinero, su ego”. Y a veces es cierto. Pero también son muchos los que realmente están al servicio del bien común. ¿Y nosotros? ¿Qué hacemos? ¿Qué haríamos en su lugar? Al menos podemos rezar por ellos”
"Comprendimos
que, aunque en la vida rara vez tenemos la alegría de caminar con Él en
procesión solemne, Él desea caminar humildemente con nosotros cada día".
P. Roger Landry recibiendo a Jesús Eucaristía del obispo Lohse a bordo de la embarcación 'Sewickley'
El capellán de la Universidad de Columbia, P.
Roger Landry, acompañó a Jesús Eucaristía durante 65 días en la Peregrinación
Eucarística Nacional, que recorrió Estados Unidos. Esta experiencia
de fe ha cambiado su vida para siempre.
Peregrinos de todo Estados Unidos acompañaron
a la Eucaristía en procesión por 10.460 kilómetros desde 4 puntos distintos del
país, en la Peregrinación Eucarística Nacional, un esfuerzo católico sin
precedentes.
Entre ellos se encontraba el P. Landry que
acompañó a un grupo de jóvenes, religiosas y religiosos a lo largo de la Ruta
de Santa Isabel Ana Seton, que partió desde New Haven hacia su destino final:
Indianápolis, para el Congreso Eucarístico Nacional.
“En el camino, fuimos testigos oculares de lo
mejor de la Iglesia histórica en Estados Unidos: varias magníficas basílicas y
catedrales, así como muchas hermosas iglesias rurales, todas erigidas para
Jesús Eucaristía, que nos espera en el altar y en el sagrario, así como lo
mejor de la Iglesia de hoy, en las multitudes de personas que vinieron con
entusiasmo a encontrarse con Jesús con la fe que una vez encontró en tiempos
del Evangelio”, indicó el sacerdote.
El P. Landry
compartió, en un artículo para National Catholic Register, 3 de las más
importantes lecciones que cambiaron su vida durante esta peregrinación.
1. Peregrinación
Bíblica
El P. Landry indicó que la vida cristiana está
destinada a ser una peregrinación eucarística, donde la Iglesia peregrina en la
tierra sigue los pasos de Jesús hasta llegar a la casa del Padre.
“Jesús nunca nos dice que nos quedemos donde
estamos, sino que nos invita a ‘venir’, a ‘seguirlo’ y a ‘ir’ a compartir con
los demás”.
Este llamado lo vivieron totalmente en este
peregrinaje, donde acompañaron a Jesús por las calles, tal cual lo hicieron los
discípulos hace más de dos mil años.
“Viajamos con Él hasta por 30 kilómetros
diarios bajo un sol abrasador, a través de lluvias torrenciales y hasta tres
veces en botes. Comprendimos que, aunque en la vida rara vez tenemos la alegría
de caminar con Él en procesión solemne, Él desea caminar humildemente con
nosotros cada día, al igual que lo hizo con la Sagrada Familia, los
discípulos”.
2. Hospitalidad
Cristiana
El sacerdote resaltó el poder evangelizador de
la hospitalidad, una realidad que experimentaron a lo largo de la ruta.
“Cuando Jesús envió por primera vez a los
apóstoles, les dijo que desearan paz a aquellos hogares que los recibieran y
que se quedaran donde fueran bienvenidos, comiendo lo que se les pusiera
delante. Luego diría que aquellos que recibieran a los apóstoles, lo recibían a
Él, y recibían al Padre que lo envió. Una de las formas más importantes, por lo
tanto, en que la fe crece es a través de misioneros siendo recibidos. Al acoger
a los mensajeros, los anfitriones se convierten en un suelo más fértil para
recibir tanto el mensaje como al Enviador”.
El P. Landry indicó que cada noche, familias,
sacerdotes y comunidades religiosas abrían sus puertas y compartían con
ellos.
“Algunas familias ni siquiera eran católicas.
La fe de nuestros anfitriones nos afectó, y nuestra fe influyó visiblemente en
muchos de ellos, así como en sus amigos invitados y ocasionalmente en miembros
de la familia alejados de la fe.
De manera similar, experimentamos una
hospitalidad extraordinaria de las diócesis, parroquias, hogares de ancianos,
escuelas, despensas de alimentos e incluso la prisión que visitamos. La mayoría
trabajó durante meses antes de la visita, a veces muy breve, y recibieron a
Jesús Eucaristía cuando llegamos en gran número, llenos de fe y entusiasmo, y
también con coros, músicos y servidores. Hubo tantas personas amables
repartiendo agua y refrigerios y más, mientras nos recibían con amor, junto con
Jesús”.
3. Adoración
Eucarística
Si bien estaba acostumbrado a participar en
Misa diaria y vivir las Horas Santas, el P. Landry sintió en este peregrinaje
el verdadero poder transformador de la adoración eucarística, especialmente
durante los momentos que pudo compartir de manera más cercana con Jesús
Eucaristía.
La furgoneta donde viajaba el sacerdote junto
a sus hermanos de congregación estaba equipada con un soporte para la custodia,
donde se podría poner la Eucaristía durante los periodos de peregrinaje que se
tenía que realizar en carro.
“No
estábamos preparados para la intensidad y la intimidad que teníamos a pocos
pies de Jesús mientras la furgoneta servía como su burro moderno. Lo
aclamábamos cada vez que lo recibíamos de nuevo en la furgoneta. Mientras conducíamos, la mayoría de las veces
lo adorábamos en silencio, pero también rezábamos con Él y a Él la Liturgia de
las Horas, rezábamos con y a su Madre el Santo Rosario, y a veces cantábamos
himnos y canciones de alabanza y adoración. Y al menos una vez al día, hacíamos
unas largas Oraciones de los Fieles espontáneas, alabándolo, dándole gracias,
pidiendo perdón e intercediendo por los demás, y solicitándole lo que
necesitábamos.
Éramos conscientes de lo única que era la
experiencia. En algunas ocasiones, cuando estábamos en la autopista, otros
coches, al ver a Jesús expuesto y nosotros adorándolo, intencionalmente
viajaban junto a la furgoneta durante kilómetros, adorándolo también. Muchos
otros, cuando esperábamos en la furgoneta con el Santísimo Sacramento antes de
entrar o salir de una iglesia, se arrodillaban conmovedoramente junto a la
furgoneta en el césped y en el asfalto”.
El sacerdote mencionó que tal vez no vuelvan a
tener esta oportunidad nuevamente, pero nunca podrán borrar “la experiencia del
deseo de Jesús de viajar con nosotros, incluso en nuestros vehículos”.
El P. Landry resaltó
que hay muchas más cosas que agradecer, pero por el momento dan gloria a Dios
por esta peregrinación eucarística nacional.
“Le agradecemos por hacernos testigos también
de la receptividad y respuesta de la Iglesia en Estados Unidos, que fue un
preludio de lo que todos vieron en el Congreso Nacional Eucarístico, con unas
60,000 almas reuniéndose para dar testimonio de la Presencia Real.
Y pedimos su ayuda mientras todos continuamos
con Él en la peregrinación eucarística de la vida cristiana, que no conduce a
Indianápolis, sino al cumplimiento eucarístico de la Jerusalén celestial”.
sobre el papel de laicos y clérigos al evangelizar
Álex Rosal, director de ReL, en Transforma 2024 animó a entrar en
una Iglesia de seglares y clérigos que escuchan al Espíritu Santo,
con un liderazgo distinto
La Universidad CEU Montepríncipe, en Madrid, acogió del 27 al 30 de junio el gran encuentro de nueva evangelización Transforma 2024. Que este año tuvo una gran novedad: acudieron seis obispos, y varios se sentaron en una mesa redonda en la que Álex Rosal, director de Religión En Libertad, lanzó varias preguntas sobre renovación de las parroquias y las diócesis, sobre liderazgo, comunidad y discipulado.
Al día siguiente, el director de ReL ofreció una charla titulada "Dos Iglesias, un resto", en la que habló, entre otras cosas, sobre los retos de la Iglesia actual y de la división entre los que quieren llevar a la Iglesia al pasado y los que quieren que, dentro de ella, tenga cabida absolutamente todo. Pero Rosal no se quedó ahí y ofreció una alternativa a estas dos corrientes: una Iglesia donde el Espíritu sea protagonista y los seglares tomen la iniciativa.
Crece la Viña... pero faltan obreros
"Os quería comentar dos noticias, una buena y otra mala. La noticia buena es que somos en el mundo 1390 millones de bautizados católicos, y que eso nos constituye en la primera comunidad creyente del mundo, la más consolidada y con la con la expectativa más grande de crecimiento", comenzó diciendo Rosal.
"Eso supone que en el año 70 éramos apenas 600 millones de católicos y, ahora, hemos doblado a 1390. En apenas 24 años, en este siglo XXI, hemos crecido en la Iglesia 340 millones, que viene a ser la población total de Estados Unidos. En solo 24 años, un Estados Unidos entero, podríamos decir, se ha incorporado a la Iglesia católica. Cada año, la Iglesia crece en 15 millones de bautizados. Lo que equivale a la población de Holanda o de Chile. Cada día crece lo que sería la población de Soria, 42.000 habitantes", añadió.
Para Álex, el caso más paradigmático es el del continente africano. "África es el continente con mayor crecimiento de la iglesia. En el año 1900 apenas eran 2 millones de católicos y hoy son ya 200, y en 15 o 20 años se espera que tenga más católicos que toda Europa. Si tradicionalmente decíamos que en el mundo los países que destacaban por su catolicidad eran España, Portugal, Italia o Polonia, en 15 o 20 años hablaremos de que los países punteros en la Iglesia serán Tanzania, Congo, Uganda o Nigeria. Ninguno de los que estamos aquí teníamos en la cabeza la progresión de esa población", señaló.
Alabanza durante el encuentro Transforma 2024.
Sin embargo, en este punto, Álex aporta la principal mala noticia. "La mala noticia es que en el mundo solo hay 407.000 sacerdotes, ya sean religiosos o diocesanos. Con lo cual, nos crea un cierto vértigo. ¿Cómo podemos evangelizar a esos 1.390 millones de bautizados católicos con tan pocos obreros en la Viña del Señor? Eso nos da vértigo y nos impulsa a preguntarnos qué podemos hacer", comentó el director de ReL.
"Cuando hay nerviosismo en la Iglesia se suele preguntar a los 'pastoralistas', que son los que tienen las soluciones. Cuando decrecen los fieles se le pregunta a los 'pastoralistas' qué hay que hacer y estos, desde hace décadas, hacen encuestas entre la gente,y preguntan cómo puede ser una Iglesia más atractiva al mundo. La gente responde, 'pues el cura tiene que ser más simpático', 'hay que quitar tal norma'... Cosas que pueden razonables pero que no son palabra de Dios y que hay que filtrarlas adecuadamente", advierte Rosal.
Del envejecer a la Iglesia al vale todo
Una actitud, la de confiar en "expertos", que denota una falta de confianza en Dios, según Álex. "Este nerviosismo y estas dinámicas lo que denota es que confiamos más en nuestras propias seguridades y en lo que podemos hacer, que en estar atentos a lo que nos dice el Señor. A mí me gusta recordar lo que decía don Dolindo Ruotolo, 'el apóstol del abandono de Dios', que decía 'vale más un acto de confianza en Dios que mil Ave Marías'. Decía que, ante los problemas del mundo, sería bueno, más que encerrarnos en nuestras propias soluciones humanas, poder dar a Jesús ese problema que tenemos y confiar que Él lo pueda resolver", apuntó el director de ReL.
"Aunque el Espíritu Santo nos ilumina y nos regala estos dones tan magníficos, como son las herramientas del primer anuncio, muchas veces, aunque decimos que queremos a Dios, nos encerramos en esas seguridades y no dejamos que Dios sea Dios, y por lo tanto no dejamos que Él haga esas cosas que está deseando. Por eso, también, ese 'Jesús ocúpate tú' en nuestras tareas de evangelización, que, seguramente, en esa confianza ilimitada y en ese abandono posiblemente también nos iría bien", comentó Rosal.
Algunos de los participantes en el Transforma.
El director de ReL habló también de la división que hay hoy en la Iglesia. "En la Iglesia hay dos corrientes que levantan la mano y nos dicen constantemente 'yo tengo la solución para los problemas del decaimiento de fieles'. Una corriente es la que dice que hay que envejecer la Iglesia, la que dice que la solución está en el pasado, en lo que se hacía hace 70 u 80 años, en la Eucaristía, en la liturgia, en la catequesis o en otras dinámicas.... Y lo dicen con buena voluntad, y es posible que en algunas cosas tengan razón".
"Pero es verdad que el cristiano de hace 70 u 80 años no tiene nada que ver con el cristiano de hoy. Hace 70 u 80 años el universitario iba a clase con corbata y chaqueta, hoy nadie va con corbata y chaqueta. Tenían otros códigos culturales. A lo mejor, cantaban 'Jesús me has mirado a los ojos', que a los jóvenes de hoy posiblemente ese código musical ya no les va. Envejecer a la Iglesia no parece que sea la mejor solución", comentó.
"Hay otra corriente, también muy fuerte, que dice que si queremos tener éxito en la evangelización tenemos que intentar construir una Iglesia 'guay'. Una Iglesia que abraza con entusiasmo todas las ideologías de la postmodernidad. La Iglesia que se casa con el espíritu de los tiempos y tiene el riesgo de quedarse viuda muy pronto. La Iglesia que invita a que todo tenga cabida pero que, sin embargo, se muestra reacia a mantener la cruz o el concepto de conversión, porque no se quiere cambiar. Esa tampoco es la solución, porque, hace 60 o 70 años, otras Iglesias protestantes ya cogieron el testigo de ese camino y el resultado ya hemos visto que ha sido de muerte y de fracaso total", aseguró Álex Rosal desde el estrado.
El director de ReL se preguntó, por tanto, cuál debía ser la Iglesia del siglo XXI.
"¿Qué es lo que nos dice el Espíritu Santo? Que tenemos que entrar en una Iglesia del siglo XXI en donde haya un mayor protagonismo de los seglares, unido a un liderazgo diferente del que tienen ahora mismo los sacerdotes. Muchos de vosotros ya habéis experimentado esa conversión pastoral, que ha cambiado vuestra parroquia y ha cambiado a vuestros fieles. Y eso ha supuesto que hayáis pasado de ser el hombre-orquesta, la persona que intenta tocar todos los instrumentos, a ser simplemente un líder espiritual que ilumina, que guía, que acompaña, que empuja y que invita a los seglares a que se tomen en serio esa frase del Evangelio de 'id por todo el mundo y predicar el Evangelio'", explicó Álex.
'La mala noticia es que en el mundo solo hay 407.000 sacerdotes, ya sean religiosos o diocesanos. Nos crea un cierto vértigo', advirtió Álex Rosal (Foto de José Mª Visiers).
"Ese binomio, entre el líder espiritual, que ya ha pasado por la conversión, unido a esos seglares que, poco a poco, empezamos a despertar y a darnos cuenta de que esa frase del Evangelio también va con nosotros, aunque seamos pecadores o débiles. Esa es, posiblemente, la dinámica que nos está pidiendo el Espíritu Santo. Un trabajar en equipo con ese líder espiritual convertido que nos invita a los seglares a colaborar", dijo Álex.
Para Rosal, es el momento para que los seglares tomen la iniciativa. "Si os fijáis, en estas herramientas de primer anuncio, que, además, algunas han sido fundadas por seglares, como Proyecto Amor Conyugal, Effetá y otras muchas, el papel del sacerdote es de líder que acompaña, que empuja, que ilumina y que tiene, también, la parte sacramental, pero, sobre todo, el seglar es el que se ocupa de un trabajo fuerte que el sacerdote, hasta ahora, lo podía hacer, y lo hace, pero que no es necesario que esté presente y que sea el protagonista. Así logramos que la expansión de ese primer anuncio sea mucho mayor que si solo se ocupara el presbítero, que está haciendo todo lo que puede, agobiado y angustiado, en el trabajo del día a día", expresó.
"Hay dos buenas noticias, la primera es que Dios es el protagonista de esta historia de la salvación. Es el protagonista de este primer anuncio o de la misión de evangelización, y no somos nosotros. Eso nos da una gran tranquilidad. Dios elige a los no capacitados y con su gracia nos capacita. Dios elige a lo pequeño, a lo pobre, a lo que es residual... y Él lo capacita. Es un motivo de alegría que todos nosotros, que no éramos capacitados, Dios nos haya elegido para esta misión sabiendo que Él es el protagonista". dijo Álex.
Antes de concluir, Rosal quiso transmitir esperanza a los presentes. "Es verdad que la cristiandad ha muerto, y hay muchos que están tristes pensando que la Iglesia ya no tiene poder, ya no tiene influencia, ya no tiene autoridad. Se ha reducido en número, pero, si nos fijamos en la historia de la salvación, Dios siempre ha actuado igual. Dios siempre ha actuado eligiendo un resto de Israel para vivificar su Iglesia. Dios siempre ha elegido a minorías creativas para darles fuego, para darles un agua viva, darles un impulso y que ese pequeño resto de pueda inyectar savia nueva otra vez en el tronco de la iglesia", comentó.
Puedes escuchar aquí completa la intervención de Álex Rosal en el Transforma 2024.
"Os acordaréis en los años 60, el cardenal Ratzinger profetizó que la Iglesia del siglo XXI iba a ser una Iglesia de pequeñas comunidades, que es en lo que estamos viviendo ahora. Él también decía que esa Iglesia plegada sobre sí misma, cogiendo más fuerza en la intimidad con Dios, cogiendo más fuerza en pequeñas comunidades que tengan más calor, hará que la fuerza del Espíritu pueda traspasarse al tronco central de la Iglesia e inyectar esa vitalidad. No nos preocupemos porque seamos pequeños, porque seamos pocos. Esa es la dinámica de Dios", concluyó en su intervención el director de ReL.