Nuestro Padre es un Dios de orden; y al ser hijos suyos, estamos llamados a seguir su ejemplo, por lo tanto, estamos llamados a llevar una vida de orden
Sin duda, el orden no siempre es un tema fácil para todos, ya que implica esfuerzo, dedicación y constancia. No se puede mantener en orden un espacio o aspecto de la vida si no se practica con frecuencia.
Encontrar la clave para un verdadero orden en nuestra vida nos lleva a indagar en nosotros mismos, nos lleva a ir más allá de lo superficial, debido a que el mundo actual nos ofrece cierto tipo de orden que, por lo general, vemos en las redes sociales; un orden que incluso nos puede llegar a hacer sentir mal o a deprimirnos por no llevar una «vida perfecta».
El verdadero orden al que estamos llamados consta de una vida cimentada y fortalecida en Dios, no podemos tener diversión en nuestra vida si no tenemos un fundamento que sea nuestra inspiración y motor.
Jesucristo llevó una vida austera, sin apegos, pero con mucho orden, por lo que esa misma enseñanza debemos adoptar como punto de partida.
El valor de los valores
Para muchos, este es -o debería ser- el principal de todos los valores, incluyendo al venerable padre Tomás Morales, quien dedicó todo un capítulo de su libro Coloquio Familiar a este valor. Él mismo escribió:
Sin orden no hay reflexión, ni constancia, ni responsabilidad, ni trabajo competente, ni educación del corazón»
En nuestra vida: ayuda a la memoria, ahorra tiempo, permite trabajar más y cansarse menos.
Ahora que conoces sus grandes ventajas, seguramente te preguntas cómo lograrlo. A continuación te mostraremos algunas formas sencillas para empezar a incorporar este valor a tu vida, ya que el orden no es solamente mantener nuestras cosas en su lugar, sino también nuestras emociones, nuestras relaciones interpersonales y, por supuesto, nuestra vida espiritual.
1
ESTABLECE UN HORARIO
Un horario que se adapte a tus actividades de cada día, siendo realistas y sin escrúpulos.
A veces, queremos cumplir ciertos propósitos u horarios perfectos y nos fijamos metas inalcanzables, de ahí la importancia de ser conscientes con nuestros horarios y nuestras capacidades.
Por lo general a las personas escrupulosas les cuesta el doble realizar este tipo de horarios, pues buscan que todo salga perfecto y sin ningún error; y cuando no sale conforme a lo planeado, llega la frustración.
No importa si no sabes por dónde empezar, date un tiempo para pensar en tus actividades cotidianas y ve estableciendo prioridades de forma sencilla, hasta que poco a poco te vayas acostumbrando.
2
DI NO A LAS DESVELADAS
Establece un horario fijo para dormir. ¿Recuerdas la frase que mencionamos anteriormente del P. Tomás, donde dice que el orden hará que nos cansemos menos? En efecto, si dormimos a tiempo y las horas adecuadas, tendremos la energía necesaria para trabajar con orden al día siguiente.
Estudios han demostrado que la falta de sueño ocasiona enfermedades, así como mal humor y una alteración en el sistema nervioso.
3
HAZ DEPORTE
El deporte tiene muchos beneficios, por lo que incorporarlo a tu rutina te ayudará a encaminar tu energía física, así como a mantenerte en forma.
Busca tu deporte favorito y comienza a incorporarlo a tu rutina para que no solo mantengas el orden en tu vida, sino también una salud física, espiritual y emocional.
Karen Hutch, Aleteia
Vea también Síntesis de la Espiritualidad Católica: La Santidad I
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