El papa Francisco confía a la oración la situación del Cáucaso y de su "querida Ucrania": "¿Cuántos muertos debemos esperar?"
En la Fiesta de la Exaltación de la Cruz, el papa Francisco desde Kazajistán, donde realiza su 38° Visita Apostólica, recuerda que Cristo crucificado es la «serpiente que salva» y ser cristianos significa vivir sin venenos, sin mordernos sin contaminar con el pecado y la maldad.
“Desde la Cruz de Cristo aprendemos el amor, no el odio; aprendemos la compasión, no la indiferencia; aprendemos el perdón, no la venganza. Los brazos extendidos de Jesús son el tierno abrazo con el que Dios quiere acogernos”, expresó el Papa en la Plaza de la Expo de Nur Sultán, donde miles de fieles católicos, más de 6 mil, venidos incluso de otros países de Asia Central se congregaron para participar en la Misa.
“Sí, porque Cristo, sobre el leño de la cruz, ha extraído el veneno a la serpiente del mal, y ser cristianos significa vivir sin venenos. Es decir, no mordernos entre nosotros, no murmurar, no acusar, no chismorrear, no difundir maldades, no contaminar el mundo con el pecado y con la desconfianza que vienen del Maligno”.
El Papa concluyó su homilía de este miércoles, 15 de septiembre de 2022, con una invitación a mirar nuevamente el “costado abierto de Jesús en la cruz” para que no allá más veneno entre nosotros y que “con la gracia de Dios podamos ser cada vez más cristianos, testigos alegres de la vida nueva, del amor y de la paz”.
No más muertes en el Cáucaso y Ucrania
No nos acostumbremos a la guerra, elijamos el diálogo, el único camino hacia la paz. Asimismo, Francisco pidió oración por la guerra en Ucrania y los recientes enfrentamientos en el Cáucaso, ante los fieles que participaron en la celebración eucarística en el gran espacio del recinto de la EXPO.
El Obispo de Roma convoca a todos, como Pueblo Santo de Dios, y subraya una vez más el compromiso de Kazajistán de «promover el diálogo», un compromiso que «se transforma en súplica de paz, paz de la que nuestro mundo está sediento”.
«¿Qué debe suceder aún, qué cantidad de muertos debemos esperar antes de que las rivalidades cedan el paso al diálogo por el bien de la gente, de los pueblos y de la humanidad? La única salida es la paz y el único camino para llegar a ella es el diálogo”, apuntó al recordar a la “amada Ucrania” y lo que ocurre en el Cáucaso entre Azerbaiyán y Armenia.
El pensamiento del Papa estuvo dirigido a la disputada la región de Nagorno-Karabaj, autoproclamada independiente en 1991 tras un conflicto entre ambos países. Hasta la fecha, casi un centenar de soldados han muerto entre Bakú y Ereván en los enfrentamientos fronterizos.
Pastores, no funcionarios
Los miembros del clero no son «administradores de lo sagrado ni gendarmes encargados de hacer cumplir las normas religiosas”, afirmó el Papa (15.09.2022). Por otro lado, después de que el miércoles, el Papa celebró la misa junto a los fieles católicos, este jueves en la mañana ha participado en un encuentro con los obispos y líderes católicos de Kazajistán en la catedral de la Madre de Dios del Perpetuo Socorro en Nur-Sultán.
Además, Instó a los miembros de la Iglesia católica a ser «iconos vivos del corazón compasivo de Cristo» a través de su cercanía a la gente.
En la pequeña catedral de la capital, el pontífice fue recibido por los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos del país. Tras un tiempo de oración, los representantes de cada una de estas realidades eclesiales dieron testimonio de su vida como cristianos en Kazajstán, donde la Iglesia católica representa menos del 1% de la población, según la Santa Sede.
Refiriéndose a la diversidad de la Iglesia kazaja -polacos, alemanes, conversos kazajos, misioneros de todo el mundo-, el Papa destacó cómo la belleza de la Iglesia reside en el hecho de que es una sola familia «en la que nadie es extraño», un pueblo de Dios «enriquecido por muchos pueblos». La Iglesia, insistió, no es un «pueblo elegido» ni una «élite religiosa».
«La fe se transmite a través de la vida», explicó el pontífice, y no como «un código fijado de una vez por todas». El mensaje de Cristo es un «acontecimiento siempre presente» que debe transmitirse como «novedad», insistió. Esta tarde está previsto que acuda al Palacio de la Independencia para pronunciar su último discurso en la ceremonia de clausura del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales.
Ary Waldir Ramos Díaz, Aleteia
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