jueves, 10 de abril de 2025

Juan Pablo II los bendijo como amigos y, años más tarde, se casaron

 

Marta i Maciej otrzymują błogosławieństwo od Jana Pawła II
Cuando Marta y Maciej conocieron en persona al Papa Juan Pablo II hace unos años, solo eran buenos amigos; pero la bendición del Papa para los recién casados ha dado sus frutos...

Marta y Maciej vieron juntos al Papa Juan Pablo II en dos ocasiones: en 2002, en los Campos Błonia de Cracovia, durante su última peregrinación a Polonia. “Estábamos allí con Marta y pudimos experimentar el poder de la unidad y la fe de la nación polaca”, recuerda Maciej. Un año después conocieron personalmente al Papa. “Marta tenía 17 años y yo 19”, dice Maciej. Junto con su amigo, el padre Andrzej, fueron a Italia en una peregrinación organizada por su comunidad, Oasis de los Niños de Dios.

Durante el viaje de formación, en el que participaron niños, jóvenes y mayores, además de visitas turísticas, oración y trabajos de grupo, estaba previsto un encuentro con Juan Pablo II en Castel Gandolfo. 

"El padre Andrzej, dijo que si la salud del Papa lo permitía, nos reuniríamos con él durante la audiencia del miércoles. Así que debíamos llevar nuestra mejor ropa de domingo", recuerda Maciej con una sonrisa.

Audiencia y encuentro con el Papa

Hasta el último minuto no se supo si Juan Pablo II aparecería entre los fieles reunidos. Finalmente apareció en silla de ruedas. Tres grupos se acercaron al Santo Padre: los primeros eran sacerdotes franciscanos recién ordenados, el segundo, recién casados ​​​​de Italia, España y Portugal. “Había unas 60 parejas, todas con esmoquin, traje y vestido de novia”, relata Maciej. El tercer grupo estaba formado por habitantes de los oasis procedentes de Polonia.

Tanto los sacerdotes como los recién casados ​​se acercaron para recibir bendiciones individuales. Al grupo de Polonia se le pidió que tomaran una foto grupal. Cuando los esposos comenzaron a acercarse al Papa, el Padre se acercó a Marta y Maciek. “Me dijo que llevara a Marta y que nos acercáramos a Juan Pablo como… ¡la última pareja de recién casados!” – recuerda el hombre riendo. "Marta llevaba un vestido blanco, yo traje y corbata. Esta propuesta me sorprendió. Nos pusimos en la fila".

"Recuerdo que tenía mucho miedo de que el personal de seguridad se diera cuenta de que éramos demasiado jóvenes y de que nos metiéramos en problemas. Al mismo tiempo, también sentía emoción porque todo saliera bien y dolor físico, porque Marta me apretaba la mano con todas sus fuerzas", dice Maciej riendo.

Finalmente, les llegó el turno de conocerse en persona. Le explicaron al Papa que en realidad no estaban casados. "El Papa sonrió. Nos bendijo, me dio una palmadita en la cabeza con su gran mano paternal. Nos hicimos una foto juntos".

Entonces se les acercó el sacerdote Andrzej y les dijo que, de hecho, ya no necesitaban buscar pareja, pues el Papa ya había bendecido su unión. "Pero no éramos pareja. Y mucho menos pensábamos en casarnos. Nos atraíamos, éramos buenos amigos, pero no éramos pareja", ríe Maciej.

Una bendición "profética"

"Nos casamos cuatro años después de conocer al Papa", dice Marta. Después de casarse, tuvieron un hijo, al que llamaron Karol Joseph, en honor a su santo padre. "Este embarazo fue arriesgado. Hubo un hematoma y no sabíamos si Karol sobreviviría, pero todo salió bien. Percibimos este regalo de nacimiento como un milagro por intercesión de nuestro santo patrón", recuerda Marta.

El Santo Padre se convirtió en el patrón de su familia. Empezaron a encomendarse a él, sobre todo en situaciones difíciles.

Al cabo de un tiempo nació su hija Majka, y hace ocho años Weronika, que tiene síndrome de Down. "El Santo Padre tiene mucho que ver en nuestra familia", bromea Marta. "Todos los días rezamos juntos en familia y pedimos su intercesión ante Dios".

Dariusz Dudek, Aleteia

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