Estas son seis ideas que pueden servirte. Puedes empezar haciendo solo una (si eres un loco atacado puedes hacerlas todos en un mismo día). Lo importante es que empieces y que dejes el miedo atrás si hace mucho no se demuestran cariño. Si tal vez su relación ya suma años y se han ido a dormir con la cobija de la monotonía. O si han dejado que las heridas y el dolor se hospeden en el corazón más de la cuenta.
1. Dale las gracias por los pequeños detalles
Hablo de los detalles que muchas veces pasamos desapercibidos. El gesto de llevarte o recogerte del trabajo, el tener la casa linda y ordenada para cuando llegues. El estar pendiente si alguno está enfermo o tiene un evento importante. El hecho de ofrecerse a ayudar con alguna tarea que sabes que no le agrada mucho. Detalles que no necesariamente son materiales pero que al final requieren algo de esfuerzo.
2. Sorpréndelo/a con una muestra de cariño
A veces damos por sentado nuestro afecto. Creemos que por el solo hecho de estar juntos, la otra persona debe sentirse más que agradecida. Pero resulta que no, las demostraciones de cariño nunca estarán de sobra, nadie se queja por exceso de amor. Abrazar, besar, o tomar de la mano a tu pareja debe ser uno de los mandamientos de amor en su relación (no importa cuánto lleven juntos). Hacer sentir especial a esa otra persona con nuestros actos le permitirá también, sentirse más segura.
3. No dejes pasar un día sin decirle «te quiero» o «te amo»
Seguro puedes pensar «es obvio que lo amo», «es lógico que lo quiero». «Él lo sabe, lo sabe porque estamos juntos». ¡Error! Nunca supongas cosas. Un te quiero o un te amo pueden cambiarlo todo, pueden calmar los ánimos en medio de una discusión, pueden disminuir la tristeza en un mal día. Díselo todos los días, si te cuesta mucho expresarlo en persona, envíale un mensaje o déjale una nota. Pero no permitas que pase un día sin que se lo recuerdes.
4. Pregúntale si hay algo en lo que crea que puedes mejorar
Este punto nos puede costar un poquito. Lo que sucede normalmente es que hay cosas que nos molestan del otro, pueden ser pequeñas y tal vez insignificantes para la otra personas. Arriésgate a preguntarle en qué puedes mejorar o qué cosa puedes hacer diferente para que se sienta mejor.
Por poner un ejemplo sencillo: me gustaría que me ayudaras con alguna tarea del hogar. Me gustaría que me llamaras más seguido o que de vez en cuando saliéramos a un lugar diferente. Me gustaría que fuéramos juntos a recoger a los niños del colegio etc. Hay muchas cosas que podemos hacer para aliviar la carga del otro, para hacerlo sentir más tranquilo y para recordarle que nos importa. A veces los detalles pequeños son los que más pesan.
5. Comparte más planes de su gusto
Es cierto, hombres y mujeres podemos y debemos diferir en cuanto a gustos. No tendría sentido que fuéramos iguales, porque el objetivo de estar juntos es complementarnos. Pero si es cierto que hay planes que no son de nuestro total agrado. Si a ti no te suena ni por las curvas el fútbol pero sabes que tu pareja vive y muere por su equipo favorito, acompáñalo a un partido.
Si sabes que tu novia o tu esposa se muere por ir a ese recital de música del que tanto habla, pero tu ya presientes una orquesta de ronquidos, saca fuerzas de donde no tienes y ofrécete a ir con ella, con agrado y sincero interés. Recuerda que el amor se trata de dar.
6. Dedícale un halago inesperado
Tal vez al principio de todas las relaciones, los halagos fluyen con más naturalidad. Pero a medida que pasa el tiempo, olvidamos el valor que tienen. Escríbele una carta o una nota pequeña a mano, olvídate de Whatsapp por un día. Dedícale una canción pero no se la mandes como si nada, explícale qué parte de la letra te gustó o te hizo pensar en ella. Recuérdale qué bien se ve con ese vestido, hazle saber lo guapo que luce con esa camiseta que escogió. Aunque suene tonto, esas pequeñas frases o esos gestos inesperados pueden sorprender a tu pareja.
El amor requiere de un esfuerzo que a veces jamás imaginamos poder hacer. Se debe alimentar a diario, en la cotidianidad de nuestros días, en el primer saludo de la mañana y en las últimas palabras de la noche. Se debe incluso nutrir con más esmero cuando se atraviesan momentos difíciles, cuando duele soportar o cuando parece que la esperanza de mejorar, se esfuma. Para terminar te comparto estas sentidas palabras de nuestro Papa Francisco:
«Aquello que pesa más de todas las cosas es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser recibidos. Pesan ciertos silencios. A veces, también en familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el esfuerzo se hace más pesado, intolerable».
¡Esfuérzate cada día por hacerle saber a tu pareja que la has elegido, que le amas y que estarás ahí cuando no parezca haber salida!
Nory Camargo, catholic-link
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