Los extremistas de izquierda atacan a los que marchan en favor de la defensa de la vida
Una contribución de Viktoria Samp con ocasión la marcha por la vida en Berlín (kath.net/ Holyzont)
Es un grito largamente ignorado. Un grito de niños que son tan débiles, tan silenciosos y tan poco llaman la atención de manera que nadie puede oírlos, que son un milagro aúnque no sean visibles a nuestros ojos, que son tan pequeños que parece increíble que en algún momento nos superarán, que en algún momento cambiarán el mundo y tal vez harán un gran descubrimiento; que son tan únicos que nunca antes existieron y nunca existirán otra vez.
Hay una bonita canción de cumpleaños que dice: "¡Qué bueno que hayas nacido, de lo contrario te extrañaríamos mucho!". ¿Cuántas personas nos extrañan hoy? ¿Cuánto más rica sería nuestra sociedad si las miles de personas asesinadas por año estuvieran con nosotros?
También es un grito de personas que por años han servido a la sociedad, a sus familias y a muchas otras personas. Personas que han enseñado a sus hijos a caminar y hablar, y peremanentemente preocupadas se esfuerzaban por mantener a sus hijos a salvo de las peores experiencias. ¿Por qué ahora les damos a estas personas ancianas la sensación de que son un estorbo para nosotros y eso por lo hacemos por medio de la discusión sobre la eutanasia? ¿Por qué no les devolvemos el cuidado y el amor con el que nos han rodeado durante años?
¿Por qué les causamos a las madres jóvenes la sensación de que tienen un problema en el intestino, no a un niño cuya vida y felicidad dependen únicamente de ella en este momento? ¿Por qué les insistimos que podrían encontrar la felicidad en una vida donde pueden hacer una carrera, sabiendo que con solamente mirar películas de niños la carrera es una farsa ante la felicidad de un niño? ¿Por qué les advertimos sobre el estrés que tendrán con sus hijos, pero no sobre las consecuencias psicológicas que casi cada una de ellas sufrirán en el futuro si abortan? ¿Por qué no les contamos acerca de la gran felicidad que implica poder abrazar a su hijo por primera vez, escucharles decir "Mamá" por primera vez o acompañarles a iniciar una nueva vida el primer día de clases? ¿Por qué discriminamos a los niños con discapacidades dictando sentencia de muerte?
¿Por qué no lo decimos tal como es? ¿Por qué deshacernos de personas que aparentemente no son útiles para la sociedad?
¿Por qué decimos que una persona que mata a un niño en tal día de su existencia es un médico, mientras que alguien que mata en tal día a alguien le acusamos que ha cometido un delito grave? ¿Quién es capaz de explicar esto de acuerdo con el sentido común? ¿Por qué hacemos que los niños sean víctimas de una legislación arbitraria?
Unámonos en oración a favor de la protección de la vida, por una legislación realmente digna de humanos, como se formula en el Art. 1 de la Ley Básica. Demostremos a las personas, los responsables de la toma de decisiones y los medios de comunicación, cuántos somos y cuán importante es para nosotros el tema: ¡se trata de nada menos que de la vida!
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