Una acción violenta dirigida a reafirmar un poder cada vez más frágil
Tras el fraude constituyente, la dictadura de Nicolás Maduro ha cometido sus dos primeras fechorías: Agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) sacaron intempestivamente de sus hogares a Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, y a Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, lo cual ocurrió la madrugada de este martes.
El destino de ambos venezolanos era desconocido en primera instancia. Un video que circula por las redes sociales muestra a un alcalde Ledezma sacado a trompicones y en ropa de dormir por los pasillos del edificio donde reside.
También aparece un video difundido por la esposa de López, Lilian Tintori, en el que muestra el momento en que se están llevando al líder opositor.
Al inicio de la jornada en Venezuela nadie sabía a dónde habían sido trasladados estos dirigentes, a quienes se les había sido otorgada casa por cárcel.
Es de todos sabido que la residencia de López fue sede de conversaciones entre el gobierno, representado por Zapatero y sectores de oposición hace apenas días. Poco se sabe del contenido y resultados de esos intercambios.
También se conoce el mensaje contundente que Ledezma envió hace pocas horas a la oposición, donde animaba a perseverar en la lucha por la democracia con puntuales orientaciones.
“Ahora vienen a plantearnos elecciones regionales, yo no me imagino a nadie que sea leal a la lucha que ha dado el pueblo inscribiéndose, haciendo una fila india para inscribirse en ese Consejo Nacional Electoral (CNE), bastante que le aguantamos a este CNE, que protagonizó este domingo una de las estafas más burdas”, dijo Ledezma.
Pero a las pocas horas de lo acontecido con López y Ledezma fue el propio Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que emitió un comunicado explicando los motivos de las nuevas detenciones, entre otras cosas aludiendo al debido al incumplimiento de las condiciones impuestas para el arresto domiciliario, además de hacer referencia a un supuesto “plan de fuga” de estos ciudadanos.
Reafirmar un poder cada vez más frágil
Maduro está cumpliendo sus amenazas de comenzar detenciones a dirigentes de oposición. Representantes del partido de López, así como allegados a Ledezma denuncian que ignoran por completo el paradero y condiciones en que se encuentran ambos.
Maduro se encuentra ante el fuego cruzado del desconocimiento internacional y las sanciones impuestas por los Estados Unidos, aparte del mayoritario rechazo al fraude electoral del domingo en una elección constituyente que no convence a nadie, ni siquiera dentro de las filas del partido de gobierno. La comunidad internacional objetó el proceso y desconoce a la ANC. A todas luces, el asunto ha profundizado las divisiones en el seno del régimen.
Esta acción violenta contra dos líderes de oposición de cuya suerte está pendiente medio mundo -de hecho ya disminuidos por estar en prisión- parece dirigida a reafirmar un poder cada vez más frágil y enviar un mensaje de respuesta al mundo que los defiende; o a avivar la indignación popular y justificar el arranque de la brutal fase represiva que han prometido.
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