José Ignacio Munilla, obispo de Alicante, participó este 2 de noviembre, día de Fieles Difuntos, en un turno de oración de la campaña 40 Días por la Vida ante un centro abortista de esta ciudad mediterránea.
Munilla difundió por Twitter su presencia con los voluntarios. También la prensa regional y digital se hizo eco.
“En este día de #TodosLosFielesDifuntos he participado en la campaña de 40 Días Por La Vida, orando ante un abortorio en Alicante”, escribe el tuit. “¡Si el aborto es progresismo, entonces la ley de la selva es la cumbre de la democracia!”, añade.
Obispos que rezan con su pueblo
En Estados Unidos y otros países es bastante común que los obispos participen en las campañas de 40 Días por la Vida y recen con sus voluntarios y parroquianos locales ante los centros abortistas.
En cambio, en España hay muy pocos casos de obispos que acudan a rezar a estos centros. Munilla ya lo hizo hace unos meses, al poco de llegar a Alicante. En 2013, el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, acudió ante el abortorio recién abierto en Navarra, Ansoáin. En 2019, el obispo auxiliar de Madrid, Martínez Camino, acudió con unos parroquianos a la clínica Dator.
Y el cardenal Cañizares, en pandemia, en junio de 2021, acudió con una furgoneta acristalada que llevaba a la Virgen de los Desamparados, el Maremóvil, ante una clínica abortista, entre otros lugares. Cañizares escribió: "¿Dónde está Dios? Y ahí está, visitando a los enfermos, a los pobres, a los moribundos, visitando los hospitales y también las clínicas abortistas donde estarían matando en esos momentos seguramente algún niño inocente, sin ninguna defensa, ahí está Jesús, ahí está Dios..." No se conocen más casos de obispos que acompañen a su pueblo a orar ante las clínicas abortistas en España.
40 Días por la Vida: la nueva ley no les frena
40 Días por la Vida es una campaña de oración y ayuno que comenzó en 2004 en Estados Unidos y se ha extendido por 65 países de todo el mundo. Realiza campañas en Cuaresma y al acercarse Adviento, y en España está activa en más de 20 ciudades. La nueva ley que busca criminalizar a quienes se manifiesten ante centros abortistas no les ha frenado, al contrario: cuentan con más voluntarios y en más ciudades.
Voluntarios de 40 Días por la Vida en Barcelona, la única ciudad en 2022 con grupos ante 3 clínicas a la vez.
Los voluntarios insisten en que ellos se mantienen en la acera de enfrente, con carteles y en oración silenciosa o en voz baja. No se grita ni se corean eslóganes. No se aborda a las personas que acuden a la clínica. Si alguna persona cruza la calle y habla con los voluntarios, se le escucha y, si es necesario, se le ofrece ayuda a través de las asociaciones provida locales.
La autoridad policial en Vitoria, al poco de empezar esta campaña, emitió una orden que pretendía enviar a los voluntarios a más de 80 metros de la clínica Askabide. Recurrieron a la justicia y rápidamente un juez dictaminó que cumplían con toda la legalidad al reunirse en orden y tranquilidad sin obstruir el paso. Fue una clara victoria provida.
Después, alguien los denunció por supuestos "acosos". Los voluntarios acudieron a los juzgados de Vitoria a declarar que, simplemente, “en ningún momento nos hemos acercado a nadie y no hemos interactuado con nadie ni del centro ni con las personas que allí acuden. Nuestros turnos transcurren de manera pacífica y tranquila”.
Cadena SER (ligada al grupo Prisa, cercana al Partido Socialista) difundió erróneamente que ya no se iban a seguir reuniendo ante ese lugar: ellos lo desmintieron. Allí siguen cada día entre las 3 y las 8 de la tarde. Los turnos en Vitoria, además, se han reforzado con voluntarios llegados de otras ciudades.
También en Cataluña la Generalitat (en concreto, el departamento de Igualdad y Feminismos) presentó una querella ante la Fiscalía contra la organización, pero sin ningún resultado real y con poca posibilidad de recorrido. Simplemente, la oración silenciosa, sin obstruir el paso, no es punible.
Ya hace un año Munilla difundió este breve mensaje de apoyo a todos los voluntarios de 40 Días por la Vida.
Pablo J. Ginés, ReL
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