“No hay nada que podemos hacer. Ella fallecerá en cualquier día y, cuando lo haga, su hermana fallecerá poco después”, estas fueron las palabras que escuchó Sarah Mishler por parte de los médicos de la Universidad de Michigan una mañana del 2015 con respecto a sus gemelas en gestación.
Su historia pro-vida se volvió viral en Facebook, tiene unas 35 mil reacciones y 16 mil veces compartido. Muestra cómo la vida va más allá de los diagnósticos médicos, y que la confianza en Dios trae gratas recompensas después de todo.
Una de las gemelas no se había desarrollado lo suficiente como para sobrevivir los 9 meses de gestación. Los médicos dieron dos opciones a Sarah, o bien no hacía nada y esperaba que las dos bebés mueran y sean abortadas naturalmente, o bien permitir que ellos corten el cordón umbilical de la más débil, para que no mate a su hermana. Ellos recomendaron la segunda.
Ella optó por no hacer nada, no por querer abortarlos, sino porque no se veía con el derecho de decidir quién de las dos debe morir. Su corazón de madre la impulsaba a decidir por las dos y en confiar en Dios quien le dio la misión de protegerlas.
Buscó una segunda opinión y asistió a un médico católico pro-vida. Lamentablemente él le dio el mismo diagnóstico, pero no le dio la opción del aborto. Le prometió que haría todo lo que esté en sus manos para que ambas bebés sobrevivan.
Llegó el punto crítico, las 22 semanas de gestación, en cualquier momento, en teoría, una de las gemelas moriría. Pero no fue así, pasaron semanas y ambas vivían, y así llegó los 9 meses de gestación… con las gemelas intactas.
Al momento del parto, el médico le dijo que no espere llanto por parte de las bebés porque serían muy pequeñas y débiles. Apenas nazcan, debían darle toda la ayuda necesaria para su supervivencia.
Gianna Therese nació primero, y gritó tan fuerte que Sarah juraría que en los pasadizos del hospital la escucharon. Chiara Marie, la que estaba “destinada” a morir, nació después. Lloraba igual de fuerte que su hermana, pero en su caso, ¡no dejaba de moverse y patear! El médico casi la suelta de lo mucho que se movía.
Sarah agradece al doctor por apoyarla en su opción por la vida de sus gemelas. Pero sobretodo, agradece a Dios. Confió en Él desde el principio porque es el “Dador de Vida”. Ella se pregunta y se preocupa por la cantidad de madres que reciben el mismo diagnóstico y optan por el aborto por miedo y presión.
“Soy pro-vida porque creo que solo el ‘Autor de la Vida’ tiene la autoridad para darla y para quitarla; yo soy pro-vida porque creo que cada vida, no importa si larga o corta, vale la pena vivirla; yo soy pro-vida porque mis hijas son la prueba viviente de que la vida es sagrada y vale la pena protegerla, desde el momento de la concepción hasta el momento de la muerte natural”, concluyó Sarah.
Acá te presentamos a las gemelas, Gianna está a la izquierda y Chiara a la derecha.
ChurchPOP
No hay comentarios:
Publicar un comentario