martes, 12 de diciembre de 2023

(VIDEO) Guadalupe: «¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre?»

 


Hoy, 12 de diciembre, celebramos el 492° aniversario de las apariciones de la Santísima Virgen de Guadalupe a san Juan Diego, hechos narrados en el Nican Mopohua

El acontecimiento Guadalupano es un hecho único en el mundo que fue dado a conocer universalmente a través del documento tituladoNican Mopohua, que quiere decir «Aquí se narra, aquí se cuenta», escrito en náhuat y cuya autoría se atribuye al indígena Antonio Valeriano.

Este año 2023 se cumplen 492 años de la apariciones, por lo que la Conferencia del Episcopado Mexicano ha propuesto en su Plan Global de Pastoral una preparación espiritual a toda la Iglesia Católica de México, en vistas a celebrar el aniversario número 500 en el año 2031 donde:

«Los obispos miran la realidad global, de México y de la Iglesia. Este acercamiento lo hacen como miembros de un pueblo redimido por Jesucristo y amado de María de Guadalupe»(PGP 2031-2033).

La Madre del verdadero Dios por quien se vive

SAN JUAN DIEGO

Las cinco apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe se efectuaron del 9 al 12 de diciembre de 1531 al indio san Juan Diego en el cerro del Tepeyac, lugar donde actualmente se encuentra asentada la Insigne Nacional Basílica de Guadalupe, que recibe anualmente a unos 20 millones de peregrinos que llegan a rendir homenaje y a presentar sus peticiones a la Morenita.

Ella prometió a san Juan Diego escuchar los ruegos de quienes llegaran a su casita, diciendo:

«Porque allí les escucharé su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores».

Nican Mopohua, 32

Y al ver el temor de Juan Diego causado por la inminente muerte de su tío Juan Bernardino, la Piadosa Perfecta Virgen le dijo:

«¿No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes la necesidad de otra cosa?»

Nican Mopohua, 119

Por eso, todos lo que llegan al Tepeyac salen confortados y agradecidos por la intercesión de la siempre Virgen María, que ha querido quedarse en una humilde tilma, como humilde fue su bendito mensajero, para demostrar su amor a quienes lleguen a visitar a la Madre del verdadero Dios por quien se vive.

Redacción Aleteia

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(abundante información)



















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