El padre Fidelis, junto a colaboradores y víctimas atendidas en el Centro del Trauma de la diócesis de Maiduguri, donde víctimas de la persecución contra los cristianos se recuperan de sus heridas psicológicas.
Entre 2012 y 2022, 39 sacerdotes y 17 catequistas han sido asesinados en Nigeria y 30 sacerdotes fueron secuestrados. En lo que va de año, se suman a esas cifras dos sacerdotes y un seminarista asesinados, y otros 23 secuestros de sacerdotes, religiosos y seminaristas.
Es una violencia es extremadamente selectiva: el 88% de las personas asesinadas por grupos violentos son cristianos. Sin olvidar que en la tercera parte de los 36 estados que lo componen ya se ha impuesto la ley islámica.
Una ayuda cada vez más necesaria
Ante esta situación, Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha lanzado la campaña Ayuda a Nigeria. Iglesia mártir, Iglesia viva, para proyectos de ayuda y sostenimiento del clero en distintas diócesis del país.
"El sufrimiento de la Iglesia en Nigeria es indescriptible. La persecución que sufren los cristianos en el país es brutal, están llevándose la peor parte", ha destacado José María Gallardo, director de ACN España. Por su parte, Kinga von Schierstaedt, responsable de proyectos para Nigeria de ACN Internacional, ha señalado que "las necesidades más importantes son la buena formación del clero, apoyo a las vocaciones y mejorar las medidas de seguridad".
Ante la gravedad de la situación, que sitúa a Nigeria como el sexto país del mundo en el que más peligroso resulta ser cristiano (solo superado por Afganistán, Irak, Somalia, Burkina Faso y Siria), en los últimos cinco años ACN prácticamente ha doblado su ayuda, desde 1.160.924 € en 2018 a 2.083.408 € en 2022.
Reparto de las ayudas que envía Ayuda a la Iglesia Necesitada a la Iglesia nigeriana.
En el norte del país la minoría cristiana sigue sufriendo los zarpazos del grupo terrorista Boko Haram y del Estado Islámico de África Occidental, que según la iglesia local es todavía más peligroso y cruel que el primero. Y en el centro del país, la etnia de los pastores fulani ha incrementado sus ataques a los agricultores cristianos cada vez con más apoyo exterior y armamento más sofisticado.
La fe crece en la persecución
Pero esta situación no mengua, sino que acrecienta el fervor de los católicos. Según Joseph Bature Fidelis, sacerdote de la diócesis de Maiduguri, en el noreste del país: "La fe cristiana no va a morir. La Iglesia siempre permanece en medio de esta violencia y esta persecución, junto a los que más sufren".
El sacerdote Joseph Bature Fidelis, director del Centro de Atención al Trauma que atiende en su diócesis a víctimas de la violencia.
La prueba de esa fidelidad es que, a pesar de la discriminación y la persecución, el número de seminaristas no deja de crecer. Pero no todos pueden hacer frente económicamente a sus años en el seminario. Más de 350 futuros sacerdotes necesitan de una ayuda que forma parte de las prioridades de esta campaña.
También es prioritaria la seguridad de los sacerdotes, religiosos y religiosas, y abarcan desde la construcción de vallas de seguridad en torno a los conventos a la adquisición de vehículos para los desplazamientos a zonas rurales, evitando posible secuestros.
Asimismo, el clero necesita formación específica en el ámbito psicológico y espiritual para atender a las víctimas de los innumerables saqueos, violaciones y asesinatos y acompañarlas en el dolor, el perdón y la vuelta a empezar en unas vidas traumatizadas.
Un proyecto paradigmático en este sentido es la creación del Centro de Atención al Trauma en Maiduguri, financiado en parte por ACN, donde ya han sido atendidas unas dos mil personas en menos de cuatro años. “Aquí llegan destrozados", subraya el padre Fidelis, su director: "Huyen de la violencia y acuden en masa a la Iglesia en busca de apoyo y consuelo y encuentran atención profesional y espiritual y promoción social. La verdadera paz sólo se alcanza cuando se cura el trauma de los profundamente heridos”.
Janada Marcus, cristiana víctima de Boko Haram.
Un ejemplo de esta recuperación de las víctimas del terrorismo es la cristiana Janada Marcus, de 25 años, víctima de secuestro y violencia. La joven sufrió el asesinato de su padre ante sus ojos por parte de yihadistas de Boko Haram. Gracias al Centro de Atención al Trauma Janada ha conseguido salir adelante. “Mi fe se ha fortalecido. He perdonado y rezo por las almas de mis agresores”, ha afirmado.
El pasado martes, Ayuda a la Iglesia Necesitada presentó esta campaña en una rueda de prensa que contó con la presencia del padre Fidelis y de Janada Marcus. Puedes ver la presentación de él a partir del minuto 29:36, y las palabras de Janada a partir del minuto 37:25.
G. de A., ReL
Vea también Conozca la historia de 8 cardenales presos detrás del muro de Berlín: 25 años de libertad para creer
No hay comentarios:
Publicar un comentario