lunes, 22 de diciembre de 2014

Habla de tu fe en el trabajo y comparte tus fiestas religiosas: un estudio muestra que da felicidad


Los taxistas misioneros son felices

Poder hablar con compañeros o jefes de un retiro, una peregrinación, la Primera Comunión de tus hijos y aspectos de la fe puede ayudar a la productividad.

Un estudio norteamericano a partir de cientos de entrevistas en profundidad con trabajadores en Estados Unidos y en Corea del Sur ha constatado que los que hablan abiertamente de sus creencias religiosas en el trabajo son más felices y muestran más satisfacción con su empleo que los que callan sobre el tema.


¿En qué consistió el estudio?
Para el estudio intercultural, los investigadores entrevistaron a 600 trabajadores adultos de diversas industrias en Estados Unidos y Corea del Sur, todos cristianos, pero con variaciones entre sí (presbiterianos, baptistas, metodistas, católicos…). Preguntaron acerca del papel de la religión en sus vidas y cómo les ha ayudado a formar su identidad. 

La conclusión más significativa fue que los investigadores descubrieron que aquellos empleados que compartían su identidad religiosa tenían varios resultados positivos, entre ellos una mayor satisfacción laboral y una sensación mayor de bienestar

Existen diversas maneras de compartir la religión en el trabajo, desde decoraciones en su escritorio o en su carro (estampas, iconos, frases y lemas) hasta compartir historias o información durante una charla con compañeros y clientes. Poder hablar de eventos significativos en la propia vida (una peregrinación a un lugar santo, un rito importante en la vida de un familiar -Primera Comunión, etc...-) ayuda a que los trabajadores se sientan bien.

El taxista misionero comparte su fe. Por eso es feliz.




martes, 16 de diciembre de 2014

Taxista misionero testigo


Un pastor evangélico llama al taxista misionero para que lo lleve a su destino. Al ver colgado en el espejo un rosario y  una imagen de la Virgen María, lo increpa y le dice: "Rompa estas cosas". El taxista, temiendo que no le va a pagar, saca del espejo el rosario y la imagen y  guarda todo. El cliente le pide el teléfono para poder pedir otros servicios.

El día siguiente  llama y cuando el taxista llega para recogerlo, el pastor lo increpa: "He llamado a su casa y he preguntado a su hijo si ha roto esos objetos y su hijo ha dicho que no. Ya no quiero utilizar su taxi".

El taxista misionero le reclama: "Pero usted me ha llamado y he venido hasta aquí".  El pastor sube de malas ganas. En el trayecto le ofrece una buena suma de dinero para que rompa "esas cosas". El taxista misionero rechaza la oferta. Sabe que el otro ya no le va a llamar pero no le importa. A su hijo le inculca: "Nosotros somos católicos y lo seremos siempre".

sábado, 6 de septiembre de 2014

Hay muchas maneras de actuar como taxista misionero


Hace algún tiempo me encontré nuevamente con un hermano taxista misionero. Me comentó:

"Atiendo mi carro en un taller adonde van varios taxistas. He sacado una fotocopia del folleto 'Taxista Misionero' y la he pegado en la vitrina del taller. Los taxistas, mientras esperan que se les arregle el carro, se ponen a leer las cosas que hay en la vitrina y se enteran".

Hay muchas maneras de ser taxista misionero.

Vea también

Iniciativas del taxista misionero

Armadura del taxista misionero


martes, 2 de septiembre de 2014

El taxista misionero de otros taxistas



Estaba parado en la vereda esperando un taxi. De repente paró uno y el taxista me dijo: "Padre, he hecho cambio de aceite del motor del alma". 

"¡Qué bien" le respondí y subí al carro. En el trayecto le pregunté: "¿Cuándo nos hemos visto la última vez?" - "No, me dijo, es la primera vez". - "Pero cómo es que usted habla así?" 

- "Es que tengo un amigo taxista que me dijo: 'Tú tienes que cambiar de aceite del motor del alma, tienes que confesarte. Tienes que cargar combustible para el motor del alma, ir a misa el domingo, escuchar la palabra de Dios y recibir la santa comunión. Eso me ha dicho un padrecito viejo y gordo, con barba, sotana y gorra'. Y cuando lo vi a usted pensé que se trataba de usted". Y tenía razón. 

Se puede ser taxista misionero de otros taxistas.

Vea también las páginas "Taxista Misionero"

jueves, 7 de agosto de 2014

¿Analfabetas en religión?

Ayer me encontré con un hermano taxistas quien - como muchos - sólo se había casado por civil. Estos hermanos no se dan cuenta que cuando se unen dos bautizados sin el sacramento del matrimonio en el fondo le dicen a Dios: "¡No te queremos en nuestro matrimonio ni en nuestro hogar!"



El hermano estaba escandalizado. Es verdad, no lo han pensado pero los hechos lo dicen.

Lo que más me impresionó que parecía tener la idea que los que han hecho primera comunión pueden comulgar cuando quieran. Se escandalizó más aún cuando se le explicó que los convivientes no pueden confesarse ni comulgar porque

- están en pecado grave
- los que quieren confesarse deben tener el firme propósito de ya no pecar más; pero mientras siguen conviviendo sin que el sacramente santifique su unión, siguen en pecado grave a no ser, que proponíéndose de no tener relaciones hasta hasta contraer matrimonio por Iglesia; en este caso tienen verdadero propósito de enmienda y pueden recibir la absolución de sus pecados.
-  los que están en pecado mortal están en des-comunión con Dios porque lo han hecho salir de su vida y corazón,  no pueden comulgar (= recibir la comunión, la hostia). Es como cuando uno de los esposos tiene relación con otra persona y pretende tener relaciones con el(la) cónyuge sin haber cortado la relación adúltera. La comunión tiene que ser total en todas las dimensiones.




viernes, 25 de julio de 2014

¿Hay más hermanos taxistas que viven así?



Ayer me encontré con un hermano taxista muy piadoso. Su vehículo ostentaba varias imágenes de la Virgen María Madre de Dios*. Me comentaba que todos los días al comienzo de su trabajo y al final del día rezaba, dando gracias a Dios y a la Virgen María y pidiendo su protección.

Durante la conversación resultó que estaba casado 30 años  sólo por civil.

¡Imaginarse 30 años sin Confesión y sin recibir la Santa Comunión! ¡30 años en pecado! Y los hay que se confiesan pero no dicen que no están casados por Iglesia y reciben la comunión. Cuando dos bautizados conviven sin administrarse el sacramento del matrimonio, es como si dijeran a Dios: "No te queremos en nuestra Familia".

De acuerdo, no piensan ni hablan así. Pero los hechos lo expresan. Menos mal que muchos actúan así por ignorancia y no por mala voluntad.

Juntos contemplamos las palabras de Jesús:

 "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»
 Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él".
(Evangelio de San Juan 6, 51-56)


Quiere decir que el que no recibe la Santa Comunión no tiene vida eterna porque no permanece en Jesús ni  Jesús en él.

El hermano taxistas comprendió que le urgía  lograr un matrimonio santo.

Recemos por él para que pronto pueda confesarse y comulgar.



miércoles, 2 de julio de 2014

Todos somos misioneros




Existen caminos que poca gente tiene la valentía de transitar. Existen personas a quienes pocos 
tienen el coraje de visitar. Existen lugares en los que pocos tienen la osadía de entrar. 
A esos lugares llegan los misioneros.

Pero existe una lugar más profundo donde los misioneros del mundo entero dedican su vida para salvarlo: 
El Corazón del Hombre. Esta es también tu misión: la Oración. Todos somos misioneros.

Cumple tu misión y ayuda a que ellos también la cumplan

viernes, 27 de junio de 2014

Soñé que estaba muerto. ¿Se habrá convertido en taxista misionero




Hoy en la mañana me encontré con un taxista preocupado: "Soñé que estaba muerto en un ataúd y me estaban echando tierra. Yo podía ver esto muy claramente. ¿Usted puede explicarme lo que significa?" 
No soy profeta ni hijo de profeta pero la interpretación era fácil como verá. 

Le dije que solía preguntar a los taxistas: "¿Cada qué tiempo cambia el aceite del motor de su carro?" 
"Cada 5000 kms". 
"¿Y cada qué tiempo le cambia el aceite al motor de su alma?" 
"¿Cómo se hace esto?" 
"Con una buena confesión. ¿Cuándo se confesó la última vez?" 
"Cuando me confirmé, hace 36 años". 
"Pues, su alma está muerta. ¿Desea que resucite? Pues, vaya a misa el domingo, 15 minutos antes porque hay confesiones antes de la misa, y haga una buena confesión y luego escuche la misa y comulgue. ¡Su alma va a resucitar! Ya no deje ya de ir a misa y de comulgar. Cuando hay pecado grave hay que confesarse antes. Con todo, ayuda mucho confesarse regularmente. Conozco a taxistas, cuando les toca hacer cambio del aceite del motor del carro se dicen: 'El domingo me toca también cambio de aceite del motor del alma para que esté caminando 'sedita'  ¿Se ha dado cuenta? Es fácil interpretar su sueño. Mire no más cómo Dios se preocupa por usted. La manda un sueño y luego a un cura viejo, gordo, feo y pecador para que le explique el por qué".
"Mi hijo está yendo a la parroquia cada sábado y domingo. Se está preparando para la confirmación".
"Dele las gracias porque Dios ha escuchado sus oraciones por su papá".

¿Taxista misionero? Una propuesta a los taxistas.

"E imagínese que usted, en vez de comentar con sus pasajeros el clima, la política y o el fútbol, les da un pequeño testimonio. Les pregunta '¿Es usted católico?' Y sigue hablando: 'Imagínese que después de 36 años me he confesado y comulgado. Es maravilloso estar nuevamente cerca de Dios'. Y Dios mediante, su pasajero se pone a pensar: 'Eso me hace falta a mí también, acercarme a Dios'. Se acerca a Dios y ha ganado usted un alma. Se ha convertido en taxista misionero. Dice el apóstol Santiago: 'El que logra que se convierta un hermano, salva su alma de la muerte y cubre multitud de pecados'. ¡Imagínese 20 o 30 taxistas misioneros cruzando Lima y con su testimonio personal les ayudan a sus pasajeros a acercarse a Dios!"

La persona que lee esto ¿es taxista?



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sábado, 3 de mayo de 2014

Bienvenidos hermanos Taxistas Misioneros

Damos la bienvenida a todos los Taxistas Misioneros y seguimos animándolos para que puedan seguir anunciando  el amor de Dios que ha querido tener también un corazón humano para  sanar y salvar. Ponemos este blog también bajo la protección de San Cristóbal, el santo patrono.


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