Un milagro en medio de una catástrofe natural que ya dejó más de 60 muertos
aleteia, peru
Ni la furia de la naturaleza pudo vencerla. Cuando las fuerzas parecían abandonarla, Evangelina Chamorro Díaz resurgió retorcida entre el lodo, las piedras y los escombros del huaico (riada de agua, barro y tierra) que intentó atentar contra su vida.
Ni la furia de la naturaleza pudo vencerla. Cuando las fuerzas parecían abandonarla, Evangelina Chamorro Díaz resurgió retorcida entre el lodo, las piedras y los escombros del huaico (riada de agua, barro y tierra) que intentó atentar contra su vida.
La valerosa mujer arrastrada por más de 50 metros en medio de los escombros luchó para salvar su vida, cuando la quebrada de Punta Hermosa (balneario ubicado al sur de Lima en Perú) se desplomaba ante los ojos de sus pobladores.
Convertida ahora en la mujer símbolo, la peruana de 32 años aún vive para contarlo. Su cuerpo presenta una serie de golpes y moretones, además de una contusión abdominal pélvica, sin embargo, la fortaleza de su espíritu permanece inquebrantable.
La emergencia ocurrió en el kilómetro 45 de una antigua carretera en la Panamericana Sur, los veraneantes alarmados intentaban organizarse para rescatarla, sin embargo, ella en un último impulso se pone en pie y camina atravesando los escombros que la separaban de tierra firme ante el asombro de los lugareños.
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Tormentosa lucha por la vida
Armando Rivera, esposo de la audaz mujer, recordó la tormentosa escena. Se encontraban alimentando a sus animales, “estábamos en el centro del corral”, entonces “escuchamos un sonido y mi esposa salió cuando venía el huaico”, el agua comenzó a ingresar por ambos lados. Nos trepamos de un palo de eucalipto, pero no resistió. Se rompió.
El limeño de 46 años explicó a la prensa peruana cómo fue arrastrado por 6 cuadras por este desastre natural, junto a su esposa “ya no puedo” le dijo ella antes de separarse, narró entre lágrimas. “El huaico me seguía arrastrando, pero siempre supe que mi esposa estaba viva”.
A pesar que parte de su ganado pasaba por su costado, además de algunos palos y el resto de sus animales Evangelina se salvó de morir ahora permanece hospitalizada junto a su esposo quien también resultado con heridas leves.
Lodo en la ciudad
Mientras los vecinos reclamaban a gritos: ¡No hay prevención!, ¡no hay prevención! El agua comenzaba a ingresar a sus casas. Y es que el río Huaycoloro ubicado en el límite de los distritos de Chosica y San Juan de Lurigancho, en la zona central de la ciudad limeña, comenzaba a desbordarse, narran los pobladores a un diario local.
Poco a poco las calles y principales avenidas se convertían en un riachuelo. Esta vez fueron cuatro los huaicos que azotaban el puente Huaycoloro. En la sierra de la capital llovió por tres horas lo que ocasionó también el desborde de los ríos; Chillón, Rímac, Santa Eulalia, Lurín y hasta la quebrada de Punta Hermosa. Fue así como la ciudad capital del Perú, lució cubierta de lodo, piedras y desesperación.
El centro de Lima no fue ajeno a la emergencia. El caudaloso Río Rímac se desbordó y sus aguas llegaron a los alrededores de Palacio de gobierno. Los efectos de “El Niño Costero” arrastró consigo varias vacas y cerdos uno de estos animales terminó en el mar.
Balance de una desgracia
Las familias huyen de la zona norte del país buscando un lugar seguro. En la región Lambayeque y Piura los daños ocasionados por las precipitaciones superaron los alcanzados durante El Niño de 1998. Al intentar rescatar a sus abuelos Esteban Caycho de 19 años perdió la vida.
Cuando el río Chilca se desbordó, Esteban intentaba evacuar a sus familiares pero no midió las fuerzas de su caudal, sus aguas lo arrastraron hasta la orilla de la playa San Pedro, ubicada en el poblado de Lurín al sur de Lima. Y diversas imágenes de desesperación -incluso con interrogantes de las más profundas propias de momentos dolorosos- se fueron reproduciendo con el correr de las horas a través de las redes sociales.
Desde 1998 no se había registrado un desastre natural de esta intensidad. Las persistentes lluvias ocurridas en el mes de enero han afectado a decenas de miles de personas además causaron importantes daños en viviendas y carreteras. Hasta el momento suman 62 muertos y 62.000 damnificados.
Para los especialistas se trata de un fenómeno al generado por El Niño, debido a que los elevados índices de calor inusual en los meses de marzo están calentando la costa de Ecuador y Perú con niveles por encima de lo normal. Los científicos han bautizado a este fenómeno como El Niño costero.
Lluvias persistentes
La tragedia se comenzó a vivir en la madrugada del día martes 15 cuando los niveles de las lluvias se incrementaron de 4 mm/s a 5 mm/s. Teniendo en cuenta que en Lima llueve 15 mm/s en todo el año. Es la tercera parte de lo que llueve anualmente según lo declararon los especialistas del Servicio Nacional de Hidrología y Meteorología a la prensa peruana.
Debido a las fuertes lluvias las quebradas de varios ríos se activan en forma rápida en la zona. Según los especialistas es muy probable que continúen las precipitaciones en las zonas altas sobre todo por las noches, informan los especialistas.
Con orden de inamovilidad así permanecen las fuerzas armadas de Perú, al mismo tiempo que se han establecido zonas de refugio en los departamentos de Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad y Lima Metropolitana para asistir a las personas que lo han perdido todo.
Cuando el miedo se apoderó de la ciudad, cercada por el lodo y la desesperación, se erige la esperanza, la fuerza de una mujer de espíritu inquebrantable, que se puso de pie entre las masas de escombros. El milagro de la vida de Evangelina nos habla de la fe y fortaleza del pueblo peruano. Entretanto, los obispos peruanos lanzaron un llamado de ayuda a los damnificados a través de un comunicado.
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