sábado, 16 de abril de 2016

Vivir es mucho más que existir

¿Tienes miedo de vivir?

mujer corriendo


No basta existir, es necesario vivir.

Y vivir es mucho más que existir. Vivir implica aprender y, para ser aprendiz, es necesario humildad. Vivir implica movimiento. Y no hay movimiento sin esfuerzo y roce. La vida es dinámica, jamás se estanca. Vibra serena y sin prisa, sin embargo, nunca esperes a quien ignora su ritmo.

Para existir, basta estar. Para vivir, es necesario ser, íntegramente.
Vivir implica progresar, ir hacia delante, avanzar. Para vivir, no basta ver, oír, pensar y hablar, pues estas son manifestaciones de la existencia.

Para vivir, es necesario sentir, sumergirse en sí mismo y salir. Vivir implica iluminarse y, bajo la luz de la propia conciencia, señalar los propios defectos y límites. Vivir implica asumir la responsabilidad de los propios actos, transformándolos en gestos de amor y compasión. Vivir implica conocerse, profundamente y, conciente de sí, dejarse de engañar, trabajando para cambiar aquello que no está bien. Vivir implica arriesgarse. Y el mayor riesgo es equivocarse.

Vivir es estar en todo, siendo todo. Vivir es mirar la luz, incluso en la sombra, y crear luz en las propias tinieblas. Vivir es expandir la propia existencia más allá de los límites imaginados. Vivir es donarse, sin pedir; es ceder, sin resistir; es entregarse, sin temor. Quien vive, renace en un nuevo ser todos los días.

Quien vive, tiene la propia existencia trazada a lápiz y recrea el propio destino, minuto a minuto, con sabiduría y perdón. Vivir es tener en la propia conciencia una única historia. Para vivir, no basta existir.

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